Ayer, martes 16 de enero, los alumnos de bachillerato de Ciencias del IES La Campiña, tuvieron la oportunidad de visitar la facultad de Química de la Universidad de Sevilla en el campus universitario de Reina Mercedes, en una excursión que organizó mi compañera Mariló Brenes, a la que yo también los acompañé. La visita se enmarcaba en las jornadas de laboratorio que esta facultad organiza a modo de jornada de puertas abiertas, y gracias a ello estuvimos toda la mañana en los laboratorios realizando experimentos y disfrutando de la Ciencia. La organización corrió a cargo del Dr. Fernando de Pablos, el Dr. Francisco Barragán y a la Dra. M. Carmen Nicasio, a los que agradecemos enormemente la atención que nos prestaron en la visita.
A las 8:30 salimos de Arahal y nos subimos en el autobús que nos llevó a Reina Mercedes, donde directamente nos dirigimos a la Facultad de Química. Allí nos recibieron en el Aula Magna, donde la Dra. M. Carmen Nicasio nos recibió junto con los chavales y profesores de otros centros que también participaban ese día. Nos dieron la charla de bienvenida y nos distribuyeron en dos grupos que nos dirigimos inmediatamente hacia los laboratorios, donde comenzaron a explicarnos algunas normas básicas de seguridad en las instalaciones.
Tras entregarle a cada uno de nuestros alumnos una bata de laboratorio y un par de guantes, hacer que dejaran pertenencias apartes y se recogieran el pelo, comenzaron a explicar los protocolos de algunas de las prácticas que iban a realizar. La primera consistió en hacer que mezclaran una disolución de yoduro de potasio con otra de nitrato de plomo (III) que daría lugar a la formación de yoduro de plomo (II) que es de color amarillo intenso. Al calentarlo a la llama se produce la disolución de este compuesto, por lo que el líquido se vuelve casi transparente otra vez. Cuando se vuelve a enfriar el yoduro de plomo precipitará en forma de unas bonitas escamas doradas, que hacen que esta reacción se conozca como "la lluvia de oro".
El siguiente experimento consistió en una reacción de formación de complejo coloreado de hierro (III) con sulfocianuro de potasio. El producto obtenido tendrá un color rojo intenso que será evidente en el tubo de ensayo.
Una vez obtenido los tres tubitos de colores: amarillo, azul y rojo, pasamos a realizar una práctica relacionada con cálculos volumétricos, en la que hicieron una valoración ácido-base. Tenían que resolver un típico problema de química como los que acostumbran en clase, pero usando para ello el material de laboratorio allí disponible.
Todos aprovecharon muy bien esa parte de la práctica y la disfrutaron al máximo, por lo que nos fuimos al descanso con una buena sensación de haber aprovechado bien esa parte de la mañana. En la cafetería tomamos un desayuno reponedor y estuvimos un rato charlando sobre anteriores ocasiones en las que hemos participado en esta actividad. También, compartimos un ratito con Jose Antonio Prado-Bassas, vicedecano de innovación docente de la Facultad de Matemáticas, y buen amigo, que también nos atendió cuando estuvimos en el campus de Reina Mercedes para el QuiFiBioMat.
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