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miércoles, 10 de junio de 2015

Pueblos con nombres de animales (3). Vaca y toro

Continuamos con una nueva entrega del monográfico de pueblos con nombres de animales que iniciamos el pasado lunes y en el que ya hemos mencionado los nombres de localidades relacionadas con los cuervos, los osos y las cabras. Es el turno hoy de las vacas, becerros, toros y demás referencias a estos bóvidos domésticos.

Toro, vaca y buey




Vaca y toro son el nombre para la hembra y el macho, respectivamente, de la especie Bos primigenius taurus, que ha convivido con el hombre desde su domesticación hace ya unos 10000 años en Oriente Medio. Son varias las localidades españolas que toman su nombre de estos animales y a continuación veremos algunas de ellas.

#16. El Toro (Castellón). Como no podía ser de otra manera, en el escudo de esta localidad valenciana ubicada en la provincia de Castellón, no podía faltar la imagen de un toro. Los íberos en el año 250 a. de C. ya se asentaban en la zona, que desde entonces ha estado siempre habitada en las siguientes épocas. El origen de esta denominación parece provenir de los radicales prerromanos Tor o Tur que pasaron a derivar en latín como Turris, que sería un significado asociado a montes, montañas,  torres o castillos, es decir lugares elevados. En el propio escudo aparece también la torre del Castillo de El Toro. Otros estudiosos lo han identificado con el origen Torus, es decir, protuberancia en el terreno o montículo. Los árabes que se establecieron en la comarca identificaron esa palabra con el significado de montaña para referirse a la serranía del término. En la antigüedad al río Palancia, que pasa por la zona, se le llamó Serabis, por lo que algunos lingüistas defienden que el origen de esta palabra está en dos vocablos hebreos o egipcios, Sher o Ser (que significa toro o buey) y Apis (el nombre de un dios egipcio).

Escudo de El Toro. Fuente

Otras teorías de los siglos XVI y XVII, hablan de la posibilidad de que El Toro se llamara anteriormente Podio o Castellar y en un documento del año 1613, "Anales del Reyno de Valencia", su autor, Francisco Diago, señala "(...) de Etobesa, que agora es el Toro.", aunque muchos coinciden en que Etobesa se localizaría en Bejís o Jérica, que también eran núcleos importantes de la zona.

#17. Toro (Zamora). El término municipal de Toro se encuentra a orillas del río Duero, en la provincia de Zamora, y su historia se remonta a la Edad de Hierro, de la cual se han encontrado varios vestigios. Existe una escultura tipo verraco aún hoy en día en la ciudad, que se asemeja a un toro, aunque la palabra verraco haga referencia a cerdos como ya explicamos en la primera entrada de esta serie. La localización de este verraco hace pensar que en aquella zona había un castro, que algunos investigadores asocian con la antigua ciudad de Arbucala. La actual Toro, fue fundada en el año 570 por el emperador Leovigildo, siendo bautizada como Villa Gothorum

Mapa de Toro de 1863. Fuente

Durante la Edad Media, Toro, llegó a ser una de las ciudades más prosperas del Reino de León por su producción vitivinícola, de lo que queda constancia en una frase que se le atribuye a Alfonso IX, rey de León: "Tengo un Toro que me da vino y un León que me lo bebe". En el escudo de la actual Toro podemos ver a ambos animales, como símbolos de la localidad. 

Escudo de Toro. Fuente

La mayoría de los toresanos, que así se llaman la gente del lugar, piensa que el nombre de la localidad viene por el verraco que hemos comentado anteriormente, siendo ésta la hipótesis más aceptada. Una segunda hipótesis toma como referencia del origen del nombre la época romana, basándose en que el cónsul que mandaba en las tropas asentadas en la ciudad era Estatilio Tauro, y de dicho apellido se originó el nombre de Toro. Una tercera hipótesis se basa en la situación geográfica de Toro, que está situada en un cerro elevado sobre la vega del Duero, lo que podría denominarse un otero, y precisamente de esa palabra vendría el nombre de Toro.

