En pocas horas un cartel de aviso como el siguiente ha corrido como la pólvora por Whatsapp entre la gente de localidades cercanas a Sevilla, y pienso que es necesario hablar del tema para que no se creen alarmas innecesarias en relación con las arañas.
Cartel en Montequinto. Fuente |
Fuente |
Se caracterizan por ser carnívoras y cazadoras,
ya que sólo se alimentan de presas vivas que ellas mismas cazan usando
normalmente sus telarañas. Todas las arañas poseen pequeñas glándulas de veneno
para poder matar a sus presas pero, afortunadamente, de las 35.000 especies
conocidas, sólo una decena son peligrosas para el hombre. El veneno lo inyectan
mediante unas estructuras localizadas cerca de la boca llamadas quelíceros, que cuentan con una especie
de uña afilada conectada a las glándulas de veneno. Con los quelíceros las
arañas pueden inyectar el veneno en sus presas de manera semejante a como lo
hacen las serpientes, sobre todo en el caso de las arañas migalomorfas. Los quelíceros en las migalomorfas se encuentran en disposición vertical, mientras que en
las araneomorfas se encuentran en
disposición horizontal.
Disposición vertical de los quelíceros en una araña migalomorfa. Fuente |
Disposición horizontal de los quelíceros en una araña araneomorfa. Fuente |
En la Península Ibérica, y por tanto en nuestra
región, solo cuatro especies presentan un peligro real para el hombre, entre
las que se encuentran las arañas reclusas mediterráneas, Loxosceles rufescens; la viuda negra mediterránea, Lactodectrus tredecimguttatus; las
arañas toro, Macrothele calpeiana; y
las tarántulas, Lycosa tarantula. (no
confundir con las tarántulas tropicales).
Loxosceles rufescens. Fuente |
Las arañas
reclusas mediterráneas pertenecen al género Loxosceles y su nombre científico es Loxosceles rufescens. Son
pequeñas, de 10 a 15 mm, de color marrón y con un dibujo en forma de violín
sobre la parte dorsal del cefalotórax, que es el nombre que recibe la parte
delantera de su cuerpo y seis ojos en lugar de los ocho habituales que suelen
tener estos animales. Este tipo de araña es muy abundante en Sudamérica en cuyo
continente existen unas 70 especies de Loxosceles,
siendo las más venenosas la Loxosceles
laeta y la Loxosceles reclusa. Loxosceles rufescenes es la única araña
de este grupo presente en la Península ibérica y su veneno es mucho menos potente que el de sus parientes americanas,
por lo tanto menos peligroso. Además creo que es importante destacar que tanto
las Loxosceles, como las viudas
negras se caracterizan por ser poco agresivas, ya que sólo muerden cuando se
las provoca y se las presiona con los dedos u otra parte del cuerpo, como se pueden
leer en este interesante artículo (http://culturacientifica.com/2014/02/06/otro-mito-desacreditado-la-peligrosidad-de-las-viudas-negras/)
. Al contrario de lo que solemos creer, cuando entran en contacto con los seres
humanos su instinto es el de huir y evitar cualquier tipo de enfrentamiento.
Así que una de las principales recomendaciones para evitar su picadura es no
intentar cogerlas ni manipularlas.
Son de hábitos nocturnos y se esconden en sitios
oscuros donde esperan a la presa para saltarle encima, ya que hacen poco uso de
la tela de araña y suelen huir bastante de la luz solar directa. No es una
araña doméstica y suele encontrarse en zonas cálidas de la Península, porque
necesita una temperatura superior a los 15ºC para sobrevivir a la intemperie,
sin embargo, en algunos ocasiones se encuentran en las casas, habitualmente
buscando refugio durante los meses fríos de invierno, pudiendo encontrarse en
sitios estrechos y oscuros, como detrás de los cuadros o debajo de los
armarios.
El síndrome producido tras la picadura de
ejemplares de este tipo de arañas es llamado loxoscelismo, y se caracteriza por una ulceración necrótica de la piel
causada por la toxicidad de las enzimas proteolíticas de su veneno, siendo uno
de los principales componentes la esfingomielinasa D. Las reclusas americanas, Loxosceles laeta y Loxosceles reclusa, tienen un veneno de acción proteolítica y
necrolítica (disuelve poderosamente las proteínas y los tejidos). El daño
provocado por estas arañas es grave, a pesar de que la mordedura suele ser
indolora. Afortunadamente la especie ibérica, Loxosceles rufescens no llega a presentar síntomas tan extremos en
caso de mordedura y los efectos del veneno, a pesar de ser de la misma
naturaleza que los descritos anteriormente, afectan a las personas en menor
medida.
Especie americana: Loxosceles reclusa. Fuente |
Podemos concluir que existen dos cuadros
clínicos de loxocelismo: el cutáneo y el sistémico o
cutáneo-víscero-hemolítico. El loxocelismo cutáneo se caracteriza por la
aparición de una lesión local que comienza con picor y que se va volviendo
progresivamente dolorosa con edema local-regional. En el sitio de la picadura
se forma una vesícula o pápula que puede evolucionar a una placa eritematosa, con
áreas rojo violáceas alternando con otras pálidas, que a los siete días
oscurece formándose una escara que deja una úlcera de lenta cicatrización. En
las formas severas de loxocelismo sistémico hay fiebre alta, mialgias y anemia
hemolítica con ictericia y hemoglobinuria, que puede llevar al fracaso renal
agudo y, en ocasiones, al coma. En
España, no se ha descrito hasta ahora ningún caso de loxocelismo sistémico,
siendo todos del tipo cutáneo ya que son producidos por Loxosceles rufescens.
