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jueves, 8 de agosto de 2019

Un esquimal en Nueva York y otras historias de neurociencia, de José Ramón Alonso [Mini-reseña]

Esta pasada semana toco el turno de otra gran lectura que recordaré de este verano: el libro de mi amigo José Ramón Alonso, titulado Un esquimal en Nueva York y otras historias de neurociencia. El título ya es un anticipo de lo que nos vamos a encontrar, ya que Un esquimal en Nueva York es el primer capítulo y después vienen un montón de historias más, cada cual más interesantes, pero todas ellas con un hilo común, la neurociencia.





Comencemos esta vez la mini-reseña hablando del autor, y es que a José Ramón tengo la enorme suerte de conocerlo desde hace ya muchos años, puesto que somos compañeros en Naukas y, además de ser muy buena persona, de ser un gran científico, es, como digo casi siempre que surge la conversación de hablar de él, uno de los mejores contadores de historias que conozco, tanto en su faceta de escritor, como en su faceta de ponente en charlas científicas. 

José Ramón Alonso Peña nació en Valladolid en el año 1962, y es Doctor por la Universidad de Salamanca, además de Catedrático de Biología Celular y Director del Laboratorio de Plasticidad neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León. Ha publicado más de 15 libros y numerosos artículos científicos, y colabora con diversos medios como El País, ABC, el Mundo. Su faceta de divulgador y contador de historias le ha llevado a ganar varios premiso y concursos, tanto de divulgación científica como de relatos y cuentos. Y por si fuera poco también es profesor visitante e investigador en la Iniversidad de Frankfurt, la Universidad de Kiel, la Universidad de California-Davis y el Salk Institute for Biological Studies de San Diego. En nuestro país ha sido Rector de la Universidad de Salamanca. Podéis encontrar más de él en su blog Neurociencia.

Jose Ramón Alonso. Fuente

Como decía antes, la primera historia es Un esquimal en Nueva York y nos cuenta la vida y desgracias que sufrió Minik Wallace un pequeño esquimal al que sacaron de su hogar para hacer dinero con él y que tuvo que sufrir mucho a cuenta de los estudios del cerebro que hicieron, entre otros, con su padre.

De aquí saltamos a La carne de dios, centrado en los hongos alucinógenos y su capacidad para alterar la percepción de la realidad por parte de nuestro sistema nervioso.

Continua con El duelo del elefante, hablando de las neuronas de von Economo y su relación con la capacidad para comprender el concepto de la muerte, el duelo, el sentimiento de pérdida... que tienen algunos animales como los homínidos, los elefantes y los cetáceos. Muy interesante y conmovedor al mismo tiempo.

Neuronas de Von Economo. Fuente

El misterioso cuadro de Leonardo da Vinci sirve para dar título al capítulo, La sonrisa de Mona Lisa, donde se dan explicaciones científicas al porqué nos resulta tan fascinante esta obra estática en la que se crea un efecto dinámico.

Muy divertido y original es Las leyes de Alonso, con un montón de consejos para investigadores y jóvenes científicos. Una verdadera joya de la creatividad, el buen humor y la divulgación de la ciencia. Imperdible.

José Ramón busca explicaciones a cuestiones tan interesantes como por qué no hay apenas mujeres entre las jugadoras de ajedrez y menos aún entre los grandes campeones de este deporte mental. Desde los orígenes del juego hasta los estudios relacionados con el uso del cerebro de los diferentes jugadores nos llevan a reflexionar sobre esta pregunta en el capítulo Las reinas del ajedrez.


Y otro tema controvertido y a la vez actual es el del cambio horario, su origen y las razones por las que se lleva a cabo en unos sitios sí y en otros no, se tocan en el capítulo titulado Benjamín Franklin y el cambio horario.

¿Pueden influir las lágrimas humanas en nuestro estado de animo y en nuestra conducta? ¿incluso las lágrimas de otras personas? Pues lo descubrimos en Lágrimas de niño y de mujer. Interesantísimo y curioso, a la par que sorprendente.

Otro capítulo que sorprende es el de La neurona de Belén Esteban, por lo bien que está contado, lo divertido que es, y como todos los demás del libro, lo interesante. Por supuesto no es imprescindible para leerlo y comprenderlo conocer a Belén Esteban, ¡faltaría más!

No ligan y se dan a la bebida, con este título comienza la explicación del por qué de que muchos fracasos amorosos y calabazas terminen en borracheras como un piano. Una vez más la clave está en nuestro cerebro.

Y ahora llega otro de mis capítulos preferidos, El asesino del sueño, en el que se mezclan la literatura con los sueños y el sonambulismo. Es de esos que te deja con la boca abierta casi durante todo el tiempo que estás leyéndolo.

¿Quién no recuerda al famoso pulpo Paul?, pues de su cerebro se habla en el capítulo El cerebro del pulpo Paul, además de hablar de otros animales videntes y del misterio que hay detrás de estas supuestas predicciones que hacían.

Pulpo Paul. Fuente

El quinto sabor es un capítulo muy interesante, dedicado al umami, que me vendrá genial cuando tenga que hablar de los sabores a mi alumnado en clase. 

