martes, 31 de diciembre de 2024

El gusano árbol de Navidad [Biología en Navidad]

En las aguas tropicales, escondido entre los coloridos arrecifes de coral, habita un ser tan peculiar como hermoso: el gusano árbol de Navidad (Spirobranchus giganteus). Este anélido tubícola debe su nombre común a su peculiar apariencia, que recuerda a unos pequeños y coloridos árboles navideños. Su morfología y su estilo de vida lo convierten en uno de los animales más vistosos del fondo marino. Como los abetos decorados que colocamos en nuestros hogares en estas fechas, este gusano no pasa desapercibido. A continuación, exploramos las características, hábitat, alimentación, reproducción y curiosidades de este singular y llamativo habitante del océano.


Un árbol de Navidad en miniatura

El gusano árbol de Navidad pertenece al grupo de los anélidos, un filo que incluye a lombrices, sanguijuelas y poliquetos. Este animal, clasificado en la clase Polychaeta y en el orden Canalipalpata, es un tubícola, lo que significa que construye tubos protectores en los que habita. Una de sus características más llamativas de este animal es su corona doble de filamentos, que se despliega en forma de espiral, simulando la silueta de un árbol navideño.



Estos filamentos no solo tienen un propósito estético; su función principal es capturar partículas de alimento y oxígeno del agua. El gusano mide entre 2 y 4 centímetros, aunque su estructura en forma de árbol puede alcanzar tamaños mayores dependiendo de las condiciones del entorno. Sus colores, que van desde el azul y amarillo hasta el naranja y blanco, contribuyen a su espectacular apariencia y facilitan su identificación.

Celebrando la Navidad en los fondos marinos

Este anélido habita principalmente en aguas tropicales y subtropicales, siendo común en el Caribe, el Indo-Pacífico y el Mar Rojo. Vive incrustado en corales, especialmente en los del género Porites, con los que mantiene una relación simbiótica. Su preferencia por los arrecifes de coral responde a las condiciones ideales que estos ofrecen: agua limpia, bien oxigenada y con abundancia de partículas orgánicas para alimentarse.



El gusano excava túneles en los corales donde fija su tubo calcáreo. Este tubo le proporciona protección frente a depredadores y las corrientes marinas, permitiéndole sacar sus coronas para alimentarse y retraerse rápidamente ante cualquier peligro.

Al igual que los árboles de Navidad decoran nuestros hogares con luces y adornos, el gusano árbol de Navidad adorna los arrecifes con sus colores brillantes. Es curioso pensar cómo dos árboles tan diferentes —uno terrestre y otro marino— comparten un simbolismo tan profundo que evoca belleza y vida.

Filtrando la Navidad

El gusano árbol de Navidad se alimenta mediante un proceso llamado filtración. Sus coronas filamentosas actúan como redes que atrapan plancton y partículas orgánicas suspendidas en el agua. Una vez capturado el alimento, lo transporta hacia su boca utilizando cilios, pequeñas estructuras en forma de pelo que generan corrientes dirigidas. Aunque pueden estar activos durante el día, estos gusanos suelen mostrar mayor actividad alimenticia durante la noche, cuando hay menos riesgo de depredación.



Este sistema de alimentación, comparable a la forma en que un árbol absorbe nutrientes del suelo para florecer, es altamente eficiente, ya que le permite aprovechar los recursos disponibles en su entorno sin necesidad de desplazarse. Además, esta forma de vida sedentaria le otorga una ventaja: conservar energía mientras obtiene los nutrientes necesarios para su supervivencia.

Montando el árbol de Navidad

La reproducción de Spirobranchus giganteus es sexual, y ocurre de forma externa en el agua. Los machos y las hembras liberan sus gametos en la columna de agua, donde ocurre la fecundación. El desove del gusano árbol de Navidad, sincronizado con las condiciones ideales del entorno, suele estar influido por factores ambientales como la temperatura y las fases lunares, es decir en momentos muy específicos, al igual que nosotros montamos nuestro árbol de Navidad en una época muy concreta -normalmente coincidiendo con el puente de diciembre para anticiparnos a las celebraciones de Navidad-. Salvando las distancias entre la puesta de huevos del gusano y el montaje del árbol, ambos procesos requieren atención al detalle y que se cumplan unas condiciones específicas.