No hay que confundir a la reclusa marrón
mediterránea con la típica araña de patas largas y cuerpo muy fino que suele
haber en las esquinas de nuestras casas o garajes, esas son totalmente
inofensivas y pertenecen a la familia Pholcidae.
Uno de los riesgos de este tipo de informaciones, si no se difunden de manera
correcta, es que muchas arañas
inofensivas sean aplastadas porque las personas las confundamos con las del
género Loxosceles.
Araña del genero Pholcidae, completamente inofensiva. Fuente |
En cuanto a la información de la alarma en el
barrio de Montequinto, es cierto que se han encontrado algunos ejemplares de Loxosceles rufescens en varias ocasiones
en el barrio, pero me gustaría dejar claro que su picadura solo puede ser grave
en caso de personas que presenten alergia a dicho veneno, como también lo es en
este caso la picadura de una avispa o una abeja. Las administraciones locales
competentes fueron informadas por la “Plataforma por la mejora de Montequinto”
y ya están tomando las medidas oportunas.
Según algunos medios de información, los casos
reales de los que se tiene constancia son tres, de los cuales uno si revistió
cierta gravedad por la edad de la afectada, 11 años, y por presentar alergia a
este tipo de picaduras. Tras ser detectado se sometió a tratamiento y
vigilancia hasta su total recuperación.
En Noviembre de 2013, vecinos y miembros de la citada
“Plataforma por la mejora de Montequinto” pusieron una primera instancia en el
Ayuntamiento de Dos Hermanas, denunciando el caso. Poco mas tarde el día 12 del
mismo mes elevaron la Instancia en la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas
Sociales de la Junta de Andalucía y además llevaron algunos ejemplares
encontrados al departamento de Entomología aplicada de la Facultad de Biología
de Sevilla donde reconocieron al espécimen y confirmaron que se trataba de la
reclusas pardas mediterráneas.
A primeros de este año, un técnico especialista
de Salud Pública del Ayuntamiento de Dos Hermanas, acudió a las zonas donde se
habían detectado realizó un informe donde se indicaban una serie de consejos a
seguir por parte de los ciudadanos, y recomendaba al ayuntamiento que iniciara
algún tipo de actuación para eliminar a las arañas. Según parece por las
informaciones leídas, en estos días se esta procediendo a realizar este
tratamiento.
Las sencillas
medidas recogidas en dicho informe consisten en:
- Retirar y limpiar tras los muebles que llevan
mucho tiempo en el mismo sitio, a ser posible con vapor.
- Tapar los respiraderos de los baños, bien con
una malla metálica muy fina o a ser posible de forma total con un plástico,
aunque se anule la ventilación, ya que es donde viven.
- Utilizar insecticidas domésticos en aquellos
lugares donde es posible que estén.
Con todo esto creo que es necesario dejar claro
que, aunque se han encontrado ejemplares de este tipo de araña que pueden
suponer un riesgo para la salud, en la actualidad los casos han sido muy pocos y tanto los centro de salud, como las
administraciones ya están alertas por su hubiera un crecimiento de los
mismos.
Además es importante afirmar con rotundidad que,
aunque se trata de una araña venenosa, su
veneno no es mortal, y siguiendo unas pautas mínimas, las picaduras no
deben ser extremadamente graves. Solo en el caso de que la persona sea alérgica
al veneno si pueden tener cierta gravedad dependiendo de la reacción alérgica
que se presente, o del tiempo que se tarde en recibir tratamiento.
Una imagen de cerca de Loxosceles rufescens. Fuente |
Sin querer quitarle importancia a estos hechos,
esperamos que esta información sirva para tranquilizar a todas las personas que
han recibido ese mensaje, sin crear una alarma social innecesaria.
Y hay que recordar, como ya se ha dicho
anteriormente, que solo unas pocas
especies de arañas pueden resultar peligrosas y no son en absoluto agresivas para los seres humanos, por lo que el
miedo que tenemos a estos espectaculares animales es, en la mayor parte de los
casos, irracional. También es conveniente mencionar, que su capacidad
depredadora las convierte en unos grandes aliados para mantener nuestras casas
limpia de otros tipos de artrópodos y en el campo son unas buenas controladoras
de plagas.
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Referencias:
Buenas,
ResponderEliminarDespués de haber leído el artículo no me queda claro si la araña que se ha encontrado por Montequinto y responsable de las picaduras en este barrio es la reclusa parda o la reclusa mediterránea. En los carteles y noticias que referencia aparece la reclusa parda, sin embargo en su artículo hace mención a que se ha encontrado Loxosceles rufescens. Gracias por su respuesta.
Un saludo.
Buenas Carmen. Creo que he dejado claro en el artículo que la araña que se ha encontrado en Montequinto es Loxosceles rufescens, que es el nombre científico de la reclusa mediterránea.
ResponderEliminarLas especies americanas, más peligrosas, son Loxosceles reclusa y Loxosceles laeta.
Tanto a la especie ibérica como a las americanas se les suele llamar "reclusas pardas" en general, de ahí tu confusión y por eso creo que es conveniente usar los nombres científicos. Los periodistas en sus informaciones deberían hacer lo mismo para evitar estas confusiones.
Un saludo y gracias por haberlo leído.