El pasado viernes 7 de octubre tuvo lugar el evento III Monólogos docentes organizados por la librería La Ahucema, en El Viso del Alcor (Sevilla) y de nuevo fue un placer participar en ellos. La librería La Ahucema es lugar de libros y encuentros, como reza su lema, y es propiedad de mi amiga y compañera Maribel Flores con la que ya he compartido escenario en muchas ocasiones.
Ya he dicho varias veces que no hay mejor lugar para realizar un evento de monólogos que rodeados de libros y de buena gente y eso es lo que nos ofrece La Ahucema. La noche del pasado viernes volvimos a abrir las puertas de la librería reconvertida en espacio humorístico con un cartel de monologuistas apmpliado. Además de los habituales, incorporamos esta vez un "artista invitado" que estuvo completamente a la altura y que ya forma parte de este equipo que se está convirtiendo en una bonita familia artística poco a poco.
Esta vez hicimos cambios y en vez de ser presentados por Anastasio Pineda, como habíamos hecho hasta ahora, fue Maribel la encargada de realizar unos pequeños entremeses entre monólogo y monólogo que quedaron muy bien e hicieron que el ritmo fuera muy fluido.
Tras una brevísima intervención de Anastasio para recibir al público, y el primer entremés de Maribel en el papel de una señora despistada que entraba en la librería, me tocó a mí abrir las actuaciones, con la gran responsabilidad que ello supone. El pellizquito de nervios - ni muchos ni pocos - que tenía me sirvió para hacer mi monólogo al completo cumpliendo el tiempo estipulado, ya que en esta ocasión también estrenamos temporizador para que nuestras charlas no se fueran más allá de los diez minutos. Mi propuesta llevaba el título de "Los documentales de animales" y conforme la iba haciendo y observaba las risas que provocaba, me fui viniendo arriba y creo que fue una buena actuación que vaticinaba todo lo bien que salieron las demás y la gran noche que pasaríamos. Sinceramente terminé muy satisfecho por el trabajo realizado y por las muestras de cariño que recibí después de parte del público.
En segundo lugar salió Anastasio Pineda, con una actuación llamada "Peros y manzanas", que volvió a sacar más risas en el público, gracias al humor templado de Anastasio que contó historias muy divertidas de algunos profesores y alumnos. El hilo conductor de los peros y las manzanas fue genial y, como siempre, tiró de su humor inteligente para que nos desternillaramos de risa desde nuestros asientos.
Tras Anastasio y otro breve entremés de Maribel salió María Martínez, que comenzó repartiendo unas tarjetitas entre el público que le ayudarían a componer un genial monólogo titulado "La convivencia". De nuevo, su grupo de alumnos y una excursión a un parque acuático, fueron el hilo conductor de una disertación inteligente y muy divertida que sacó muchas risas a los asistentes.
Una vez terminada María salió Diego Bueno con una propuesta titulada "No nos educaron bien" que nos llevo de vuelta a un pasado que fue comparando con los tiempos presentes, con su peculiar y sano sentido del humor, para desatar una grandísima diversión en el público. Como dije al inicio, ninguno de nosotros es humorista profesional, pero una vez delante de la gente lo damos todo para hacerlos reír al máximo, y en el caso de Diego le sale de una forma tan natural que realmente parece profesional.
Maribel volvió tras sus breves intervenciones, ya fuera del personaje que había estado haciendo para hacer de Maribel Flores y hacer un monólogo titulado "Estoy mayor", donde nos habló de las tres claves por las que nota que se está haciendo mayor - aunque aún rebose juventud - contado con la gracia natural que ella tiene y tirando de su gran capacidad de interpretación. Ver a Maribel actuar es como trasladarse a ver una obra de teatro, que en este caso fue un no parar de reír.
Y la guinda al pastel se la puso Ricardo Chaín, quien venía como "estrella invitada" y que llegó para quedarse, puesto que su monólogo "Vocación, divino tesoro" fue una verdadera obra de arte del humor docente. Evidentemente habló de su propia vocación como profesor, tirando de multitud de anécdotas de su vida profesional y personal. Tras más de una hora de risas, el público siguió riéndose a raudales con el monólogo de Ricardo y muchos terminamos hasta con dolor en la mandíbula de la buena tarde-noche que habíamos pasado.
Tras terminar, salimos a saludar los seis y recibimos los aplausos y el calor del público asistente, que se lo había pasado pipa y se quedó después un rato charlando con nosotros. Después, la noche aún mejoró más porque pudimos quedarnos con los amigos a tomar unas tapas mientras charlábamos de lo humano y de lo divino. Nos quedamos Maribel, María, Anastasio y yo, con unos cuantos amigos como Cristina, Thuban, Pilar, los padres de María... y disfrutamos de una buena cena en mejor compañía, que alargó una noche genial que fue inmejorable.
Termino esta reseña diciendo que de nuevo fue un gran éxito y por supuesto ya estamos pensando en los siguientes. Se ha creado una inercia muy bonita entre la librería, el público y los monologuistas y pensamos que tenemos que seguir disfrutando y haciendo que los asistentes lo disfruten por mucho tiempo. ¡Os estaremos esperando en la librería La Ahucema!
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