Ilustración de gusano árbol de Navidad creada con ChatGPT


Tras la fecundación, los huevos se convierten en larvas planctónicas que se dispersan en el agua hasta encontrar un sustrato adecuado para fijarse. Una vez asentadas, las larvas comienzan a construir sus tubos y a desarrollar las características coronas que los hacen inconfundibles.

El origen del árbol de Navidad

El árbol de Navidad, tal y como lo conocemos hoy, tiene raíces en antiguas tradiciones germánicas y escandinavas que veneraban árboles perennes como símbolos de vida eterna. Decorado con luces y adornos, se popularizó en Europa durante el siglo XIX, especialmente gracias a la influencia de la reina Victoria. 

Uno de los árboles que más se parece a la imagen tradicional que tenemos del árbol de Navidad es el pino de Cook (Araucaria columnaris), que cuenta con una copa esbelta y ramas relativamente cortas en su mayoría horizontales que se encuentran en verticilos alrededor del tronco delgado, revestidas de ramillas horizontales en forma de cordones.

Araucaria columnaris. Fuente


Si bien el gusano árbol de Navidad no tiene relación directa con esta tradición, su nombre y apariencia es un ejemplo de cómo la naturaleza inspira nuestras costumbres. 

Los adornos del árbol de Navidad

El gusano árbol de Navidad presenta adaptaciones notables que le han permitido sobrevivir en un entorno tan competitivo como el arrecife de coral. Su capacidad para retraerse rápidamente en su tubo lo protege de depredadores como peces y crustáceos. Además, su tubo calcáreo actúa como una barrera física que dificulta el acceso de potenciales amenazas.




Otra de sus adaptaciones clave es su relación simbiótica con los corales. Al excavar túneles en el esqueleto coralino, obtiene un refugio seguro mientras que el coral se beneficia de la limpieza que realiza el gusano al filtrar el agua. Esta interacción es un ejemplo perfecto de cómo las especies pueden coexistir en armonía dentro de un ecosistema diverso. Pero aún hay más curiosidades relacionadas con estos animales:

  • Los vibrantes colores del gusano, como los adornos en un árbol de Navidad, no solo embellecen los arrecifes, sino que también cumplen una función crucial: advertir a los depredadores de su naturaleza poco apetitosa.
  • Sus coronas filamentosas no solo capturan alimento, sino que también sirven para absorber oxígeno, un ejemplo de eficiencia en la naturaleza.
Muchos gusanos árbol de Navidad. Fuente

  • Las coronas espirales son extremadamente sensibles a cambios en el entorno, como variaciones en la luz o la presencia de potenciales depredadores, lo que les permite retraerse rápidamente en sus tubos para protegerse.
  • Aunque comparte el nombre con los gusanos terrestres, este anélido es mucho más especializado y sofisticado en su estructura y comportamiento.
  • A pesar de su pequeño tamaño, estos gusanos pueden vivir hasta 40 años, lo que es notable para un invertebrado marino.
  • La apariencia única del gusano árbol de Navidad ha inspirado diseños en joyería, decoración e ilustraciones relacionadas con el mundo submarino.

Un papel importante en el ecosistema

El gusano árbol de Navidad no está solo en el vasto mundo de los anélidos tubícolas. Otros miembros de su familia, como los gusanos plumeros (Sabellidae), comparten la estrategia de construir tubos y utilizar coronas para alimentarse. Sin embargo, Spirobranchus giganteus destaca por su relación única con los corales y su espectacular diseño navideño.

Spirobranchus giganteus. Fuente


Más allá de su belleza, este gusano desempeña un papel crucial en la salud de los arrecifes de coral. Al filtrar el agua, ayuda a mantenerla limpia y oxigenada, favoreciendo así a otros organismos del ecosistema. Además, sus túneles en los corales crean microhábitats que pueden ser utilizados por otras especies marinas, contribuyendo a la biodiversidad del arrecife. Se ha observado que algunas especies de camarones y pequeños cangrejos cohabitan en los tubos de estos gusanos, estableciendo relaciones simbióticas que benefician a ambas partes.





Sin embargo, como muchos habitantes de los arrecifes, el gusano árbol de Navidad se enfrenta a múltiples amenazas debido al cambio climático y la degradación de los corales. La acidificación del océano, el aumento de la temperatura del agua y su contaminación ponen en peligro su supervivencia y, con ella, la estabilidad de los ecosistemas donde habitan.

