martes, 7 de abril de 2015

Semana Santa Biológica

Ya la mayoría de los que me conocéis sabéis que no soy muy "semanasantero", y siempre que puedo, procuro pasar esta semana de vacaciones en la playa, aprovechando para descansar. Pero he nacido y me he criado en Arahal, que es un pueblo con una gran devoción cofrade, y sigo estando rodeado por gente muy devota, entre los que se encuentran muchos familiares, amigos, compañeros de trabajo, alumnos… Así que he intentado buscar detalles de esta fiesta que puedan servirme para hablar de Biología, y sorprendentemente, algunas cositas he encontrado.

Un ave y sus polluelos. Foto de Francisco Granado.


Cabe mencionar que, a pesar de que ahora no me llame la atención la Semana Santa, de pequeño, me apuntaron a la hermandad del Santo Entierro y, durante un par de años salí en procesión (aunque no recuerdo que lo pasara nada bien…); cuando dejé de vestirme de nazareno, salía con mis amigos a ver las procesiones, más para pasar un buen rato con ellos yendo de aquí para allá, que para verlas; y cuando empecé de novio con la que hoy en día es mi mujer, aguanté estoicamente varias salidas de la hermandad de Jesús Nazareno, de madrugada y durante varias horas de pie, solo por quedar bien con ella… Es decir, experiencias con la Semana Santa tengo un montón, así que aprovecharé para contar varias historias personales que iré enlazando con algunos temas biológicos. 

- Historia 1ª. LA CIGÜEÑA.

En el colegio donde estudiaba, el actual CEIP San Roque, cuando estaba en 8º de EGB, participé junto con todos mis compañeros en la exposición de pasitos y nazarenos de marquetería que hacíamos en las clases y que después exponíamos en la antigua capilla de la Veracruz. Precisamente una anécdota que me ocurrió estando en estos menesteres me viene muy bien para contar algo relacionado con las aves que mucha gente desconoce, a pesar de haberlo sufrido en sus carnes…

Iglesia de la Veracruz en Arahal. Fuente

Resulta que como he dicho antes habíamos estado durante mucho tiempo preparando la muestra, y tengo que reconocer que me lo había pasado genial pintando nazarenos de colores, adornando pasitos y colocándolos en la exposición, puesto que me encantaban la plástica y las manualidades (como aún me encantan) y llegó la Semana Santa, que era cuando íbamos a abrir al público. Hay recuerdos que se me escapan, porque no sé si se cobraba algún dinero simbólico o si después se destinaba a alguna obra de caridad, o que días exactamente se abría, aunque me suena mucho que fuera el Domingo de Ramos, y de hecho voy a suponer que era este día. Pues bien para ese día, los chavales nos arreglamos con nuestras mejores galas, y yo recuerdo que ese día me plantó mi madre una corbata y una chaqueta y allá que iba yo sin estar acostumbrado a esas vestimentas intentando no mancharme y no arrugarme. Supongo que vimos la procesión de la Borriquita y después nos fuimos a la iglesia de la Veracruz, donde estaban nuestros "pasitos", porque teníamos organizados turnos para la vigilancia y estando en uno de mis turnos, recuerdo que me paré en la puerta, por el lado de fuera, a charlar con uno de mis amigos. Era ya de noche, una noche primaveral agradable y allí estábamos hablando, cuando de pronto noté que algo me caía encima; algo líquido y extraño, y que desprendía un olor no muy agradable… Mi amigo se apartó y otros chicos que había allí fuera comenzaron a reírse, y cuando me miré fui consciente de lo que me había pasado: me había “cagado” una cigüeña. No podéis ni imaginar como me puso. Seguro que se quedó descansando la pobre después de liberar toda aquella cantidad de líquido blancuzco y maloliente; y mi chaqueta y mi corbata quedaron para el arrastre. Al principio no sabía donde meterme, pero después no pude hacer otra cosa más que reírme, asumir lo que me había pasado e irme a casa a cambiarme, aunque recuerdo que después ya no volví a salir.

