lunes, 22 de enero de 2018

Los porgs de Star Wars y los frailecillos

Vamos a hablar hoy de la última película de la saga de Star Wars que hemos podido ver, que se estrenó el pasado mes de diciembre y que ha suscitado tanto críticas como alabanzas. Los últimos Jedi, que es el título de esta película ha dividido a los fans, pero no es algo que nos interese a nosotros en La Ciencia de la vida, ya que nos centraremos en los detalles biológicos de sus personajes. En principio en este post iba a hablar de varias de las criaturas que aparecen a lo largo de la película, pero nos vamos a centrar solo en una de ellas, y así no nos alargamos demasiado. Por cierto, yo reconozco que a mí la película me encantó y me tuvo casi todo el tiempo sin saber que derroteros iba a seguir, cosa que es de agradecer. Pero centrémonos en su fauna, y concretamente en uno de los bichitos más adorables que ha dado el enorme universo de Star Wars.

Cartel de la película debidamente tuneado para la ocasión. Fuente

Y como no podía ser de otra manera hablamos de los porgs, unas extrañas criaturas con forma de ave, pero sin pico. Cuando se les vio por primera vez en el trailer, debido a su gran "adorabilidad", mucha gente pensó que eran una estrategia más de marketing con la que sacarnos los cuartos, ya que eran bastante adaptables para ser figuras o peluches de todo tipo. Y sí, es cierto que los porgs de peluche pueden ser bastante adorables y "achuchables", pero el motivo por el que se diseñó a esta nueva especie es bien diferente. Pero conozcamos antes de nada un poco más de la biología de estas criaturas.

Un porg adorable. Fuente



Son aves nativas del planeta Ahch-To, donde estaba retirado el maestro Luke Skywalker y donde se entrena Rey. Son aves que viven en grandes comunidades y anidan en los acantilados de este planeta, al igual que lo hacen muchas aves marinas reales del nuestro, como alcatraces, araos y alcas. Su aspecto es bastante peculiar: su tamaño no es demasiado grande, y rondarán los 30 cm de longitud. El cuerpo es ovalado, y la cabeza redondeada, muy pegada al tronco, ya que el cuello es prácticamente inexistente. Sus patas son avianas y se encuentran en la parte final de su cuerpo, lo que les confiere una postura erguida cuando están en tierra, y las alas son cortas. Además son patas palmeadas, como corresponde a su condición de aves marinas. En cuanto al color de su plumaje destaca su vientre y caras de color blanco y el dorso pardo oscuro con una especie de máscara anaranjada en la cabeza cruzando por la zona de los ojos. 


Anatomía interna de un porg. Fuente


Pero lo que más llama la atención de los porgs es su cara; esa carita tan linda con ojitos tristes que nos ha conquistado a todos, incluso a Chewbacca, como pudimos ver en la película. No tienen pico, una estructura típica de las aves, pero no exclusiva de este grupo, ya que se encuentra también en mamíferos monotremas y tortugas. Algunos terápsidos antiguos como los listrosaurios también lo poseían, y algunos cefalópodos, como pulpos y calamares, tienen una estructura parecida. El pico esta formado por las mandíbulas superior e inferior, que se recubre de una estructura córnea llamada ranfoteca. Quizás por la ausencia de esta característica, se ven tan extraños los porgs, a pesar de que todas las demás partes del cuerpo sean avianas. En lugar del pico tienen una boca con expresión triste, además de sus correspondientes dientecillos. Esto, junto con las aberturas de las fosas nasales, formando un hocico pequeño y poco prominente, le dan aspecto a sus caras como de perro, a pesar de la ausencia de orejas. Pero lo que más llama la atención de esa cara son sus enormes ojos negros, que ocupan casi un tercio de esta. 