El gusano árbol de Navidad es un recordatorio de que la naturaleza tiene su propia forma de celebrar la vida. Al igual que decoramos nuestros hogares en familia con árboles llenos de luz y color, los arrecifes de coral se adornan con estos pequeños árboles marinos, que no solo embellecen el océano, sino que también desempeñan un papel vital en el equilibrio del ecosistema. Proteger a estos pequeños arquitectos submarinos es fundamental para garantizar la salud de los océanos y la riqueza de la vida marina que en ellos habita.




martes, 24 de diciembre de 2024

La mula y el buey [Biología en Navidad]

En nuestra historia, ha habido animales que han sido fundamentales para el desarrollo de las sociedades humanas; entre ellos se encuentran nuestros protagonistas: la mula y el buey. Desde el arado de tierras hasta el transporte de mercancías, estos mamíferos ungulados han demostrado ser aliados incansables de la humanidad en tareas agrícolas y ganaderas. Pero más allá de su utilidad, la biología de ambos animales nos ofrece un vistazo interesante a los procesos de hibridación, adaptación y domesticación que han marcado la evolución de las especies.



Además, estos animales han adquirido un papel simbólico fundamental en la cultura y la religión. En la tradición cristiana, la mula y el buey tienen un lugar especial junto al pesebre donde nació Jesús, representando humildad y servicio. En este artículo explicaremos tanto su biología como su significado cultural, puesto que se han convertido en un símbolo muy reconocible de las navidades.

Una clase de anatomía en el establo

La mula es un animal fruto de la hibridación entre una yegua (Equus ferus caballus) y un burro macho (Equus africanus asinus). Entre sus características destacan la fuerza del caballo y la resistencia del burro. Este híbrido se caracteriza por su aguante y su capacidad para adaptarse a condiciones adversas, cualidades que lo han convertido en un compañero esencial para el trabajo humano. Aunque la mula hereda cualidades de ambos progenitores, su infertilidad debido a un número impar de cromosomas (63) la hace dependiente de la reproducción asistida entre caballos y burros para perpetuar su linaje. La infertilidad entre los híbridos debido a esta discordancia entre cromosomas es algo bastante común.


El buey, en cambio, es un bovino doméstico (Bos taurus), generalmente un toro castrado para mejorar su docilidad y capacidad de trabajo. Estos animales, conocidos por su fuerza y paciencia, han sido utilizados durante siglos para arar tierras, mover piedras y transportar mercancías pesadas. La castración no solo facilita su manejo, sino que también mejora su longevidad -los bueyes suelen vivir más de 20 años-, pudiendo ser aprovechados durante más tiempo en labores agrícolas. En estos términos, las mulas superan a muchos otros animales de carga, incluidos los bueyes, llegando a vivir entre 30 y 50 años con los cuidados adecuados. Esta impresionante esperanza de vida les ha permitido convertirse en una inversión valiosa para sus dueños.


Los bueyes suelen ser más corpulentos que los toros, alcanzando pesos que pueden superar los 1100 kg Su cabeza es alargada, con ojos grandes y un cuello corto, mientras que su pelaje, generalmente corto, varía en color según la raza.

Hibridación y evolución

La evolución de la mula y el buey refleja una estrecha interacción con el ser humano. La mula, como híbrido, no existe en la naturaleza sin la intervención humana. Este cruce fue perfeccionado a lo largo de los siglos, seleccionando los mejores ejemplares de cada especie para dar lugar a este animal que comenzó a ser muy útil para tareas específicas.

Mula. Fuente


En cuanto a su apariencia, las mulas pueden mostrar una gran variedad de colores y patrones en su pelaje, que van desde tonos sólidos similares a los de los caballos hasta patrones moteados como el Appaloosa. Estas características dependen de la genética de sus progenitores, lo que añade una capa extra de diversidad a este híbrido único.

No debemos confundir a las mulas con los burdéganos o burreños. La primera es un cruce híbrido entre un asno macho y una yegua, mientras que el burdégano resulta del cruce entre un caballo macho y una burra o asna. Aunque ambos son híbridos, difieren en apariencia, estatura y, en cierta medida, en temperamento.