Cigüeña sobre la iglesia de la Veracruz. Fuente

Que nos “cague” un pájaro cuando vamos por la calle no es nada raro, sobre todo en primavera, pero poca gente ha tenido la experiencia de “ser cagado” por una cigüeña, que es un ave de tamaño considerable, así que imaginad que muy agradable no tiene que ser. Y habréis notado que he entrecomillado la palabra “cagar” cada vez que la he puesto, y no precisamente por sensiblería, sino porque en realidad no estoy muy seguro de que le podamos llamar así a lo que hacen las aves. ¿Qué por qué? Pues muy sencillo, resulta que las aves tienen un solo orificio de salida al exterior por el que eliminar las heces fecales, la orina y para usarlo como conducto sexual. Se trata de la cloaca, que es donde desembocan tanto el aparato digestivo, el aparato excretor, como el aparato reproductor. Las aves además no tienen vejiga para almacenar orina, y tampoco excretan urea, sino ácido úrico, que es insoluble en agua y que forma esa pasta blanquecina y semisólida,  que compone su extraña orina. Ocurre lo mismo en los reptiles. Además, debido al orificio compartido que es la cloaca, normalmente va mezclada con otras sustancia de color más oscuro que son los residuos de la digestión, como partes no digeridas de semillas o exoesqueletos de insectos. Para las aves voladoras supone una ventaja no acumular orina y que ésta no esté mezclada con agua, puesto que cargar con el peso que supondría el líquido almacenado en una vejiga no les vendría nada bien para el vuelo. Así que por eso decía que mas que "cagarte", las aves lo que hacen es "caga-mearte", todo a la vez.

Heces + orina de aves. Fuente

En el caso que a mí me concierne de la orina y las heces que derramó en mi cabeza y en mi ropa esa cigüeña en aquella Semana Santa de hace ya muchos años, tengo que reconocer que la culpa la tuve yo, puesto que sabía que allí arriba había un nido de cigüeñas  y que en el suelo sobre el que yo pisaba había marcas blancas de otras deposiciones anteriores… Quizás desde entonces le cogí un poco de manía a eso de usar chaqueta formal y corbata, pero curiosamente no le cogí manía a las cigüeñas.

- Historia 2ª. LA BORRIQUITA.

El Domingo de Ramos para los cofrades significa el inicio de la semana grande que llevan todo el año esperando y suele estar marcada por la salida de la primera procesión, que en Arahal, al igual que en otras localidades, es La Borriquita. Para mí el Domingo de Ramos era la señal de que abrían la heladería de El Valenciano, que desde este día hasta finales del verano estaban en el pueblo, y realmente a día de hoy todavía sigo esperando este día por la misma razón.

La Borriquita de Arahal. Foto de mi amigo José María Gamboa

Volviendo al paso de La Borriquita, cabe decir que suele representar la escena de la entrada triunfal del Jesús en Jerusalen, donde lo recibieron con palmas y honores, mientras él entraba en la ciudad subido en un borrico, más bien pequeño, puesto que en algunos pasajes se habla de que el animal también iba acompañado por su madre. Algunos de los nombres que se le dan al burro son: borrico, pollino, asno, rucio, rucho…, algunos de los cuales son nombrados en las escrituras sagradas que cuentan esta historia. Pero de ninguna manera podemos llamarlos mulos.

Burro. Fuente

El burro, Equus africanus asinus, es una especie emparentada con los caballos, Equus ferus caballus, pero de menor tamaño y orejas más grandes. Los mulos son híbridos producidos por el cruce entre un burro y una yegua, cuya cara se parece más a la de los burros que a la de los caballos. Los animales híbridos nacen de la reproducción entre individuos de especies distintas pero emparentados genéticamente, es decir son una mezcla de especies, y debido a su condición de mezcla suelen ser estériles. En este caso, la esterilidad se debe a que los caballos tienen 64 cromosomas, mientras que los burros solo 62, por lo que los mulos tienen 63, lo que dificulta la formación de gametos funcionales. Del cruce entre un caballo y una burra nace un burdégano, que es de tamaño un poco más pequeño que los mulos, aunque su cara se parece más a la del caballo que a la del burro, y por supuesto también es estéril.

Mulo. Fuente
Burdégano. Fuente

El tema de los híbridos es fascinante, y solo hay que hacer una pequeña búsqueda en Internet sobre híbridos entre caballos y cebras o entre distintas especies de felinos, para quedarse maravillado con los extraños animales que aparecen. Yo por lo pronto me quedo con el híbrido de helado que me he comido este Domingo de Ramos, y digo híbrido porque era una mezcla exquisita mitad helado de vainilla, mitad helado de turrón.

- Historia 3ª. EL RATÓN.

