Con alegría puedo decir que el blog ha conseguido repuntar desde que me lo propuse y tras el declive que tuvo en 2020, debido a la pandemia, el confinamiento y todo aquello que nos tocó vivir. He conseguido pasar de las tristes cinco publicaciones de 2020 a dieciocho en 2021, veintinueve en 2022 y más de 40 en este 2023. Y vuelvo a reiterar que no importa que publicar en un blog no esté de moda, mi intención es seguir haciéndolo. ¡Vamos!
Hoy mi querido blog cumple 17 añitos y como en años anteriores, mis buenas intenciones no cambian, y de nuevo me comprometo con todos vosotros, mis queridos y fieles lectores, a seguir compartiendo mas biología, frikismo y curiosidades desde este modesto rinconcito de Internet que es La Ciencia de la Vida.
Mi vida laboral como profesor de instituto me ha proporcionado un montón de buenos momentos, pero siempre recordaré como uno de ellos el nacimiento de este blog, que se produjo por una gran casualidad, durante un curso para profesores en el que se nos mostraban las bondades de los blogs en las aula, he podido contarlo un montón de veces durante este año en muchas entrevistas y nunca me cansaré de relatarlo. Hace diecisiete años hice un blog de prueba al que le llamé La Ciencia de la vida y poco a poco fue evolucionando y cambiando, hasta llegar a ser bastante conocido entre mucha gente. Además, con el paso de los años, fue sobreviviendo a la llegada y auge de las otras redes sociales, que conseguí que le sirvieran de complemento. Y así, se convirtió en el lugar que es hoy, un espacio para compartir cuestiones biológicas mezcladas con cine, cómic, dibujos animados, experiencias de vida, charlas de divulgación, vivencias docentes y libros.
Y hablando de libros no puedo este año dejar de mencionar aquí que 2023 ha sido el año del nacimiento de mi primer retoño literario, El arte de nombrar la vida, un libro que tengo que agradecer a que gente como Eugenio Fernández, Antonio Cuesta y la editorial Almuzara, han creído en mí, pero también tengo que agradecérselo a mi blog, puesto que es en parte culpable de que ese libro haya visto la luz. La experiencia de publicar mi primer libro ha sido realmente increíble y ha sido un año en el que las charlas, las entrevistas, las presentaciones, la participación en programas de radio y televisión han estado presentes gracias al libro, pero también gracias al blog. No sé si podréis entender el gran cariño que les tengo a ambos, a pesar de que no son personas y ni siquiera seres vivos, pero para mí casi que sí lo son, ya que son una parte importantísima de mi vida y siempre, siempre les estaré agradecido.
Y por supuesto, como hago cada año, me gustaría agradecer a cualquier lector que llegue a La Ciencia de la vida, sea antiguo o nuevo, y lea este post. Quiero daros a todos las gracias por estar siempre ahí. En este rincón siempre encontraréis mucha biología, ciencia y cositas frikis de esas que tanto nos gustan. Así que comenzamos este 2024 con muchísimas ganas de más.
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!
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