“Yo soy el rey del jazz a gogó / el más mono rey del swing. / Más alto ya, no he de subir / y esto me hace sufrir. / Yo quiero ser hombre como tú / y en la ciudad gozar. / Como hombre yo quiero vivir, / ser tan mono me va a aburrir.
Ubidú, / quiero ser como tú, / quiero andar como tú, / hablar como tú, tú. / Por tu salud / dímelo a mí, / si el fuego aquí me lo traerías tú.”
Esta es parte de la letra de una de las canciones del conocido clásico de Disney El libro de la selva, en su versión en español del año 1967. Esta historia está basada en la colección de relatos The jungle book, del escritor británico Rudyard Kipling. Existe también una versión en imagen real del año 2016, en la que la letra ha sufrido variaciones, pero de ello hablaremos más adelante. Conocemos a los personajes de esta historia desde hace mucho tiempo, pero hoy no queremos hablar de Mowgly, Baloo o Bagheera, sino que nos centraremos en el carismático Rey Louie.
“A mí no me engañas, Mowgli, / un trato hicimos yo y tú, / y dame luego / del hombre el fuego / para ser como tú. / Y dame el secreto, cachorro, dime / cómo debo hacer. / Dominar quiero el rojo fuego / para tener poder.”
El Rey Louie o King Louie en la versión original, era un orangután que ansiaba conseguir el fuego que los humanos dominaban y que se escapaba de su entendimiento. Para ello, no dudó en acosar a Mowgly para que le revelara el secreto. Cuando vemos a este simio en la película, claramente podemos apreciar que se trata de un macho de orangután, perteneciente al género Pongo. Los orangutanes son considerados como unos los primates de mayor tamaño e inteligencia de nuestro planeta, junto a gorilas, chimpancés y bonobos, además de nosotros mismos. De hecho, tras los gorilas, los orangutanes son los simios más grandes que existen actualmente en nuestro planeta.
---
Puedes continuar leyendo este artículo en el Cuaderno de Cultura Científica, blog de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco:
1 comentario:
En la película de imagen real de 2016, Rey Louie más que un orangutan parecía un Gigantopiteco,¡era enorme!
Publicar un comentario