Mi ídolo Carl Von Linneo aparece en El cerebro nacionalista, donde se habla de las razas humanas, y de la evolución de dicho concepto a lo largo de nuestra historia. También aparece aquí la truculenta historia del científico español Pedro González Velasco, del que había oído hablar, pero nunca había profundizado en su vida.

Y otro capítulo interesante para llevar a los institutos es el de La nicotina y los cigarrillos electrónicos, que profundiza en el conocimiento de estos cacharros que mucha gente usa con total libertad e ingenuidad, sin saber el riesgo que conllevan.

Nuestros antepasados aparecen en el capítulo titulado Homo stupidus, nombre que choca con el nombre científico que todos conocemos para nuestra especie: Homo sapiens.

El capítulo Los ratones Dostoievski empieza con Pokémon, con lo cual ya me gana de entrada, y continúa hablando de experimentación con ratones de laboratorio en torno a la epilepsia.

De nuevo encontramos la fascinación en Güijas y neurociencia, donde se habla de este juego fantasmal, de Houdini y de Arthur Conan Doyle. Una historia que no se pueden perder.

La sinestesia de los Nabokov nos habla de esta increíble capacidad humana, casi como un superpoder, y como Vladimir Nabokov y su esposa supieron explotarla, puesto que ambos eran sinestésicos.

Los Nabokov. Fuente

El origen de usar gas de la risa como anestésico es el eje central de el siguiente capítulo titulado, como no, El gas de la risa.

Las pinturas rupestres siempre han llamado nuestra atención, y les hemos dado múltiples interpretaciones. Con estudios recientes que pueden desentrañar este misterio, nos va llevando José Ramón a la parte final del libro, en este capítulo titulado Pintoras prehistóricas.

El control cerebral del toro bravo es el capítulo perfecto donde se mezclan ciencia y tauromaquia de una manera elegante y magistral. Otro de mis capítulos preferidos a pesar de que a mí no me gusten los toros.

Y después viene otro de esos capítulos que te enganchan, con su punto frívolo incluido. Con el título de Esa fascinación masculina el siguiente capítulo se centra en los pechos de las mujeres y los efectos de la oxitocina en el cerebro.

La yegua telépata nos lleva una vez más a una de esas personas que con mucha caradura y psicología se aprovecha de la buena fe de otra gente que es más crédula en este tema. En este caso la telépata no era la dueña, sino su yegua Lady Wonder.

El veneno de muchos animales afecta al cerebro y a nuestro sistema nervioso, y eso pasa por ejemplo con el de Las ranas dardos y los peces globo. No obstante hay gente que gusta de comer fugu, preparado con este peligroso pez. Este capítulo se dedica a los animales y a algunos de los envenenamientos producidos por ellos.

De nuevo se une la ciencia con la literatura en Cortázar y el hombre del diluvio, para hablar de las fascinantes criaturas que son las salamandras y ajolotes. Sin duda otro de esos capítulos que se saborean a cada palabra.

Ajolote. Fuente

Asesinos de presidentes nos muestra a unos cuantos de individuos que han alcanzado la fama precisamente por eso, por matar a algún presidente. ¿Qué pasaba por sus cabezas? Pues de eso se habla en este capítulo.

Y llegados a este punto, José Ramón nos introduce un capítulo llamado El cerebro lector, donde explica nuestro gusto por la lectura y el conocimiento desde el punto de vista de la neurociencia.

Desde ese mismo punto de vista se aborda el siguiente capítulo Qué es la risa, pero dando explicación a esta respuesta física y psicológica que mostramos los humanos y otros primates y que tan fácilmente reconocemos en nuestra especie, pero no en otras.

Un capítulo un poquito menos agradable, pero no por ello menos interesante es Una historia vomitiva, que trata precisamente de lo que reza el título.

Las mariquitas son unos insectos asombrosos y de sus viajes fuera de nuestro planeta trata Chinitas al espacio. ¿Que para qué han ido ahí fuera? Hay que leerlo para descubrirlo.

Y ya casi al final, volvemos al origen, en este caso con una historia parecida a la que dio comienzo el libro. El cerebro de la Venus hotentote está protagonizado por una chica africana que sufrió bastante, al igual que el chico esquimal del primer capítulo.



En La profesión más antigua del mundo no se habla de lo que estáis pensando la mayoría, sino de las trepanaciones, de su significado, de la forma de hacerlas y del sentido que tenían estas "operaciones" en la medicina de la antigüedad.

Y el libro termina con otro capítulo brillante titulado La teoría de la idiotez masculina, donde hay un montón de casos dignos de los Premios Darwin, que te sacarán más de una sonrisa mientras lo lees.



Concluyo la mini-reseña recomendando encarecidamente no solo este libro, sino cualquier otro de José Ramón Alonso, ya que sus historias os engancharán, os fascinarán, os harán aprender, os harán sentir curiosidad por muchas cuestiones de las que no teníais ni idea y os entrarán ganas de leer mucho más de esta gran persona que es el bueno de José Ramón. Al menos a mí me ocurre eso cada vez que leo algo suyo y éste libro me ha encantado. En este caso son 34 historias excepcionales, con las que emocionarse, asombrarse o simplemente sorprenderse. 

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