Híbridos mulares. Fuente


Por otro lado, el buey desciende del uro (Bos primigenius), un bovino salvaje que fue domesticado hace más de 10000 años. A través de la cría selectiva, los humanos desarrollaron animales más robustos y resistentes, ideales para la agricultura. Tanto la mula como el buey son ejemplos claros de cómo la humanidad ha influido en la biología de las especies para adaptarlas a sus necesidades.

Buey. Fuente


El pesebre de Belén

Que la mula y el buey se hayan popularizado en un pesebre nos da la idea de qué comen estos animales. La dieta de ambos es herbívora y rica en fibra. Las mulas se alimentan de pasto, heno, cereales y suplementos minerales. Su metabolismo, más eficiente que el de los caballos, les permite realizar tareas intensas con menor cantidad de alimento. De nuevo, se pone en evidencia una de las ventajas de esta hibridación.

El buey, por su parte, tiene un sistema digestivo especializado como rumiante, que le permite extraer nutrientes de alimentos fibrosos como pastos y forrajes. En tiempos de trabajo pesado, se les suele complementar la dieta con granos para mantener elevado su nivel de energía.

La mula y el buey en el portal de Belén. Fuente


La representación clásica del portal de Belén nos muestra al niño Jesús recién nacido colocado en el pesebre donde el heno y la paja servirían de alimento a la mula y el buey. Ya de por sí, este mismo material servía para mantener calentito, cómodo y arropado al pequeño Jesús, pero además, según la tradición cristiana, el cálido aliento de la mula y el buey ayudaba a mantener a Jesús protegido del frío, un gesto simbólico que resalta la sencillez y la ternura de aquel momento.

Reproducción bajo supervisión humana

La reproducción de la mula y el buey está condicionada por sus particularidades biológicas. Las mulas son estériles, lo que significa que no pueden reproducirse, ya que tienen un número de cromosomas que impide la división celular adecuada. Las mulas nacen con 63 cromosomas debido a que las especies progenitoras cuentan con un número diferente de estos. Los caballos tienen 64 cromosomas, mientras que los burros poseen 62. Durante la división celular los gametos de los caballos reciben 32 cromosomas, mientras que los de los burros solo llevan 31. Cuando se unen el espermatozoide del burro y el óvulo de la yegua el resultado es un cigoto con 63 cromosomas. El hecho de que sean impares impide que la división celular que da lugar a los gametos pueda tener lugar de forma correcta en las mulas y por tanto su perpetuación depende exclusivamente de los cruces entre caballos y burros.


Los bueyes, al ser toros castrados, tampoco pueden reproducirse. Sin embargo, la selección de toros para la cría es crucial en la ganadería, garantizando la continuidad y mejora genética de la especie bovina. Estos toros mansos no perpetuaran su especie pero están seleccionados para ser una muestra muy representativa de ella, con características mejoradas para el trabajo físico.

La mula y el buey en el portal de Belén

En la tradición cristiana, la mula y el buey tienen un papel destacado en las representaciones del nacimiento de Jesús. Aunque los Evangelios no mencionan explícitamente a estos animales, su presencia en el portal de Belén proviene de tradiciones posteriores y de textos apócrifos.

Se cree que la mula y el buey simbolizan la humildad y la sencillez del lugar donde nació Jesús. Según la tradición, estos animales estaban junto al pesebre proporcionando calor al recién nacido con su aliento. Este detalle ha sido interpretado tradicionalmente como un gesto de acogida y protección hacia el Mesías.

El buey y la mula en el portal de Belén. Imagen generada con ChatGPT


En un sentido más profundo, la mula y el buey también tienen un significado alegórico en la iconografía cristiana. Representan a los gentiles y los judíos, dos grupos que reconocieron la divinidad de Jesús. Además, se asocian con pasajes bíblicos del Antiguo Testamento, como el de Isaías 1:3-4, que dice: "El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor".

Un símbolo de humildad y servicio

Estos animales no solo desempeñan un papel crucial en la vida diaria de las comunidades rurales, sino que han llegado a ser parte de nuestra identidad cultural. En procesiones, ferias y celebraciones religiosas, la mula y el buey aparecen como representantes de un pasado en el que la conexión con la naturaleza era esencial para la supervivencia.

