Sabes más que Briján, de Andrés Alcalá [Mini-reseña]

Ayer terminé de leer la novela "Sabes más que Briján", de mi querido compañero, paisano y colega biólogo Andrés Alcalá Aguilar, de Ediciones Pangea. Conociendo el buen hacer de Andrés, con el que comparto carrera, vocación y profesión, no me ha sorprendido nada lo bien que ha montado este relato, que se me ha hecho corto y que he leído casi del tirón. 

La novela está centrada en el viaje que realizó Washington Irving en 1829 por Andalucía, desde Huelva a Sevilla y a Granada, que sirvió para proyectar una imagen romántica de Andalucía en el resto del mundo, lo que atrajo a multitud de viajeros curiosos por conocer nuestra maravillosa tierra. Andrés aprovecha este viaje real para contar qué sucedió a su paso por el que es nuestro pueblo, conocido por aquel entonces como El Arahal - aunque todavía hay gente que lo nombra sin quitarle el artículo -, novelizando parte de lo acontecido para poder contar una interesante y bonita historia, que además explica el origen de un dicho muy popular en nuestra tierra.

"Sabes más que Briján" es el título de esta novela, además de una frase muy dicha por los habitantes de Arahal, además de por los de otras zonas de Andalucía, que hace referencia a cuando una persona hace alguna pillería sin maldad, como bien nos explica Andrés en el libro. Me han encantado las historias que entremezcla brillantemente el autor, en parte ficticias y en parte históricas, para conformar un bonito relato en el que se refleja muy bien la cultura y el modo de vida de aquella época en un pueblo pequeño de la Campiña sevillana. 

Además tiene misterio, intriga, leyendas y está situado en el pueblo en el que he crecido y vivido la mayor parte de mi vida, por lo que, al meterme en la piel de los protagonistas y vivir con ellos sus aventuras, ha sido como coger una máquina del tiempo y conocer una época muy diferente en las misas calles y con los mismos edificios que aún siguen estando allí hoy en día. Me ha gustado mucho esa experiencia y ha despertado en mí, aún más curiosidad por conocer diferentes episodios de la historia.

Así que no me queda más que agradecer a Andrés que haya escrito esta agradable novela, que además me ha dedicado convenientemente. Para mejorarlo aún mas, he de decir que las ilustraciones son de Aníbal Salvador, otro compañero docente que me ha sorprendido por esta faceta artística que desconocía. Ha sido una lectura que he disfrutado mucho y que no dudo en recomendar, sobre todo a aquellos curiosos de conocer parte de nuestro pasado y a la gente que gusta de la novela histórica bien documentada y bien hilada. ¡Enhorabuena Andrés!