Los ojazos de un porg. Fuente

Los porgs presentan dimorfismo sexual, que se manifiesta en que los machos son un poco más grandes que las hembras y presentan el color anaranjado de las plumas de alrededor de los ojos que mencionábamos antes. Las crías de estas criaturas son llamadas porglets y se crían en los nidos que hacen en los acantilados en los que habitan. El número de porglets en cada puesta suele estar en torno a tres, y están cubiertos de un plumón marrón claro, que les hace pasar desapercibidos en las rocas. Del mismo modo, el plumaje de los adultos tiene esta misma función de servir de camuflaje.

Grupo de porgs en el que se ven las diferencias entre ellos. Fuente

Porglets en su nido. Fuente
Porgs con sus polluelos. Fuente

Su alimentación se basa principalmente en pescado que obtiene tras capturarlo realizando inmersiones en el mar. No sabemos que presión evolutiva habrán tenido estas criaturas, pero estamos seguros de que un pico no les hubiera venido nada mal para capturar pescado con mayor efectividad.

Porgs destrozando un sofá, del mismo modo que comerían pescado. Fuente

Hasta ahora hemos ido hablando de características de las criaturas ficticias, pero ¿por qué dijimos al principio que había un motivo para que el desarrollo de esta especie? Pues para llegar a este motivo tenemos que trasladarnos a la isla real donde se rodaron esas escenas de la película. Se trata de la isla de Skellig Michael, o Great Skellig, un empinado islote que se encuentra a 15 km de la península de Iveragh, en el condado de Kerry, en Irlanda y se eleva más de 220 metros sobre el nivel del mar. En Great Skellig existen además unas construcciones correspondientes a un monasterio paleocristiano, al que se accede mediante una larga escalera con 270 peldaños tallados en piedra por los monjes que allí habitaban. En el año 1996, el complejo monástico de Skellig Michael fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Se trata de seis chozas cónicas de piedra, llamadas clochans para vivir, además de dos oratorios para rezar. Las chozas tienen la peculiaridad de ser circulares por fuera y rectangulares por dentro y están construidas de manera que el agua de lluvia no se filtra a través de las piedras. Todo esto puede verse en la película con mucho detalle, y, a mí entender, esta localización es todo un acierto para haber rodado allí dicha parte de la historia. Junto con otra isla más pequeña situada cerca y llamada Little Skellig, el conjunto es una importante reserva natural. Ambas Skelligs albergan importantes poblaciones de aves marinas de todo tipo, como alcatraces, fulmares, gaviotas, alcas, araos y frailecillos. Y aquí está la clave para el desarrollo de los porgs: los frailecillos.

Porgs en Ahch-To. Fuente
Frailecillos en Skellig Michael. Fuente

Los frailecillos llevan como nombre científico Fratercula arctica, aunque vulgarmente se conocen como frailecillos atlánticos o comunes, y son es una especie de aves caradriformes de la familia Alcidae. Son aves de agua fría, y se distribuyen por toda la parte norte del Océano Atlántico. La colonia más grande se encuentra en Islandia, que acoge al 60% de los frailecillos de todo el mundo. Concretamente en las Islas Vestman, al sur de Islandia, pueden vivir más de 4 millones de frailecillos. También Groenlandia y Terranova acogen a grandes cantidades de estas aves. Como ocurre con otras aves marinas, el frailecillo pasa la mayor parte del año lejos de las islas o de los continentes, en mar abierto, y solo vuelve a la costa para criar. Crían en Islandia, Noruega, Groenlandia, Terranova y muchas islas en el norte del Atlántico. Y por supuesto en la isla de Skellig Michael, donde habitan muchos frailecillos; grandes colonias que había que camuflar durante el rodaje de la película, ya que sería más caro y tedioso eliminarlos digitalmente. De ahí surgieron los porgs. 