Hace ya unos años, en 2007, hicieron un retablo de azulejos en la pared del convento de las Monjas de Arahal, por la parte que daba a la calle Serrano, calle en la que vivía mi abuela, motivo por el que pasé allí gran parte de mi niñez; y también es la calle a la que se fue a vivir la que era mi novia (y ahora es mi mujer), motivo por el que pasé allí gran parte de mi juventud… A día de hoy allí sigue viviendo mi suegra, viven mis tíos, vive mi hermano… así que como comprenderéis esa calle sigue siendo bastante importante para mí. 

Cuando hicieron el retablo del que hablaba antes, que representaba a un Jesús Nazareno con la cruz a cuestas, me pareció que habían tenido muy poca vista por el sitio donde lo habían colocado, puesto que en esa zona la calle es muy estrecha y la acera es mínima, por lo que cualquiera que se pare a verlo corre el riesgo de ser atropellado o a que algún coche lo golpee con su espejo retrovisor. De hecho por muchas veces que pasé por delante de dicho retablo no me paraba a verlo, primero porque no me llamaba la atención, y segundo porque no quería ponerme en riesgo. 

Retablo de azulejos del convento de las Monjas. Fuente

Me sorprendía mucho que la gente cada vez fuera más devota de esa imagen, que ni siquiera era una imagen tallada, sino una pintura en unos azulejos, y se paraban delante a rezar, se persignaban cuando pasaban por delante, le ponían jarrones con flores… Pero yo nunca me paraba delante del retablo. No había tampoco ninguna razón importante, pero no me paraba. Hasta que alguien me comentó que había un ratón dibujado en esos azulejos. Entonces mi curiosidad científica me llevo inmediatamente hasta dicha obra y allí me paré buscando al ratón. Lo encontré rápido, no tardé mucho en dar con él medio camuflado entre el suelo, pero allí me quedé un rato embobado. Estaba muy bien pintado, parecía bastante real, y saqué mi teléfono móvil, no muy inteligente por aquella época, pero con cámara de fotos, y lo fotografié, aunque no tengo ni idea de si tengo la foto guardada aún o no. 

El ratón del retablo en una foto de ayer mismo

Flores ante el retablo y la estrechez de la acera en una foto de ayer mismo
Me pasé un buen rato delante del ratón pensando qué haría aquel animal en aquel cuadro, si el autor lo había puesto anecdóticamente o si lo había hecho a posta por algún motivo, pero el caso es que me encantó el detalle. Los roedores como las ratas y ratones conviven con nosotros desde los orígenes de la humanidad, puesto que aprovechan perfectamente los restos de alimentos que dejamos o son capaces de encontrar los alimentos que almacenamos, y son animales bastante inteligentes y limpios, al contrario de lo que pueda parecer. Mus musculus es el nombre científico de los ratones domésticos, aquellos que de vez en cuando nos encontramos por nuestras casas y que tan molestos nos resultan. Pero pensad en lo importante que son estos animalitos, ya sean por las vidas que salvan gracias a las investigaciones que con ellos se hacen en los laboratorios, o simplemente por el hecho de haber conseguido que una persona de poca fe estuviera un rato embobado mirando una representación artística religiosa. En aquel momento no fui consciente, pero estoy seguro de que cualquiera que hubiera pasado por allí y me hubiera visto, podría haber pensado que estaba rezando…

Ratón de laboratorio. Fuente

Por cierto, a día de hoy, unas manchas blanquecinas en el suelo se pueden ver en la esquina de la calle Serrano con la calle Las Monjas, cerca del retablo del ratón, justo debajo del nido de cigüeña que hay allí. Así que aquellos que paráis descuidados en dicha encrucijada.

La acera advirtiendo sobre el nido de cigüeña que hay arriba...

El nido de cigüeña en la esquina, visto desde abajo (y asumiendo el riesgo...)


- Historia 4ª. ANIMALES.

Siendo ya adolescente, en el grupo de amigos con el que salía, mi pandilla de toda la vida, yo mismo me consideraba la oveja negra, ya que era prácticamente el único que no disfrutaba de la Semana Santa como el resto y no era fácil, pero todos aprendimos a convivir con aquello, y a día de hoy todavía puedo decir con orgullo que somos muy buenos amigos, a pesar de las diferencias, y podemos discutir de los más diversos temas sin que llegue la sangre al río. 

