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lunes, 18 de febrero de 2019

Participación en el curso del CEP de Alcalá de Guadaíra para el Profesorado en Prácticas

El pasado miércoles, 13 de febrero, tuve la oportunidad de participar en un curso de formación del profesorado al que me invitó Carmen Poblador, la directora del CEP de Alcalá de Guadaíra, mediante una llamada la semana anterior.



Carmen Poblador me llamó para comentarme que estaba buscando un ponente para la parte científica, pero quería un enfoque motivador para el profesorado en prácticas, y evidentemente le dije que sí, porque tengo bastante material que se puede usar al respecto, aunando actividades motivadoras con divulgación científica.


Pues resulta que el pasado miércoles me fui desde Arahal hasta el curso con mis compañeros en prácticas de mi centro, el IES La Campiña, los cuales se llevaron una gran sorpresa cuando se enteraron de que uno de los ponentes era yo. El lugar al que tuvimos que ir después de la jornada de trabajo en el instituto era la Ciudad del Conocimiento en Dos Hermanas, y hasta allí nos trasladamos. A mí me habían dicho desde el CEP que me podía ir sobre las 18 horas o así, puesto que me tocaba intervenir en último lugar y la intervención sería sobre las 19:00, pero yo me fui con ellos para estar allí a las 16:30 horas, para el inicio de la jornada, porque así podía ponerme en contexto y hacerlo lo mejor posible, ya que la presión era grande. Cuando te toca exponer delante de tantos compañeros profesores tienes que dar lo mejor de ti mismo, o al menos es lo que pienso yo.


Pues así comenzó el curso, que era ya la última sesión presencial a la que tenían que asistir los compañeros en la fase de prácticas, que tienen todo el mérito del mundo por tener que asistir a jornadas tan largas como estas, puesto que duraría hasta las 20:30, tras haber estado toda la mañana dando el do de pecho en sus respectivos institutos. Y no solo atendiendo a las clases, sino a los requerimientos documentales que tienen por parte de la inspección, que en algunos casos son mas, y en otros menos, pero que no son moco de pavo. Después del esfuerzo que requiere aprobar la oposición, por la que pasaron el pasado verano, ahora tienen que seguir entregando más papeleo y rindiendo cuentas al servicio de inspección, y todo ello sin desatender sus clases, y por supuesto sacando tiempo de donde no lo hay.  Por ello, cuando llego mi turno quise agradecer la presencia de tantos compañeros allí, a pesar de la hora, y por supuesto los felicité por haber logrado superar el concurso-oposición.

La primera exposición corrió a cargo de Alicia García, jefa de servicio de la AGAEVE, que por cierto acabo de oír que la nueva Junta de Andalucía acaba de quitar. Alicia es profesora de inglés, y con ella coincidí en el IES La Campiña el primer año que yo llegué, que coincidió con el último que estuvo ella. Su ponencia versó sobre la web de buenas prácticas educativas de la Junta de Andalucía. Durante su intervención, y a pesar de los fallos técnicos, que impedían la conexión a Internet, comentó el funcionamiento de esta web, donde el profesorado puede compartir sus buenas prácticas docentes, que en función de una evaluación externa, se clasifican en unas u otras pestañas dentro de esta página. Bajo mi punto de vista, quizás para hablar de buenas prácticas, hubiera sido más conveniente comentar alguna buena práctica ya evaluada y puesta en práctica en un centro, y en dicha charla incluir la información sobre la página web. 



A continuación fue el turno de Javier Almodóvar, un compañero profesor de Griego y Latín, que nos habló de la web de CREA, del repositorio de Agrega y de la web de IEDA, donde también se pueden encontrar un montón de actividades interesantes para el profesorado, tanto para los que están empezando, como para los que tenemos ya cierto bagaje y experiencia en las aulas. De nuevo me pareció muy interesante conocer dichos sitios, pero tuve la misma sensación de que quizás no fue la mejor manera de contarlos y transmitirlos. Una mirada hacia atrás al patio de butacas me confirmó que muchos compañeros estaban empezando a desconectar, como me estaba pasando a mí mismo, pero es que ya íbamos camino de las dos horas allí, y eso comenzaba a pasar factura. 


A las 18:30 se hizo un descanso de 10 minutos, que sirvió para desconectar un momento y saludar a compañeros conocidos que hacía tiempo que no veía y que habían asistido al curso. También aproveché para probar rápidamente mi presentación en el ordenador que tenían allí y afortunadamente vi que no se había descuajaringado casi ninguna diapositiva. Con esa tranquilidad comenzó la segunda parte. 

La siguiente ponencia corrió a cargo de una compañera, profesora de Geografía e Historia, que nos habló de como tratar la igualdad en el aula. De hecho ella tiene un premio Rosa Regás al respecto y el contenido de su ponencia fue muy interesante. Pero, como había pasado anteriormente quizás falló la forma de transmitirlos. No quisiera con esto parecer pedante, ni sabiondo, pero poniéndome en la piel de los compañeros que estaban allí y siendo ya la hora que era, no me pareció la forma más adecuada. Me refiero a que mis compañeros hicieron unas exposiciones, a mi parecer siempre, muy académicas, sentados en su silla encima de un escenario enorme, y con una duración total de las conferencias que no invitaban precisamente a conectar con ellas. Confieso que puse todo mi empeño en prestar atención durante todo el tiempo, por ponerme en la piel de mis compañeros, a pesar de que yo no estaba obligado a estar allí, pero me pareció excesivo, tanto por el tiempo, como por la forma. Y me gustaría que no se malinterpretaran mis palabras, puesto que pretendo hacer una crítica constructiva, y no a los compañeros que expusieron, que no dudo que lo hicieron lo mejor que lo saben hacer, sino al propio CEP por la forma de organizar dicho curso. 