Fratercula arctica. Fuente

Distribución y zonas de anidamiento de los frailecillos. Fuente
The last Jedi porg concept art. Fuente


El director Rian Johnson, se inspiró en los frailecillos para crear a los porgs y usarlos para sustituir a los primeros en las escenas de Ahch-To. El diseño corrió a cargo del diseñador de criaturas Jake Lunt Davies que observó un montón de criaturas para inspirarse, como multitud de pájaros, murciélagos, ardillas voladoras y criaturas acuáticas como focas, nutrias y castores. Al final el diseño elegido para estos seres combinaba la cara de un perro carlino, los también llamados pug, con el cuerpo de un ave acuática, parecido al de los frailecillos. De hecho el nombre de porgs, recuerda un poco a pug, que es una palabra del inglés antiguo que quiere decir algo así como "pequeño amigo juguetón". El término carlino tiene su origen en Francia, y se debe a un famoso actor italiano del siglo XVIII, llamado Carlo Antonio Bertinazzi, cuyo seudónimo fue Carlín, y su aspecto al interpretar el personaje Arlequín en el teatro parisino, recordaba al característico antifaz negro que suele tener esta raza de perros.

Comparación entre un porg y un pug. Fuente

Pero volvamos a las aves reales que inspiraron a los porgs, los llamativos frailecillos. Y digo llamativos, porque entre sus principales características, destaca un gran y colorido pico que no pasa precisamente desapercibido. Se trata de un pico ancho y triangular, si lo observamos de lado, pero visto desde arriba es corto y estrecho. La parte más cercana a la cabeza, la base del pico es de color gris pizarra o azulado, mientras que la punta suele ser roja o anaranjada. Entre ambas partes se sitúa una cresta amarilla en forma de V separando y también tiene una tira carnosa amarilla en la base del pico. En la articulación de ambas mandíbulas hay una zona arrugada y amarilla. Las proporciones exactas de cada zona del pico varían según la edad del ave. Así, por ejemplo en los individuos inmaduros, el pico llega a la longitud máxima, pero es más estrecho que el de un adulto. Conforme sigue creciendo el borde superior se vuelve más curvo y se genera un pliegue en la base, así mismo una o varias ranuras se van formando en la parte roja. Este pico proporciona al frailecillo una poderosa mordida, y le sirve para capturar los peces de los que se alimenta. Su forma y colorido hace que a veces los frailecillos reciban el apelativo de "loros de mar", "pericos de mar" o "payasos de mar".

Detalle de la cabeza de un frailecillo. Fuente

En los frailecillos, al igual que en los porgs, también hay dimorfismo sexual, y los machos también son ligeramente más grandes que las hembras. La longitud desde el pico hasta la cola también ronda los 30 cm, mientras que su envergadura varía entre los 45 y 65 cm. Ambos, macho y hembra, presentan las mismas coloraciones en el pico y en la cara. Su frente y su nuca son de color negro, así como su dorso, alas y cola. Su garganta está envuelta por un collar también negro, mientras que ambos lados de la cara son de color gris. Sus ojos también son muy característicos y llamativos, y da la sensación de que fueran triangulares, debido a los repliegues que los rodean. Este repliegue es azulado, mientras que el iris suele ser marrón, color café o azul muy oscuro y tiene un anillo rojo alrededor. Al contrario de lo que ocurre con los porgs, los ojos de los frailecillos son más pequeños en comparación con el resto de la cabeza. El pliegue que tiene tras ellos, les da cierto aspecto achinado a esta parte de su anatomía. Suponemos que los porgs, al igual que los frailecillos, y que otras aves acuáticas cuentan con una glándula uropigial bien desarrollada. Se trata de una estructura ubicada cerca de la cola, que secreta un aceite, formado por unas ceras llamadas uropigioles, que usan para la limpieza e impermeabilización del plumaje, mediante un proceso de acicalamiento, en el que colocan cada pluma en su lugar después de haberlas impregnado con esta sustancia, ayudándose del pico y las garras. En el caso de los porgs, usarían la lengua y las patas. De esta manera, las plumas recubiertas de estos lípidos pueden secarse rápidamente al salir del agua, con un movimiento de sacudida, ya que esta sustancia es hidrófoba y repele al agua. 

