El libro que toca reseñar esta semana es un libro muy interesante que debe leer cualquier persona que tenga interés por la Ciencia o cualquier persona que tenga interés por la Historia, o cualquiera que tenga interés por la Historia de la Ciencia, o mejor aún, cualquiera que tenga interés, así a secas. El libro es fascinante. El título es "Eso no estaba en mi libro de Historia de la Ciencia", y en el se cuentan tantas buenas historias que no dejará indiferente a nadie. El autor de esta obra, Eugenio Manuel Fernández Aguilar, es un escritor que sabe cómo narrar siguiendo un hilo conductor, sabe cómo engancharte con cada texto y cómo sabe llenar de humor, sorpresa y emoción cada uno de los capítulos. Pero, ¿de qué va este libro? Pues si no queda muy claro por el título, porque es cierto que ni en el colegio, ni en el instituto no teníamos libro de Historia de la Ciencia - Lo cual no está nada bien - se puede resumir que el libro va sobre héroes y heroínas de la Ciencia, personas que dieron su vida por construir un mundo mejor y por satisfacer nuestra curiosidad humana.
Eugenio Manuel Fernández Aguilar, Eugenio para los amigos, es un conocido divulgador científico, nacido en Sevilla, pero gaditano de adopción, que licenciado en Física y profesor de secundaria en un instituto de Secundaria en Rota en Cádiz. En su faceta de escritor ha publicado varios libros de divulgación científica, entre los que se encuentran tres biografías científicas traducidas a varios idiomas: la de Arquímedes, la de Ampère y la de Boyle. Otro de los libros de Eugenio "La conspiración lunar, ¡vaya timo!" es muy apropiado para la fecha en la que estamos, ya que se acaba de cumplir el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna por primera vez, ya que en él se refutan todos los argumentos conspiranoicos que dicen que el hombre no llegó a la Luna. Muy recomendable también. También es autor de libros de texto de ciencias para Educación Secundaria en la editorial Algaida-Anaya. Por si todo eso fuera poco, escribe en sus blogs "Ciencia en el XXI" y "Ciencia en blanco y negro".
La obra "Eso no estaba en mi libro de Historia de la Ciencia" nos traslada a un viaje a otras épocas que nos lleva a conocer a 150 héroes y heroínas de la Ciencia poniéndonos en su perspectiva histórica y contándonos algunas de las cuestiones más relevantes de su vida y hechos, y terminando con la muerte de estos. De hecho en este libro vamos a encontrarnos con muertes de todo tipo, desde las más normales hasta las más estrafalarias. Pero no se confunda nadie, el libro no es un triste libro de muerte, sino un libro de vida, de gente que dio su vida para hacer un mundo mejor.
El libro está dividido en cinco capítulos temáticos entre los que se distribuyen los 150 científicos que comentábamos antes: El capítulo 1 se titula El mártir de la medicina peruana y otros casos de laboratorios mortales, donde se recogen los fallecimientos de hombres y mujeres en laboratorios, normalmente a causa del contacto o la ingestión de sustancias químicas diversas.
El capítulo 2 se llama El médico que murió de una paliza y otras historias de científicos asesinados, donde leeremos sobre personas cuyas vidas fueron sesgadas, impidiendo así que terminaran sus estudios e investigaciones, en muchos de los casos.
El capítulo 3 lleva por titulo El naturalista que se lanzó al Sena y otras historias de muertes voluntarias, donde se recopilan los suicidios de científicos y científicas que recurrieron a lo que tenían más a mano: los físicos a la gravedad, los químicos a productos diversos, los biólogos al veneno de diferentes animales.
El capítulo 4 es El entomólogo que murió leyendo un Whatsapp del siglo XIX y otras historias de científicos con mala pata, donde los decesos que se relatan se corresponden con accidentes o episodios de mala suerte que tuvieron dichas personas.
Y el final, el capítulo 5, se titula El herpetólogo que redactó su muerte en un diario y otros casos de personas víctimas de la naturaleza salvaje. Catástrofes naturales, volcanes y animales protagonizan este último recorrido por los fallecimientos de personas dedicadas a la investigación científica.
He de reconocer que es la tercera vez que leo el libro, puesto que tuve la suerte de ser uno de los "lectores cero" de Eugenio, que confió en mí para que hiciera una primera lectura, revisión y corrección de esta obra. Me mando el borrador un sábado por la mañana y el domingo ya lo había leído dos veces y le había enviado las correcciones pertinentes. Sobra decir que me encantó ese primer contacto y me ha gustado más aún ahora que he leído la versión definitiva. Es uno de esos libros que cuando caen en tus manos no puedes parar de leer porque la curiosidad te puede y quieres saber más y más.
La generosidad de Eugenio ha hecho que me eligiera un par de veces para hacer la presentación de su libro, una vez en Sevilla y otra en Alcalá de Guadaíra, y en las dos disfruté mucho, hablando brevemente tanto de él como de su obra, para darle paso a que nos diera algunas pinceladas de ésta en unas magníficas y divertidas charlas. ¡Ah, por cierto, también tengo el libro de Eugenio firmado por él, y me lo firmó en un avión...!
Entre mis partes favoritas se encuentran la dedicada al farmacéutico estadounidense John Kirk Townsed que dedicó parte de su vida al estudio de varias especies de aves, como la reinita de Towsend, Setophaga townsendi; o el apartado dedicado a Jervis Pendleton II donde se hace mención a los opiliones y a los fólcidos, vulgarmente conocidos como "Daddy long-legs"; o las ilustraciones de Louis Agassiz; también disfruté mucho con El biólogo que recogió semillas para luchar contra el hambre y acabo muriendo de desnutrición, Nikolái Vavílov; o la domadora de serpientes Grace Olive Wiley. Pero mi favorito de todos es el dedicado a "los Ángeles de Leakey", en especial a la gran Diane Fossey.
En definitiva nos encontramos con un libro muy didáctico, ameno y entretenido, que como ya he dicho te traslada a otras épocas y te lleva a conocer la vida y muerte de tantos grandes hombres y mujeres que dieron su vida por la Ciencia. Unos pocos de los que aparecen son bien conocidos, pero la mayoría no, y leyendo el libro de Eugenio te das cuenta de la falta que hacía que hubiéramos tenido ese libro de "Historia de la Ciencia". Sin duda se trata de un libro bastante inspirador y que hará las delicias de cualquier persona curiosa que se haga con él. Puedo decir, sin duda, que es uno de los mejores libros de divulgación científica que he leído últimamente, y llevo muchos, y por supuesto no tiene nada que ver la amistad que tengo con el autor. Sí, Eugenio es un gran escritor, pero puedo decir que además es una gran persona, una mente inquieta y un tío con un sentido del humor increíble. Me siento muy afortunado de encontrarme entre sus amigos y ya estoy deseando encontrarme con él para compartir algún evento de divulgación, para que me cuente de que va su próximo libro o simplemente para tomarnos unas cervezas. ¡Muchas gracias por esta gran obra, amigo!
¡Ah, que no se me olvide! También tengo que felicitar a Eugenio porque recién ha conseguido sacar una segunda edición de esta magnífica obra, así que ¡enhorabuena! y a por más.
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