Vista de Toro desde el Duero, acuarela de Edgar T. A. Wigram. Fuente

En la provincia de Zamora existen algunos pueblos más que toman el nombre de Toro para formar su denominación, como son La Bóveda de Toro, Morales de Toro y Pinilla de Toro, puesto que entran dentro de la demarcación de la Tierra de Toro que hizo Alfonso VII, quien concedió a Toro estas tierras

#18. Villatoro (Ávila). Esta pequeña localidad de apenas 200 habitantes también debe su nombre a los verracos de piedra que se encuentran en ella y que también se pueden ver en su escudo y su bandera. Los verracos de Villatoro se encuentran en una plaza de dicha población. El origen del nombre de la localidad probablemente proceda de Villa de los toros, por los verracos. En Burgos había otro Villatoro, que pasó a ser integrado en la ciudad, como un barrio más de ésta, cuyo nombre tiene un origen muy parecido al que comentamos para la ciudad de Toro, puesto que parece que proviene de Villa Gotorum (Villa de los godos) o Villa Otero (Villa de la colina).

Escudo, Verracos y mapa de Villatoro. Fuente


#19. Segura del Toro (Cáceres). Esta localidad extremeña recibe su nombre también por un verraco de origen vetón que se encuentra en el pueblo. Los vetones eran un pueblo guerrero y ganadero que habitaban en el Valle de Ambroz. El mismo verraco, con un gran nivel de detalle, que incluye algunas de sus grietas, lo podemos observar en el escudo del municipio. 

Escudo, Verraco y mapa de Segura de Toro. Fuente


#20. Montoro. (Córdoba). Ya hablamos anteriormente de la raíz prerrománica Tor- o Tur-, con el significado de montaña, que han dado lugar a topónimos que se han asociado tanto con torres como con toros. En este caso el nombre de Montoro sería una tautología, o afirmación redundante (Tanto Mont- como -toro tendrían este significado de monte o montaña, al encontrarse en la zona de contacto entre Sierra Morena y el valle del Guadalquivir). De esta asociación queda constancia también en el escudo de este municipio cordobés de unos 10000 habitantes.

Toro sobre un monte en el escudo de Montoro. Fuente

#21. Caravaca de la Cruz (Murcia). A pesar de que el nombre nos haga pensar en la cara de este animal y de que incluso el animal completo aparezca en el escudo de esta localidad murciana, parece ser que todos los estudios toponímicos apuntan a que el origen de esta denominación nada tiene que ver con estos animales domésticos productores de leche.

Vaca en el escudo de Caravaca de la Cruz. Fuente

Pareces ser que el nombre Caravaca tiene origen ligur y árabe, procediendo de raíces semánticas relacionadas con la piedra, seguramente en alusión a las características pétreas del suelo sobre el que se asentaron los antiguos habitantes de la zona. Es probable que en origen esta localidad fuera Carca, ya citada por Ptolomeo, a la cual posteriormente los árabes llamaron Carictuca. La raíz Carab- que daría lugar a estos nombres, podría proceder a su vez de Kar, que significaría piedra.

Castillo de Caravaca de la Cruz. Fuente

#22. Valdevacas de Montejo y #23. Valdevacas y Guijar (Segovia). Estas dos pequeñas localidades segovianas de treinta y pocos y apenas cien habitantes, respectivamente, toman su nombre de su situación geográfica, junto con al abundancia de ganado vacuno acompañando a la gente de la zona desde hace siglos. Entre los cultivos y ganado que se citan en escritos de épocas pasadas siempre son citados como fundamentales los ejemplares de ganado vacuno y de ahí que el nombre de ambas localidades sea prácticamente una traducción literal de Valle de las vacas.

Valdevacas y Guijar. Fuente

#24. Illán de Vacas (Toledo). Este municipio al borde de la extinción, con solo 3 habitantes contabilizados en 2014, situado en la provincia de Toledo, se ha convertido en la pedanía con menor número de habitantes de España. El término de Illán deriva del latín Iulianus, por lo que el nombre del lugar puede provenir del culto a San Illán o San Julián. El segundo término del nombre, Vacas tiene origen indoeuropeo, ya que procede de la raíz Wakka- o Waka-, que significa precisamente eso, vaca. Existe un documento de la segunda mitad del siglo XVI que dice que el lugar se llamaba Vacas y que en él vivía un bienaventurado llamado Illán, y de ahí el nombre, aunque es más probable la primera versión de la toponimia de Illán de Vacas.