Además de salir por Arahal durante la Semana Santa, era típico que alguno de los días, normalmente el lunes o el martes, fuéramos toda la pandilla a Sevilla a pasar el día viendo pasos y procesiones allí, aunque tengo que reconocer una vez más que mi motivación era pasar todo el tiempo posible con mi novia, que también era de la misma pandilla… No tengo ni idea de cuales eran las cofradías que vimos las veces que fuimos a Sevilla, no recuerdo ni sus nombres ni los detalles, pero es que el amor me cegaba.

Un murciélago en un paso de la Semana Santa sevillana. Fuente

Hoy día, tras investigar un poquito sobre el tema, sé que hay muchos pasos de la Semana Santa sevillana que llevan detalles zoológicos entre sus adornos, resultando ésta una cuestión bastante curiosa y llamativa para mí, como ya comprenderéis. Por citar algunos ejemplos que he conseguido encontrar, en el paso de misterio de la hermandad de la Misión parece que hay varios animales tallados, aunque no he conseguido imágenes con la calidad suficiente para poder ampliar y ver cuales son. La cruz de guía del Cautivo del Polígono tiene un ratón esculpido en su parte superior y una lagartija (o salamanquesa, no sabría decir…) más abajo. También encontramos otra lagartija en el paso del Cristo de las Aguas. El paso de misterio del Beso de Judas, de la hermandad de la Redención, tiene una avispa tallada en el costero derecho. Hay tres murciélagos dorados bastante realistas en el paso de la urna del Santo Entierro de Sevilla.

Otro de los murciélagos del paso del Santo Entierro de Sevilla. Fuente

Un ratón en lo alto de la cruz de guía del Cautivo. Fuente

¿Una lagartija o una salamanquesa?.Fuente

La avispa del Beso de Judas. Fuente

Podemos ver una libélula en uno de los candelabros de cola del paso de la Virgen de la Aurora de la hermandad del Resucitado, y no es raro ver broches de libélulas prendidos en los mantos de otras imágenes de María. La corona de espinas del Cristo de la Paz del barrio de Rochelambert lleva un caracol. Un paseriforme plateado aparece en la corona que remata uno de los candelabros de cola de la Virgen de la Hiniesta. Y otro pajarito, esta vez dentro de una jaula, aparece en los candelabros de la Virgen de los Dolores del Cerro.

Un caracol en la corona de espinas. Fuente

El pajarito dentro de la jaula. Fuente

La lagartija del Cristo de las Aguas

Un pajarito en un candelabro. Fuente

Y seguramente que haya muchos más de estos pequeños detalles, que sin duda, hubieran hecho que sintiera más curiosidad por los pasos de la Semana Santa sevillana cuando de joven me desplazaba allí con mi pandilla.


- Historia 5ª. EL PELÍCANO.

Como ya he dicho anteriormente, cuando era pequeño me apuntaron a la hermandad del Santo Entierro de mi pueblo y llegué a procesionar un par de veces en ella, pero no participé mucho de la vida de la hermandad, ni nunca me sentí integrado en ella. Pero si había un detalle que me llamaba mucho la atención y que me hacía preferir aquella hermandad sobre las otras, en las típicas discusiones de colegio que teníamos los chavales sobre cuál era mejor. Ese detalle es, que en el paso del Cristo del Santo Entierro de Arahal, hay una imagen tallada sobre la urna de cristal que representa un ave de tamaño más o menos grande, cuello largo y color blanco, y que se supone que es un pelícano, aunque físicamente no se parece mucho a las aves del género Pelecanus, sino que recuerda más a un cisne. Este ejemplar, supuestamente una hembra, está rasgándose el pecho con su pico (muy parecido por cierto al de las anátidas) y la sangre que brota de ella sirve para alimentar a los tres polluelos que se encuentran a sus pies.

Los pelícanos sobre la urna del Cristo del Santo Entierro de Arahal.
Foto de mi amigo José Mª Gamboa

Esta representación se basa en una antigua leyenda, que se puede oír en varios sitios del mundo, en la que se habla de la mamá o el papá pelícano dando su vida por salvar a sus crías, alimentándolas con su propia sangre, en una alegoría del sacrificio por las demás personas. Otras versiones de la leyenda dicen que los polluelos de pelícano cuando crecen atacan a sus padres y entonces el padre pelícano tiene que matarlos, vertiendo después su propia sangre sobre ellos para resucitarlos a los tres días, convertidos en buenos hijos, siendo esto una clara analogía de la resurrección de Jesús.

