La reseña de hoy va sobre un libro en el que su autora demuestra el gran amor que siente por la Química y por la Ciencia, ya desde el propio título: Todo es cuestión de química. La autora, Deborah García Bello, además de licenciada en Química, es compañera de profesión, puesto que también da clases en un instituto, y una grandísima divulgadora científica.
En Todo es cuestión de química, Deborah nos invita a observar el mundo con otros ojos para que nos sorprendamos con las maravillas ocultas detrás de todo lo que nos rodea, según sus propias palabras. Desde el principio nos sorprende con la cercanía con la que habla de la Química presente en su propia vida, desde que era muy pequeña. A mí personalmente me ha recordado mucho a lo que me pasa a mí con la Biología. En ese sentido me he sentido muy identificado con ella y su forma de mezclar su vida cotidiana con los conceptos que explica en su libro es una gran forma de transmitir y de divulgar y supongo que a cualquier lector le llegará más fácilmente lo que cuenta en cada página.
Entre los temas a tratar destacaré aquí algunos que me llamaron más la atención o que me gustaron más, como por ejemplo la química de lo cotidiano, hablando de lápices, grafito, grafeno y diamantes; el mercurio de los termómetros, la lluvia ácida y el zumo de limón, o de los cristales de sal común.
De la Química inorgánica pasa a la Química orgánica, y podemos leer sobre fermentos y enzimas, como catalizadores; de recetas de cocina y reacciones químicas; y del petróleo, el caucho o el celuloide. No hay capítulo que no sea interesante en este libro.
Hay un espacio, que no puede faltar, para desmontar mitos, por ejemplo el muy manido de lo natural vs artificial, los aditivos y los parabenos. En cada página queda claro que no hay vida sin Química, por lo que espero que mucha gente lo lea y empiecen a comprender que esto es así.
También se habla de historia de la Ciencia, con cuestiones como la piedra filosafal y el flogisto. Me gustó mucho leer sobre la luz, desde el punto de vista de la química, ya que aún tengo reciente el libro de Javier Santaolalla, donde habla de ella desde el punto de vista de la Física.
Y una de las cosas que mas me ha gustado de Todo es cuestión de química, es que desde un libro de divulgación científica se pueda hablar con tanto cariño de una persona, como es en este caso la abuela de Deborah, a la que nombra en varios pasajes. Me encantó descubrir como la autora vivía su pasión por la Química en la cocina con su abuela, haciendo yogur o cocido gallego. Maravilloso. Nunca esta de más agradecer y desde aquí le doy las gracias a Deborah por haber hecho posible este libro. Otro imprescindible que no puede dejar de estar en las estanterías de cualquier biblioteca, puesto que es un verdadero manual de Química escrito con mucho cariño.
A mí también me ha encantado, Carlos.
ResponderEliminarMuy aprobé hable para las clases y para la vida!