Un frailecillo acicalando sus plumas e impregnándolas de las ceras de la glándula uropigial. Fuente

En primavera, durante su época de apareamiento es cuando más llamativas son las características de su pico y de sus ojos, desarrollando la placa anaranjada brillante y volviéndose todos los colores más intensos. Cuando finaliza la temporada de apareamiento, algunos de estos revestimientos son eliminados mediante una muda parcial. De esta manera el pico parece menos ancho y por supuesto menos brillante, y los ojos aparentan ser más redondeados. El plumaje de su cabeza también se vuelve más oscuro y apagado. El resto de características de estas aves son unos “pantaloncillos” que son de plumas blancas, al igual que el pecho, el vientre y la parte de abajo de la cola. Al final de la temporada de apareamiento, el plumaje negro que comentábamos antes posiblemente pierda su brillo característico y se torne color café. Sus patas son cortas y de color naranja brillante y se encuentran en la parte atrás del cuerpo, como las de los porgs, dando al ave la misma postura erguida cuando están en tierra, del mismo modo que las aves de Star Wars. Los dedos presentan membrana interdigital y cuentan con unas garras negras y afiladas que contrastan mucho con el color naranja de las patas.

Apariencia del pico y ojos durante la temporada de apareamiento (izquierda) y después de la misma (derecha). Fuente

Frailecillo en posición erguida. Fuente

En cuanto a su biología, está claro que los porgs están 100% inspirados en ellos, puesto que su forma de vida en los acantilados es similar. Son aves monógamas que anidan siempre que es posible en el mismo sitio que nacieron. Es posible que su monogamia se deba más a esta "fidelidad" al nido, que a la propia pareja, pero en cualquier caso son fieles como muchas otras aves. Durante la época de apareamiento, los primeros en regresar al acantilado donde anidaran escogerán los mejores sitios, normalmente en las zonas más altas, desde donde es más fácil arrancar el vuelo y están más protegidos de los depredadores. A pesar de vivir en grandes colonias, cada pareja marca y defiende su ubicación en esta, por lo que la colonia queda dividida en subcolonias marcadas por las diferentes zonas, desde más a menos seguras. Los nidos suelen hacerlos en las laderas del acantilado, y para ello uno de los dos componentes de la pareja puede excavar, para volver a acondicionar la madriguera que dejaron el año anterior o en su caso deshabitarla si hay cualquier otro inquilino de la especie que sea. Para ello, los frailecillos adultos pasan mucho tiempo en la puerta de su madriguera interactuando con otras aves que pasen por delante, mostrando su posición de dominio sobre ese territorio con la postura erguida, las plumas del pecho esponjadas y caminando de forma lenta y parsimoniosa. Los sumisos agacharán la cabeza y mantendrán el cuerpo en posición horizontal mientras se escapan de la zona de los dominantes.

Porgs. Fuente

Distintas fases de la vida de un frailecillo. Fuente
Frailecillo en su madriguera. Fuente

En algunos casos ocupan madrigueras cavadas por conejos y no dudan en echar al dueño de ésta si es necesario. También recolectan tallos y pasto seco para colocarlos en el nido, que estará listo para alojar la puesta de la pareja. Normalmente, los frailecillos alcanzan la madurez sexual a los 4 o 5 años y una vez que la hembra pone un único huevo, ambos se encargan del cuidado de la puesta. Durante el cortejo y también durante la crianza, ambos individuos frotan y entrechocan sus picos en un ritual que los ornitólogos llaman billing. Una vez sale el polluelos, ambos siguen cuidando de él. Entre 35 y 50 días después de la eclosión, el polluelo está cubierto de plumas y ya puede salir de la madriguera. Durante este periodo no lo hace y parece tener aversión a la luz solar; lo más que se acerca a ella es a la entrada de la madriguera para defecar. Cuando sale camina y tiene que tener cuidado de no caer, porque aún no es capaz de volar. Se lanza al agua y utiliza sus patas y alas a modo de remo para alejarse hacia adentro en el mar, donde pasará los siguientes 3 o 4 años, hasta que regrese al acantilado. Los adultos también pasan la época no reproductiva en el mar y regresan a tierra cada año en primavera. Cuando no están volando o nadando, reposan sobre las olas del mar. Cuando vuelan baten rápidamente sus alas y pueden alcanzar velocidades de hasta 90 km/h.