Ilustración de dos bueyes tirando de un carro. Fuente


La inclusión de la mula y el buey en el portal de Belén también refleja su papel como animales de trabajo. En la sociedad de la época, estos animales eran esenciales para la vida cotidiana, desempeñando tareas fundamentales en la agricultura y el transporte. Al estar presentes en el nacimiento de Jesús, representan la conexión entre lo divino y lo terrenal, destacando que Jesús vino al mundo en un contexto de sencillez y servicio.

Trillo arrastrado por mulas. Fuente


La imagen de la mula y el buey junto al pesebre no solo evoca ternura, sino también gratitud por la contribución de estos animales a la supervivencia humana. En este sentido, la mula de la tradición cristiana ha sido elevada a un plano simbólico, habiendo llegado a ocupar un lugar especial en el imaginario colectivo.

Curiosidades sobre la mula y el buey

Aunque no se menciona específicamente en el relato del nacimiento de Jesús, las mulas son mencionadas en otros pasajes bíblicos como animales de carga y transporte. En cuanto al buey, a menudo se le representa como un símbolo de ofrenda, en alusión a los sacrificios rituales del Antiguo Testamento. En muchos países, la figura de la mula y el buey es inseparable del pesebre navideño, siendo elaboradas con gran detalle en los nacimientos artesanales.

La mula y el buey no solo tienen un lugar importante en la biología y la historia humana, sino también en el simbolismo cultural y religioso. Su inclusión en el portal de Belén es un recordatorio de su conexión con la vida cotidiana y su papel como símbolos de humildad y servicio.

La mula y el buey. Imagen generada con Gemini


Otra curiosidad interesante es que las mulas son extremadamente inteligentes y poseen un notable sentido común. Su fama de "testarudas" no es más que una expresión de su instinto de autoconservación, ya que tienden a evitar situaciones peligrosas o inseguras. Esta inteligencia, combinada con su carácter dócil y leal, las hace muy apreciadas por quienes trabajan con ellas.

Finalmente, cabe destacar la importancia histórica de las mulas en el desarrollo de las sociedades humanas. George Washington, uno de los fundadores de Estados Unidos, promovió activamente el uso de las mulas en la agricultura, contribuyendo al progreso del país. El Rey Carlos III de España le regaló dos burros machos y dos hembras, contribuyendo al desarrollo de las mulas en el país. En regiones montañosas y de difícil acceso, las mulas han sido indispensables para el transporte de mercancías y personas, adaptándose con facilidad a terrenos complicados. Queda claro que las mulas han demostrado una capacidad única para superar cualquier desafío.

George Washington en una mula. Imagen generada con Bing


A través de su historia, biología y representación cultural, hemos sabido un poco más de la mula y el buey, dos animales que nos enseñan lecciones valiosas sobre la relación entre los seres humanos y el reino animal, así como sobre el poder de la tradición para dotar de significado a lo cotidiano. 

Espero que os haya gustado mi post especial de Navidad #BiologíaenNavidad que me servirá para felicitar estas fiestas a todos los lectores de La Ciencia de la vida.

¡Felices fiestas!

Bibliografía:

http://messybeast.com/genetics/hybrid-equines.htm 

https://www.morningagclips.com/royal-gift-george-washington-and-the-american-mule/

https://www.elespanol.com/historia/20241223/verdadero-origen-mula-buey-nacimientos-navidad-no-biblia/

https://ccnnconpindaro.blogspot.com/2016/12/entre-un-buey-y-una-mula.html

https://www.tiktok.com/@el__biologo/video/7315797293381192965

https://es.wikipedia.org/wiki/Mula_(animal)

https://es.wikipedia.org/wiki/Buey

sábado, 21 de diciembre de 2024

Participación en el programa especial de Navidad de Archivo de Ciencia

Ayer viernes 21 de diciembre, tuve la suerte de participar en el programa especial de navidad de Archivo de Ciencia, conducido por Eduardo Mazo y emitido en directo en YouTube. Desde aquí aprovecho para agradecer una vez más a Eduardo que haya contado conmigo. 


Sobre las 20:00 h. de la tarde comenzó la emisión en directo del programa, en el que, entre otros invitados pasamos un buen rato hablando de ciencia y navidad. Los contertulios eran el propio Eduardo Mazo, acompañados por la bióloga y también profesora Montse Duro y el químico y docente José Ramón Belsúe y el resto de invitados eran Rafa López, Óscar Carreres y José María Martín. Entro todos tuvimos una agradable conversación en la que tratamos muchos temas y cuestiones interesantes relacionadas con la Ciencia, la inteligencia artificial, la computación cuántica, los virus, la taxonomía y los nombres y por supuesto la Navidad. 