Por ello, en cuanto Carmen me presentó, pedí permiso para hacer mi exposición de pie, y simplemente por ese gesto recibí aplausos de los compañeros que asistían al curso. Creo que independientemente de lo que yo haya podido decir o escribir aquí, eso puede ser un buen indicador de que el curso se podría haber organizado de una manera más eficaz.  Tras ello comencé mi exposición, a la que puse como título Motivacción en la clase de Ciencias. Experiencias motivadoras en el aula y en la que intenté aunar los dos temas sobre los que me habían dicho que hablara: Ciencia + Motivación.




La palabra inventada del título Motivacción surgió de unir Motivación, con cuya definicion en el diccionario de la RAE comencé, con acción, ya que mi intervención si dividió en varias partes: una primera parte en la que expuse algunos ejemplos de actividades motivadoras de diferente índole que realizo en mis clases, usando dibujos animados, películas, series...; una segunda parte dedicada a la acción, es decir a como realizar un proyecto científico motivador más ambicioso, para lo que usé el ejemplo de Ciencia Pokémon que hice hace un par de años para participar en la Feria de la Ciencia de Sevilla; una tercera parte donde di algunos tips o consejos sencillos que podemos usar para llevar a cabo este tipo de experiencias; y una cuarta y última parte donde comenté algunos recursos fáciles de localizar y usar para poner en marcha estas actividades y proyectos. 




Como en otras ocasiones, he de reconocer que me lo pasé en grande sobre ese escenario, y ver las caras de satisfacción, las risas, y a los compañeros profesores asintiendo mientras yo hablaba, me hizo saber que había captado su atención, que lo que estaba contando les estaba gustando y que lo que intentaba transmitirles les estaba llegando. El aplauso, o quizás debería decir ovación, que recibí al final de mi exposición, termino de corroborar lo que me llegaba. Tras terminar cerramos el acto y muchos de los compañeros esperaron a poder acercarse a mí para saludarme o felicitarme por mi exposición, gesto que le agradecí a cada uno de ellos personalmente.



Me hizo especial ilusión cuando se acerco una chica, a la que conocí durante el pasado verano cuando me tocó ejercer de tribunal en el concurso oposición a profesorado de Educación Secundaria. Ella fue una de las aspirantes de mi tribunal, y, según mi punto de vista lo hizo maravillosamente. Natalia es una profesora de biología que usa en sus clases la temática zombi para motivar a sus alumnos y conseguir que logren los aprendizajes de cada curso. Si queréis seguirla podéis visitar su web que es genial: http://zombiologia.wixsite.com/natalia o buscarla en twitter  como @nataliaProfeBio. Ella me felicitó a mí por la charla, pero es que la admiración es mutua, porque a mí me parece fantástica su labor.  En cositas como esta se nota también la importancia que tiene compartir experiencias, y para ello la web es estupenda. Y cuando el mundo 2.0 se traslada a la vida real, pues pasan estas cosas y se conocen a personas maravillosas.


Tras todo esto me despedía de Carmen y de los demás asesores del CEP y me fui en busca de mis compañeros, Rosario, Carmen, Marisa, David, Jose Miguel, Juan, Isidoro, Juan Antonio, Manu y Rafa, que se deshicieron en palabras bonitas hacia mi persona - ¡Muchas gracias chicos! -. Me volví con ellos en uno de los coches y pude disfrutar de una agradable charla en el camino de vuelta a casa, a la que llegue a las 9 y pico de la noche, tras una jornada larga y agotadora, pero muy satisfactoria. Precisamente con esas emociones encontradas, me puse a reflexionar sobre la jornada al completo y decidí escribir este post. También tengo pensado hablar con Carmen y transmitirle de viva voz mis sensaciones de la sesión por hacerle llegar un feedback por si se puede mejorar para futuros cursos. Mi propuesta será cambiar las sesiones de cuatro horas por sesiones de una hora, u hora y media como mucho, en la que las intervenciones, de ponentes escogidos desde distintos ámbitos: pedagogía, ciencias, letras, motivación, puedan exponer en sesiones más dinámicas, de un cuarto de hora de duración como máximo, y respetando los tiempos de cada uno, las experiencias o consejos que puedan servir al profesorado en prácticas. No hablo sin conocimiento de causa, puesto que el formato funciona perfectamente en eventos como Naukas o Desgranando Ciencia, y creo que puede ser ideal para mejorar este curso. Un tiempo voluntario de debate posterior, con los cuatro ponentes sobre la mesa y con micrófonos para los asistentes puede dar mucho juego también. Pero bueno, esta es mi humilde propuesta de no experto. 




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