Pelícano alimentando a sus crías con su sangre. Foto: Fran Granado. Fuente.

Evidentemente todo esto se trata de una leyenda y los pelícanos se alimentan principalmente de peces, secundariamente de anfibios y tortugas, y ocasionalmente de aves más pequeñas, pero no son animales hematófagos, que se autoflagelan para alimentar a sus crías. Posiblemente esta historia mitológica venga de que los pelícanos adultos alimentan a sus crías por regurgitación del alimento que ellos previamente medio digieren o simplemente le ofrecen pescado que han capturado y que transportan en su pico, por lo que al bajar el pico sobre el pecho para permitir el acceso de los polluelos al interior de éste, pudiera parecer que se lo este clavando en el pecho.
Lo que sí es cierto es que la puesta habitual es de dos o tres huevos, pero habitualmente solo sobrevive uno de ellos, debido principalmente a la competencia entre los propios hermanos, llamada también cainismo y habitual en diversas especies de aves. 

Pelícano hembra con su cría. Fuente

No me podréis negar que tanto el mito, como la verdadera biología de los pelícanos es fascinante, por lo que no estaba yo muy equivocado al defender a esta hermandad por sus pelícanos, mas que por sus titulares, en las discusiones de colegio.


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Espero que os hayan gustado mis pequeñas historias cofrades/no-cofrades, aunque todas ellas relacionadas con la Biología; o que al menos hayan servido para aprender algún detalle o cuestión que desconocíais, y no solo para curiosear un poco en mi infancia y juventud. Y que conste que a día de hoy, aunque no salga expresamente a ver pasos, alguna vez que otra si que he ido, por llevar a las niñas, o por acompañar a la familia, pero incluso en estas ocasiones no puedo evitar estar pensando en las musarañas, y en vez de fotografiar a las imágenes o las típicas escenas de semana santa, me pongo a sacar fotos al cielo, a las aves, a las salamanquesas, escarabajos y otros animalitos que pueblan nuestros pueblos y ciudades en Primavera. 

Y, por cierto, hablando de bichos, ¿habéis visto el vídeo de la Cofradía del Santo Gusanito…? ¡Son hormigas cofrades! ;)


Ver en YouTube



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Fuentes:

- Ojo curioso.
- @AESTAESS
- Libros y bibliotecas.
- El foro cofrade.
- ABC.es
- Wikipedia.
- Blog del Pena de Arahal.
- Hibridación. FAO.
- E-ducativa. Excreción.

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Este post esta dedicado a mis amigos cofrades (o "capillitas" como decimos por aquí). Con todo mi cariño y desde el respeto hacia sus personas. Va por ustedes, David, Germán, Emilio, Pena y Adri.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Educativa a la par que emotiva entrada, y un buen ejemplo de cómo con el ejercicio práctico de la "curiosidad" podemos hacer un uso útil de cosas con las que pesonalmente no conectamos
.

Carlos Lobato Fernández dijo...

Articulo interesante con un buen aporte de fotos, lo que demuestra que el autor es una persona inquieta y ve más allá de la espesura del bosque.
Me ha hecho buscar la situación de Arahal, al este de la ciudad de Sevilla, por su nombre creo que tiene connotaciones árabes. Me corregís si no estoy acertado ya que desde Galicia es otra la perspertiva es distinta.
Lección magistral, al combinar pasos de semana santa con biología, acercándonos a ver animales que a la mayoría nos pasan desapercibidos para el resto de los mortales.

Carlos Lobato dijo...

Manuel: Muchas gracias! Procuro aplicar lo que comentas de la curiosidad a casi todos los aspectos de mi vida. Un saludo. :)

Carlos: Muchas gracias a ti también, tocayo. La verdad es que llevas razón: Arahal es de origen árabe (al parecer) y es posible que su significado original era "Tierra de pastos". Un saludo. :)

Angel Amarilla dijo...

Muy interesante tu blog! Saludos

Maribel dijo...

Carlos, de nuevo, mil gracias por tu creatividad, por tu capacidad de observación, por, como dicen por aquí, "sacarle punta" a todo, de una forma tan amena y didáctica... y sobre todo por compartirlo en la red.
Enhorabuena!

Carlos Lobato dijo...

Ángel: Muchas gracias. Me alegro que te parezca interesante. :)

Maribel: Wow! Con comentarios como el tuyo, cómo no ponerme a escribir! Muchas gracias. :)

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