Además, Eduardo nos preguntó a cada uno de nosotros cual era la noticia científica de 2024 que considerábamos más importante o que nos había parecido más llamativa. Cada uno comentamos desde nuestro punto de vista y las respuestas fueron todas muy variadas y particulares.


El programa se puede ver en el canal de YouTube de Archivo de Ciencia, que enlazo aquí, y se puede escuchar también en formato podcast en diversas plataformas. Os invito a ver el programa o a escucharlo porque merece mucho la pena.

Enlace al programa: 

https://www.youtube.com/watch?v=BHFUHZnVlHU

Las conversaciones fluyeron muy espontáneas y muy distendidas, tanto que se nos pasó el tiempo volando y cuando me di cuenta ya tenía que despedirme.  



No es la primera vez que participo en Hablando de Ciencia y siempre me han tratado muy bien y el formato de directo en YouTube me parece muy interesante, así que desde aquí quiero añadir mi agradecimiento y ofrecerme para participar cuando lo estimen conveniente. ¡Gracias a todos!


martes, 10 de diciembre de 2024

¡Se armó el belén! 2024

Otro año más que continuamos con la tradición de colocar nuestro particular "belén" y aquí os mostramos el resultado de nuestro pequeño montaje. Como cada año, nuestro belén es muy pequeñito y sin ninguna otra pretensión que divertirnos durante el montaje y tener adornada nuestra casa y como en ocasiones anteriores estamos muy contentos con el resultado y por ello lo compartimos con los lectores de La Ciencia de la Vida.


Por hacer un pequeño recordatorio de dónde viene esto, os dejo por aquí los enlaces a los belenes de años anteriores, para que podáis ver la dinámica que siguen: consiste en ir variando los personajes que ponemos cada año más o menos reciclando el resto de materiales. Como muestra, aquí están los anteriores: el primero fue el "Belén en la Tierra media", del año 2008; al año siguiente, 2009, el "Belén zoológico"; en 2010, el "Belén de los caballeros del zodiaco"; un año después, 2011, el "Belén de muñequitas diversas"; en 2012, el "Belén mesozoico"; en 2013, el "Belén de Playmobil"; el año siguiente, 2014, el "LEGObelén de Star Wars" (¡De este hace ya diez añazos...); en 2015, el "Belén de LEGO Friends"; en 2016, el "Belén animal"; en 2017, el "Belén histórico de Playmobil"; en 2018, el "Belén mesozoico 2"; en 2019, montamos el "Belén de las minifiguras de LEGO", en el confinado 2020, montamos el "Belén de los dragones", en 2021 tocó el "Belén de Regreso al futuro", en 2022, fue el turno del "Belén de Scooby Doo" y el año pasado, en 2023, nos decantamos por un "Belén de las criaturas mágicas", protagonizado por elfos, enanos, sirenas, faunos y hadas.









Este año hemos recurrido de nuevo a mi vitrina de Playmobil para sacar de allí a todos aquellos relacionados con la prehistoria. De nuevo nos acompaña el pesebre clásico, pero esta vez ha sido sustituido por una especie de refugio construido con la piel y los huesos de un mamut. José, María y el niño Jesús son cavernícolas. Y, aunque han vuelto de nuevo los tres reyes magos, ya no son tan clásicos, sino que también son hombres prehistóricos vestidos con pieles -no sé si debería llamarles "los tres reyes chamanes"-. Sus monturas son un camello, un mamut adulto y su cría. Las pastoras también son mujeres prehistóricas que cuentan historias a la luz de la lumbre. 










Hay algunos personajes más en este mundo primitivo, como un cavernícola bajito con un lobo domesticado, y no faltan tampoco dos ejemplares de tigre de dientes de sable con su cría, un oso cavernario, una serpiente y un esqueleto fosilizado de un dinosaurio.









Al ser un mundo prehistórico el que represento, solo he puesto el puente clásico pero no el pozo ni el molino ni otros edificios que a veces había añadido porque así es más fiel a lo que había en aquella época. 





Sirva nuestro estrambótico y poco usual belén para felicitaros en estas fiestas tan entrañables de parte de nuestra familia a todos los que nos leáis por aquí:

¡Felices Fiestas!

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