Dos frailecillos haciendo billing. Fuente

En nuestro sistema de clasificación de seres vivos, estaría bastante claro que los porgs son aves, al igual que los frailecillos, aunque evidentemente unas aves muy peculiares, sin pico, como comentábamos al principio, cosa que no se da en nuestro planeta, donde todos los seres clasificados en esta categoría lo tienen. Y aunque parezca muy clara la clasificación de los cinco grupos de vertebrados: peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, todos los años cuando me toca dar clase en 1º de ESO, encuentro un pequeño porcentaje del alumnado al que le cuesta clasificar algunos seres que tienen características un poco diferentes a los de la mayoría: hablo concretamente de ornitorrincos, anguilas, salamandras y tritones, y pingüinos. A pesar de ser claramente aves, los pingüinos, por su condición de no voladores, buenos nadadores, alas con forma de aletas y patas cortas, confunden a algunos alumnos de primero, que se quedan un poco descolocados cuando se les pide que los clasifiquen. Y hablo de pingüinos aquí porque los frailecillos tienen cierto parecido con estos, si no tenemos en cuenta el pico, y este hecho fue aprovechado en la película de animación Happy Feet 2, donde un frailecillo llamado Sven, se hace pasar por un pingüino que vuela durante gran parte del metraje, y el resto de personajes pingüinos parecen no darse cuenta del engaño. Pero si nos fijamos en el aspecto de Sven, tiene todas las características que hemos descrito para los frailecillos comunes, pero además cuenta con dos penachos de plumas amarillas encima de su cabeza, lo que no se da en esta especie. En realidad existen tres especies de frailecillos: Fratercula arctica, el frailecillo atlántico o común, del que hemos estado hablando; Fratercula corniculata, o frailecillo corniculado; y Fratercula cirrhata o frailecillo coletudo o cornudo, que tiene dos penachos de plumas semejantes a los de Sven. De esta manera, y sin entrar en más profundidad, puesto que no estamos hablando de esta película, podríamos concluir que Sven es un híbrido entre las dos especies.

Sven el frailecillo de Happy Feet 2. Fuente
Las tres especies de frailecillos del mundo. Fuente

Dejando de lado a Sven, y volviendo a los frailecillos reales, comentaremos que su alimentación se basa completamente en pescado, moluscos, crustáceos y plancton. Para pescar se colocan sobre el agua con las alas semi-extendidas y usan sus patas como timón, hasta localizar a sus presas. Son muy buenos nadadores cuando se sumergen, y pueden estar hasta un minuto bajo el agua, tragándose los peces más pequeños que captura y subiendo hasta la superficies a los de tamaño más grande. Su lengua es ranurada, lo que les permite retener algunos peces en el pico, mientras captura otros, sin que se escapen los primeros. La imagen de un frailecillo con varios pececillos en su pico es bastante típica. Con esta técnica, ingieren gran cantidad de sales mientras pescan, que eliminan a través de sus riñones y mediante una glándula especializada ubicada en sus fosas nasales encargada de eliminar este exceso de sal, adaptación que comparten con otras aves marinas como las gaviotas.  

