Desde que el pasado 10 de octubre la compañera Marina Sánchez, profesora de Tecnología en la comunidad autónoma de Castilla La Mancha, contactara conmigo vía Twitter para hacerme una propuesta, ya sentí las buenas vibraciones de lo que he podido vivir este pasado fin de semana en Toledo. Marina es organizadora de CiBRA, el festival del Cine y la Palabra, un festival que tiene como una de sus prioridades la alfabetización audiovisual del publico en general y del profesorado en particular, para lo cual desde hace ya unos años montan jornadas para acercar a los docentes el mundo del cine.
De esta manera, Marina me invitó a participar en la VI Jornada de Cine y Educación, en Matadero Lab, en el IES Sefarad, en el bonito entorno de la histórica ciudad de Toledo. Evidentemente no dude en aceptar, y ni corto ni perezoso, Marina me informó de que participaría como ponente de un taller para el profesorado, así como en la Mesa Redonda que tendría lugar en el acto de clausura de las jornadas.
El viernes 16 de noviembre, sobre las 16:30 de la tarde, acompañado por Macarena, partimos en coche hacia Toledo. Más de cuatro horas de viaje que nos llevaron a esa bella ciudad. Llegamos a tiempo para ir a nuestro alojamiento, el hotel Carlos V, en pleno casco histórico, soltar las maletas y disfrutar de una buena cena en uno de los restaurantes de la zona. La primera noche, había empezado muy bien. A la vuelta al hotel ensayé un poco mi charla del día siguiente y nos dispusimos a descansar.
La mañana del sábado 17 amaneció fría, pero con un Sol radiante y espléndido brillando sobre Toledo. Tras un buen desayuno, nos pusimos en marcha camino de Matadero Lab, donde llegamos con tiempo para prepararlo todo para la charla y conocer personalmente a Marina y varias personas estupendas de la organización de CiBRA. La desvirtualización de la gente es una de las mejores cosas que pasan en este tipo de eventos y eso que suelen ocurrir muchas cosas buenas. Tras las presentaciones preparé mi presentación, valga la redundancia, y me dispuse a comenzar, puesto que el horario previsto era de 10:00 de la mañana a 11:30, simultaneando con otros dos talleres que había a la misma hora. El profesorado asistente a la jornada se dividiría entre estos tres talleres y he de decir que mi propuesta tuvo muy buena acogida y los compañeros que asistieron me dieron después una buena retroalimentación.
El título de mi taller era "¿Me voy a estudiar al cine o repaso viendo la tele?", y en él hice un recorrido por diversas series de dibujos animados y películas de animación al principio, películas de imagen real a la mitad y series de televisión al final, que pueden ser usadas de diferentes modos para incluirlas en nuestras clases, tanto desde el punto de vista de las Matemáticas, la Biología, la Física, la Química, las materias de Ciencias en general, y cualquier otra materia de nuestro curriculum. Las Matemáticas en series míticas como los Simpsons y Futurama, o en otras más modernas como Hora de Aventuras, Historias corrientes o El asombroso mundo de Gumball; la Biología en dibujos animados clásicos como la Abeja Maya o la Hormiga Atómica, o en otras recientes como Star contra las fuerzas del mal o Bob Esponja; incorrecciones anatómicas en las arañas de los dibujos animados, o las del Señor de los anillos o Harry Potter, o en los propios superhéroes de Marvel; Geología en Steven Universe y los Vengadores; o historias reales tras las películas live action de El libro de la selva o La Bella y la Bestia; y por supuesto no faltaron menciones a películas como Gattaca o Estallido, zombis, y referencias a series como Stranger Things, Dark, Chernobil, Juego de tronos y el Ministerio del tiempo... Todo ello y más, tuvo cabida en la hora y quince que duró la charla más o menos. Creo que la temática se ajustaba perfectamente a las jornadas y el público asistente estuvo todo el rato conectado con la charla. Tras finalizar pude comentar con algunos de los compañeros que participaron en el taller y muchos me dijeron que habían tomado notas, que habían cogido algunas ideas, que les había servido de inspiración, que les había entrado la curiosidad e incluso que habían pensado como llevar a cabo prácticas parecidas en sus aulas.
Como siempre digo en este tipo de charlas, y sobre todo cuando van enfocadas al profesorado, no pretendo vender con mi propuesta ninguna metodología, ni nueva ni antigua, ni ninguna panacea educativa, simplemente hablar de herramientas motivadoras, tanto para el alumnado como para el profesorado, que se puedan integrar de forma sencilla en el día a día de nuestras aulas y no requieran grandes esfuerzos ni sacrificios. Creo que el mensaje también quedó claro.
Muy satisfecho por el resultado, a las 11:30 se nos ofreció un desayuno, que para mí fue el segundo, en el que pude tomar un café calentito acompañado de churros y seguir departiendo mientras con otros compañeros profesores que habían asistido al taller. También vino a felicitarme en ese momento el chaval encargado de las fotos y vídeos de los talleres, que tuvo que estar grabando entre los tres, pero me dijo que el mío en particular le había encantado, porque aunque él no era profesor, tenía una parte friki importante que nos acercaba un montón. Le agradecí su felicitación y me hizo sentir muy bien también la opinión de una persona ajena al mundo de la docencia a la que le había parecido interesante lo que yo estaba contando.