Illán de Vacas. Fuente

#25. Cabeza la Vaca (Badajoz). Esta localidad de la comarca de Tentudia tiene su origen se encuentra en una villa romana que después pasó a ser un vicus visigodo, momento en que alcanzó su máximo esplendor entre los siglos V y VI. En la época califal, en el siglo X, supuso un periodo de eliminación de estos pequeños núcleos, refugios de rebeldes frente al poder de Córdoba. La repoblación tras la reconquista dio lugar al nacimiento de la actual Cabeza la Vaca, por parte de la Orden de Santiago.

Cabeza la Vaca. Fuente

El nombre del pueblo se desconoce a qué se debe, y algunos estudios asignan su fundación al Maestre de la orden de Santiago, Pedro Fernández Cabeza de Vaca, mientras otros hablan de que la localidad ya se llamaba así antes de la existencia de dicho personaje. En origen esta población se llamó Cabeza la Vaca de León. En el escudo aparecen tanto los leones como la cabeza de vaca.

Estudo de Cabeza la Vaca. Fuente

#26. Tornavacas (Cáceres). Y de Badajoz nos vamos a Cáceres, al pueblo de Tornavacas, que tiene una curiosa historia asociada a su nombre, que ha llegado a convertirse en la versión más aceptada del origen de este topónimo, el cual da nombre tanto al municipio como al valle donde se asienta. Se supone que durante la Reconquista, en el siglo X, el rey Ramiro II de León dio la orden a su lugarteniente para que regresara la manada de vacas, que con teas encendidas en sus cornamentas, habían servido para asustar y poner en fuga al ejército musulmán. El lugar donde dieron la vuelta los animales, era precisamente la zona donde se asienta esta localidad, que pasó a llamarse Tornavacas. En el escudo de la localidad aparecen dos vacas con teas encendidas atadas a su cornamenta, como son citadas en la historia.

Escudo de Tornavacas. Fuente

#27. Escuernavacas (Salamanca). Se trata de una localidad del municipio de Moronta, en Salamanca,  que contaba solo con 55 habitantes en 2012. El curioso origen de su nombre tiene mucho que ver con el origen de sus repobladores medievales, ya que tanto la denominación Escornavacas, recogida en algunos documentos medievales, como el actual Escuernavacas, recogida en otros, nos muestran un nombre íntimamente relacionado con la lengua leonesa y la gallega. Escorna vendría del gallego, mientras que Escuerna del leonés. En cualquier caso se refiere a la orografía escarpada del paisaje y del peligro que suponía para el ganado, y por supuesto para las personas.

Y tras el repaso a los pueblos que llevan en su nombre a las vacas y a los toros, vamos a continuar el post con algunas localidades cuya denominación deriva del nombre de los toros mansos, es decir los bueyes:

#28. Cabeza del Buey (Badajoz). Seguimos en Extremadura, donde podemos encontrar el municipio de Cabeza del Buey, en la comarca de La Serena, en Badajoz. En esta zona hay constancia de asentamientos humanos desde la prehistoria, por las numerosas cuevas que podían darle cobijo a estos pobladores primitivos y dónde se han encontrado numerosos restos y pinturas rupestres que dan fe de ello.

Pinturas rupestres en Cabeza del Buey. Foto de Victor Manuel Pizarro

Es en la época árabe donde podemos encontrar el origen de la actual denominación, puesto que algunos lingüistas y expertos en cultura árabe han relacionado la palabra buey con una deformación de la voz árabe buwayd que significaría puertecillo. Durante la reconquista, entre las localidades recuperadas por los cristianos se encuentra una llamada Bued, pero no es hasta el año 1238 cuando tenemos constancia por escrito del nombre actual, ya que existe un documento donde aparece por primera vez escrito como Cabeçalbuey, refiriéndose a la zona del Rincón del Zujar y al poblado musulmán de Bued, al cual empezaron a llamar con esta denominación, Cabeçalbuey, tras la reconquista. La cabeza de un buey aparece en el escudo de la población, que actualmente cuenta con unos 5200 habitantes aproximadamente.

Escudo de Cabeza del Buey. Fuente

#29. Carcabuey (Córdoba). El origen del topónimo de esta población del sur de Córdoba lo encontramos en la misma raíz árabe que comentamos en Cabeza del Buey, puesto que era conocida como Karkabul, con el significado de puertecillo de montaña. El pueblo se asienta entre los macizos de Cabra-Luque y Rute-Horconera y cuenta con elevaciones en sus alrededores de más de 1300 m de altitud.