Frailecillo con pescado en el pico. Fuente
Un frailecillo dispuesto a darse un banquete. Fuente

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica al frailecillo común como especie de “Preocupación Menor” con respecto a su situación ecológica. Pero a pesar de ello tienen depredadores naturales como las gaviotas, los zorros, las ratas y hasta los perros y gatos. Evidentemente la contaminación, la caza y el calentamiento global también son una amenaza para ellos, y la presencia humana ha acabado con algunas colonias en zonas habitadas. La carne de frailecillo a menudo forma parte del menú de los hoteles, e incluso su corazón fresco se come crudo como parte de una comida tradicional islandesa. Por ello la isla de Skellig Michael es un buen lugar para que estén seguras. En el universo de Star Wars también es aplicable esto para los porgs, porque la isla de Ahch-To está habitada por la especie de las llamadas cuidadoras, además de por Luke, y temporalmente por Rey y Chewbacca. De hecho, varios de ellos sufren percances en la película, con el sable láser de Luke, en el interior del Halcón Milenario y en una simpática escena con el grandullón peludo que no desvelaremos para no hacer spoilers. (Incluso han sacado un libro infantil inspirado en ello, llamado Chewie and the porgs).

Chewie and the porgs. Fuente
Chewie and the porgs. Fuente

Como curiosidad podemos comentar que los frailecillos son aves que suelen ser silenciosas cuando vuelan sobre el mar, a excepción de los leves ronroneos que emiten ocasionalmente. En las colonias de apareamiento suelen estar callados, pero en sus madrigueras hacen un sonido muy parecido al de una sierra mecánica cuando se pone en marcha y se acelera. Los graznidos que emiten los porgs en Star Wars se hicieron usando una combinación de grabaciones de los sonidos de palomas, gallinas y pavos.

Un porg gritando en el Halcón Milenario. Fuente

Volviendo una vez más a los porgs, decíamos al principio, que el episodio VIII ha desatado la polémica entre la gente que le gusta y la gente que no, y creo que con los porgs pasa lo mismo, hay gente que los ama, les parecen adorables, y se comprarían cualquier peluche, figura o merchandising relacionado con ellos; mientras que hay gente que los odia, que les parece un relleno innecesario o que están metidos solo para sacar beneficio económico. Está claro que lo del beneficio económico lo iban a aprovechar sí o sí, pero el caso es que la ciencia nos puede dar varias pistas de por qué amamos u odiamos a los porgs.

Porg de peluche. Fuente

¿Por qué los amamos? Según el conocido zoólogo y etólogo Konrad Lorenz, justo ganador de un Premio Nobel y padre de la etología, la ciencia que estudia el comportamiento animal, los mamíferos tendemos a amar a las criaturas que tienen características de bebé. La forma de bebé, que Lorenz llamó "Kindchenschema", o lo que es lo mismo "Cuteness" en inglés, o como diríamos nosotros "Monería", se caracteriza por nariz u hocico pequeño, frente alta y grandes ojos en comparación con los de los adultos. A esto le añadiríamos un cuerpo redondeado y extremidades cortas, y ya tenemos la apariencia típica de un bebé o de un cachorro adorable. Cuando los adultos estamos expuestos a estas criaturas llenas de "monería", se desencadena un instinto natural que hace que tengamos ganas de abrazarlos y/o cuidarlos. Lorenz propuso en el año 1949 que estas características infantiles desencadenaban por ejemplo respuestas nutritivas y de protección en los adultos y que esta era una adaptación evolutiva necesaria para garantizar que los adultos cuidaran a sus hijos, asegurando de esta manera la supervivencia de la especie.

Análisis de monería de un porg. Fuente

A día de hoy varios estudios vienen a confirmar los postulados de Lorenz, como por ejemplo los de Stephan Hamann, de la Universidad de Emory, que tras varios estudios con imágenes de resonancia magnética, encontró que las imágenes tiernas estimulan los centros de placer del cerebro. Tomaron fotos de personas y animales y las modificaron para disminuir su nivel de monería (cara estrecha, frente baja, ojos pequeños, nariz grande y boca) y también para aumentarlo (cara redonda, frente alta, ojos grandes, nariz y boca pequeñas). Los participantes en el estudio las clasificaron según les inspiraran más o menos ternura, mientras los científicos estudiaban el aumento de la actividad en la corteza orbital. Los porgs cumplen con estas características, lo que hace que estimule esta misma zona cerebral que desata nuestra ternura hacia ellos.

