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lunes, 17 de noviembre de 2014

Anatomía tipográfica 7

Algunas costumbres son buenas, y además bonitas, y, en este blog, durante el mes de noviembre, ya hace unos años que me gusta compartir las obras de arte artista vienés Andreas Scheiger, que nos muestra una serie que hemos dado en llamar Anatomía tipográfica.

¿Bolas de nieve o letras anatómicas...?

En esta séptima entrega veremos quizás las que sean más extrañas de todas las vistas hasta ahora, ya que muestra a cuatro letras de nuestro alfabeto en un momento muy temprano de su desarrollo embrionario, y metidas en sus bolas de cristal, a modo de útero, podemos observar como se abren paso a la vida, aún unidas por el cordón umbilical a la placenta que las alimenta. Pero esto tiene una explicación, ya que en la entrega anterior nos presentaba algunas letras embarazadas o con sus crías o su puesta, por lo que el desarrollo embrionario era lo que faltaba por mostrar.



- La primera de las letras-embrión de hoy es una pequeña f minúscula, rosada y cabezona, en la que podemos distinguir sus vasos sanguíneos a través de su fina piel. En su zona superior se ve una zona más oscura que parece ser una masa de células en desarrollo en el interior, que podría corresponder con la masa cerebral, o con un futuro ojo. Un par de extremidades superiores parecen esbozarse en este delicado cuerpo.

Desarrollo embrionario de la f

Detalle del embrión de f


- La siguiente bebé-letra es una bebé k, aunque por lo pequeñita y poco formada que está aún bien podría ser una bebé b minúscula, pero me decanto mas por la primera. Creo que es una k porque se intuyen las patitas características de esta letra que están empezando a crecerle. La extremidad superior, por encima del cordón umbilical y la inferior por debajo, mientras que el eje principal del cuerpo ya está muy desarrollado. Al igual que en el caso anterior también podemos ver venas y arterias por debajo de la piel.

Desarrollo embrionario de la k

Detalle del feto de k

- El siguiente ejemplar es una pequeñísima e minúscula, pero perfectamente formada, mostrando su sencillez y su gran ojo superior por el que se le reconoce fácilmente. Al contrario que los anteriores, su piel no es rosada sino azulada, pero también deja ver los vasos conductores de su interior.

Desarrollo embrionario de la e

Detalle de un e-mbrión

- Y la última letra anatómica de hoy es una p, suponemos que en un estadio más avanzado que la e, puesto que a pesar de las similitudes se la ve como más grande y despierta y parece que empieza a mirar curiosa a su alrededor. Su piel vuelve a ser rosada y también notamos los vasos sanguíneos como en todas las de hoy. El cordón umbilical destaca sobre el tono pálido de su piel por tener un tono rosa más fuerte.

Desarrollo embrionario de la p

Una pequeña p embrionaria

Si os han gustado estas curiosas letras que parecen seres vivos, no dejéis de echar un vistazo a las que publicamos en años anteriores, ya que encontraréis un montón de curiosidades alfabéticas más, como disecciones, cortes, esqueletos, puestas, fósiles... todo maravillosamente detallado por su autor, el gran Andreas Scheiger.

Las cuatro letras embrionarias




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