Tras el segundo desayuno nos fuimos hacia el salón de actos, por cierto de un instituto, el IES Sefarad, que es precioso, y allí fui al escenario para encontrarme con los que serían mis compañeros en la mesa redonda titulada "Las series de TV, ¿una herramienta en el aula? Comunicación sin limites", que serviría de clausura a la jornada y que en principio iba a estar compuesta por: Mariano Barroso, presidente de la Academia de cine, director y guionista; Juan Carlos Tous, fundador de Cameo Media y Filmin; Joaquín Notario, actor; Susana Córdoba, actriz; Roberto Aparici, investigador y catedrático, experto en educomunicación, tecnologías, ciberespacio y análisis de medios; y yo mismo, que fui presentado como profesor especialista en divulgación científica y uso del cine como herramienta pedagógica. La mesa estaría moderada y presentada por Mercedes Ruiz, que también es compañera de profesión.
Mariano Barroso no pudo venir, y en su lugar, estuvo otra compañera de la Academia, Mercedes Miguel, que también es profesora y Doctora en Comunicación Audiovisual y actualmente profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid. Tampoco estuvo Juan Carlos Tous, pero el resto de personas sí, y la diversidad de cada uno de nosotros creo que aportó mucha riqueza a que la mesa se desarrollara bien. Las intervenciones de Roberto y Cristina pusieron el punto de vista de la universidad, las de Susana y Joaquín el punto de vista de los actores y de la industria del cine y la televisión, y yo por mi parte aporte quizás la visión más cercana al público asistente, la del profesor de Secundaria. En cualquier caso hubo buena sintonía e incluso los discursos de Susana y de Joaquín, a pesar de venir de mundos tan diferentes al mío, iban en la misma línea.
Terminó la mesa redonda y todos nos quedamos con ganas de mas, tanto el público como los ponentes, pero había que terminar y lo hicimos con un buen sabor de boca. Tras las fotos de rigor y la despedida del público, desde allí nos trasladaron en taxi al casco histórico, y la organización nos invitó a un delicioso almuerzo en un lugar con mucho encanto, el restaurante Alfileritos 24. Cabe destacar que la comida fue espectacular, pero aún mejor lo fue la compañía. Durante el almuerzo y la sobremesa no paramos de charlar de lo divino y de lo humano, de compartir experiencias y de tocar múltiples temas, por lo que aquellos momentos fueron una prolongación de todo lo bueno vivido aquella misma mañana.
Tras el café nos despedimos de toda aquella buena gente y todavía aprovechamos la tarde Macarena y yo para disfrutar del atardecer y los paseos nocturnos por Toledo, a pesar del frío y del cansancio por dos días tan intensos como llevábamos. Siempre estaré muy agradecido a que el mundo de la divulgación me lleve de aquí para allá, conociendo lugares estupendos de nuestra geografía, pero lo mejor de todo es la posibilidad de conocer gente tan válida, encantadora, simpática, agradable, agradecida, estupenda, maravillosa y digna de admiración, como la que he tenido el placer de encontrar estos días en Toledo.
Como habréis podido deducir por mis palabras en este post, volví encantado de tierras manchegas y con las pilas totalmente recargadas. Y como ya sabéis también que soy un culo inquieto, ya estoy preparado para viajar este jueves a Granada a participar en el VI Desgranando Ciencia, tanto como ponente con una charla, como en el III Curso de técnicas de divulgación, en una mesa redonda. Así que arrancamos de nuevo con otra aventura...
No quiero terminar sin agradecer a todas y cada una de las personas que ponen su granito de arena por la divulgación, ya sea a nivel de educación y docencia, como a nivel de divulgación científica. Todo suma y por ello, ahí estaremos en lo que podamos aportar aunque sea un poquito. Gracias a Marina Sánchez por el primer contacto y por haberme tratado tan exquisitamente en todo momento, no es lo habitual encontrar a gente que te abra las puertas de su casa y de su corazón de esa manera. Gracias también a Nerea Tello, que, a pesar de que no hayamos podido desvirtualizarnos, sé de buena tinta que ha estado a tope con la organización de CiBRA y ha hecho todo lo que estaba en su mano para que los ponentes estuviéramos muy a gusto y bien atendidos. Valga el agradecimiento a Nerea y Marina como extensivo a toda las personas de CiBRA Y del CRFP de Castilla-la Mancha que han hecho posible este encuentro. Gracias, como no, a Mercedes Ruiz, una persona increíble, que me dio la tranquilidad que necesitaba cuando nos explicó cómo iba a plantear la mesa redonda. Gracias también a Susana Córdoba, una gran actriz, pero mejor persona, todo corazón y cercanía, y con unas ganas de transmitir y comunicar que se contagian solo estando al lado de ella. Por supuesto no dejamos pasar la oportunidad de declararnos como Ministéricos ante Susana (fans de la serie El Ministerio del tiempo), cuyos personajes en esta serie, Blanca y Elena, aportan un matiz de complejidad y misterio a la trama que nos fascinó desde el primer momento que vimos como interpretaba a estas dos grandes mujeres de épocas tan diferentes. Gracias a Joaquín Notario, una persona atenta, sencilla y cercana, que nos dejó conocerlo un poquito más ya desde el momento en el que compartimos taxi. Y gracias también a Roberto Aparici, que aunque tuvo que dejarnos rápidamente en el almuerzo, pudimos disfrutarlo en la mesa redonda. Su defensa de la escuela pública creo que fue totalmente necesaria en un evento como el que estábamos participando. Pero quizás a los que haya que dar más gracias es a los profesores que asistieron a las jornadas, no solo cuando yo participé, sino durante todas los talleres y charlas anteriores. En mi caso, tengo que agradecerles a estos compañeros que asistieran a mi taller a las 10 de la mañana de un sábado en la que podrían haber estado durmiendo, o con la familia o haciendo cualquier otra actividad interesante. Y ya termino con los agradecimientos, dando las gracias a Macarena, por estar siempre ahí, por su compañía, por comprender lo que me llenan y gratifican estas historias de divulgación y lo importantes que son en mi vida. A todos, ¡mil gracias!
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