Respuesta cerebral a la monería. Fuente

Pero entonces, ¿por qué también los odiamos? Pues la razón es la que habíais imaginado y se relaciona con la intención de sacar dinero con esta estrategia de la monería. Los porgs de peluche pueden compensar fácilmente ese deseo de abrazar a dichas criaturas que puedas tener tras ver la película, y una sencilla búsqueda en Amazón nos devuelve más de 400 productos relacionados con los porgs... Disney sabe de ciencia, y evidentemente la usa a su favor. De hecho, las reglas para crear personajes monos se remonta al año 1948, cuando el animador Preston Blair esbozó dichas reglas en su libro y Disney o Warner Bros empezaron a usarlas, estando en vigor aún hoy en día. Es verdad que estas reglas no son infalibles, y a veces ese intento de vender muñecos basados en personajes fracasa, como ocurrió con los Ewoks, personajes que cumplen con muchas de estas premisas, y que suelen ser bastante queridos por los fans de Star Wars, pero que no lograron una gran popularidad a la hora de venderse como productos de merchandising.

¿Son adorables los Ewoks? Fuente

Para terminar regresaremos a las aves reales y haremos mención al origen del nombre de los frailecillos. Fratercula, que es su nombre genérico, proviene del latín medieval, y significa fraile. El parecido del plumaje, blanco y negro, con las togas usadas por los frailes y su peculiar forma de caminar erguidos llevó a nombrarlos de esta manera. El nombre específico arctica, hace referencia a su distribución nórdica, por la zona del Ártico, y deriva del griego arktos, que significa oso, y hace referencia a la constelación del norte, la Osa Mayor. La relación de los frailecillos con los porgs, también tiene que ver con su nombre, porque aunque no sepamos el nombre científico de estos últimos, los porgs comparten isla con las cuidadoras, que son como una especie de monjas que habitan en las cabañas y cuidan el templo de la isla de Ahch-To, que a su vez son los restos reales de las viviendas de los antiguos monjes o frailes que habitaban en Skellig Michael. También los Jedi, como Luke Skywalker, son considerados como una especie de monjes espaciales, lo que aún cierra más el círculo entre los porgs, los Jedi, las cuidadoras, los frailes y los frailecillos. Yo propongo como nombre científico para esta especie Fraterculoides jedi.

Un frailecillo conociendo a un porg. Fuente

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Referencias:

- Glocker, M. L., Langleben, D. D., Ruparel, K., Loughead, J. W., Valdez, J. N., Griffin, M. D., ... & Gur, R. C. (2009). Baby schema modulates the brain reward system in nulliparous women. Proceedings of the National Academy of Sciences, 106(22), 9115-9119.

1 comentario:

Miguel Angel dijo...

Hola, Carlos.

Creo que la principal queja que muchos fans les echan en cara es que, más allá de algunos momentos graciosos, los porgs no desempeñan ningún papel en la elaboración de la trama (a diferencia de los Ewoks, por ejemplo). Pero bueno, supongo que lo mismo podría decirse de muchas otras criaturas ficticias de la saga, puestas ahí sólo para ambientar (Y si llevamos la cosa al extremo, hasta al propio Indiana Jones se le objeta lo mismo sobre su papel en "En busca del arca perdida") ;).

Pero tienes razon en que el beneficio lo iban a buscar en cualquier caso. No nos engañemos: mal que nos pese la saga de Star Wars siempre fue de vender merchandising desde el principio.

Por cierto, poniéndonos puntillosos respecto a la anatomía, podías haber añadido que el pico es característico sólo de las aves modernas (Neornithes). Muchas aves mesozoicas carecían de él.

Saludos.

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