Castillo de Fuente Úbeda en Carcabuey. Fuente

#30. Mombuey (Zamora). Está emplazado en la provincia de Zamora y cuenta con poco más de 400 habitantes y su historia se remonta a la época medieval, de donde llegan registros de que su nombre puede derivar de una elevación "monstruosa" de la zona del valle del arroyo Valchano, que era llamada Monte ad Boviam, Monte Bove o Monte Boe (Monte de la Vaca). Dada la morfología del espacio implicado, existen vestigios de asentamientos castreños en los términos colindantes de los picos Otero de Centenos, Lanseros y Fresno de la Carballeda. De ellos destaca el de Fresno, denominado «Castro del Buracote» que ha sido datado en la Edad del Hierro II y en el que aún se conservan algunos tramos de muralla, foso colmatado y campo de lajas hincadas, por lo que ahí podría encontrarse el origen de Mombuey. La localidad pacense Valencia del Mombuey, toma este nombre después de ser repoblada por gente de Mombuey.

#31. Campillo de Altobuey (Cuenca). Aunque hoy en día apenas llega a los 2000 habitantes, históricamente hay datos de que en ciertas épocas duplicaba dicho número. El nombre de esta localidad nada tiene que ver con los animales que hilan este post, y puede provenir de los términos Campillo (refiriéndose a campo pequeño) y Altobuey o Alta-buey, nombre que se daba a los sistemas montañosos de poca altura (bueyes = colinas). Campillo se encuentra rodeado de este tipo de colinas bajas, por lo que tiene sentido esta teoría.

Azulejo de bienvenida a Campillo de Altobuey. Fuente

Y terminamos la extensa entrada de hoy refiriéndonos a las crías de los toros y las vacas, los becerros:

#32. Peal de Becerro (Jaen). Se encuentra en la comarca de la Sierra de Cazorla y no se tienen datos concretos de su nombre hasta el siglo XIII, año en el que se firma un documento de entrega de la aldea a la villa de Quesada.

Peal de Becerro. Fuente

Muchas historias populares relacionan su nombre con una piel de becerro, la cual aparece también en su escudo. Una de ellas cuenta que el pueblo se asienta sobre un terreno con forma de piel de becerro extendida, mientras que otras hablan de una asociación de su nombre con un tipo de calzado hecho en la zona, llamados peales de becerro. Una tercera historia habla de que el nombre surgió cuando la reina Isabel la Católica visitó el lugar y los aldeanos, a su paso, extendían pieles de becerro, para que no se manchara con el polvo o el barro del terreno.

Piel de becerro en el escudo de Peal de Becerro. Fuente

#33. Cuevas del Becerro (Málaga). Finalizamos con esta localidad de unos 2000 habitantes de la provincia de Málaga. El origen de su nombre no está nada claro y solo podemos atender a varias leyendas que intentan dar explicación a dicha denominación. Dice una de estas leyendas que el pueblo recibe su nombre de un becerro de oro que encontraron en una de sus cuevas, que en la actualidad quedan ubicadas en la ladera Norte. Otra historia parecida habla de que esas cuevas eran utilizadas para dar cobijo a un becerro semental, al cual los lugareños llevaban a sus vacas para que las cubriera. Tanto las cuevas como el becerro aparecen en el escudo del municipio.

Escudo de Cuevas del Becerro. Fuente

Los toros y las vacas, Bos primigenius taurus, descienden de la subespecie de uro salvaje euroasiático conocida como Bos primigenius primigenius y desde que fueron domesticados, su ganadería se ha extendido por todas las zonas del mundo. Su nombre científico proviene del latín Bos, que significa precisamente toro.

Toro. Fuente
Vaca. Fuente

Los bueyes son machos castrados que se han usado tradicionalmente para tareas agrícolas y para su engorde y sacrificio. En muchos países aún se siguen usando como animales de tiro. Una condición para conseguir que un macho bovino se transforme en buey, es que debe ser castrado después de la pubertad.

Bueyes. Fuente

Becerro y también ternero son los nombres para las crías, mientras que los ejemplares jóvenes son conocidos como añojos cuando cumplen un año, erales cuando tienen más de un año y no llegan a los dos, utreros con más de dos años y menos de tres y cuatreños con más de cuatro y menos de cinco; todas ellas con su modo femenino para designar a las hembras. Se denomina novillo a la res vacuna, de dos o tres años, especialmente si están sin domar.

Becerro. Fuente

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Referencias:

- Toro.

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