lunes, 21 de marzo de 2016

La procesión de la procesionaria

Por segundo año consecutivo me he planteado el reto de escribir algo relacionado con la Semana Santa desde el punto de vista biológico, como ya hiciera el año pasado por estas fechas, y creo que he vuelto encontrar un punto común, a pesar de la dificultad añadida de que a mí no me atrae especialmente esta fiesta. Y para ello hoy nos vamos de procesión.

Estación de PINOtencia

Ayer fue Domingo de Ramos, y como cada año, por esta época, entre los meses de marzo y abril, empiezan a observarse las procesiones por las calles de los pueblos pero también por nuestros campos, por lo que aquí haremos hoy una inusual crónica de una de ellas, la de la Santa Hermandad de Nuestra Señora de la Procesionaria del Pino:
"Es Domingo de Ramos, son las once de la mañana, y ya vemos como se acerca la tradicional procesión de esta Hermandad, común en nuestros pueblos y campos. Su nombre completo es Santa Hermandad de Nuestra Señora de la Procesionaria del Pino, pero es más conocida como "la Procesionaria". El bullicio tranquilo del pinar es testigo de este espectáculo natural, que asombra por igual a todos los animales, incluidos a los humanos, que irremediablemente sentimos una irresistible curiosidad por asomarnos a contemplar la procesión."
La procesionaria del pino es una especie de insecto lepidóptero, de nombre científico Thaumetopoea pityocampa, que habita en los pinos, abetos y cedros de bosques del centro y sur de Europa. Su nombre específico "pityocampa" parece que tiene como origen etimológico la raíz griega "pitys" que significa pino y está relacionado con una leyenda mitológica sobre la ninfa Pitis; el resto de la palabra viene de "campus" que significa llanura o campo en latín .

Procesión de procesionaria. Fuente
"Abre la procesión, a modo de cruz de guía, una valiente oruga hembra, a la que siguen todas las demás, en el silencioso camino hacia la capilla subterránea en la que se recogerán para meditar hasta el verano. Allí permanecerán en un absoluto recogimiento, hasta que vuelvan a emerger transformadas en seres muy diferentes. El camino es su penitencia, una larga estación desde que asoman por la puerta de su iglesia de San Bolsón del Nido hasta que llegan a la Sagrada Ermita del Enterramiento en el Suelo. No llevan ninguna imagen que las acompañe, ni más banda de música que el canto de los pájaros y los sonidos de otros insectos."
Aunque no las hayamos visto, las orugas siempre han estado ahí, comiendo en las ramas de los pinos o encerradas en sus nidos, pero es solo en primavera cuando se cruzan con nosotros por el suelo. La subida de las temperaturas en esta época, provoca en estas orugas el llamado reflejo de enterramiento, que hace que bajen de sus nidos o bolsones, y recorran en fila el camino hasta un lugar apropiado para enterrarse en el suelo y formar una crisálida. Tras la transformación, de la crisálida saldrán aproximadamente en el mes de julio, convertidas ya en mariposas adultas reproductoras.

Oruga hembra que hace de guía del resto de la procesión. Fuente
"Tiene esta procesión un punto de tristeza, ya no por el silencio, sino por la rectitud y monotonía de su formación, que en fila de a uno, camina ordenadamente buscando su lugar de recogimiento. Los observadores curiosos pueden sentirse atraídos por lo llamativo de la imagen, y difícilmente resisten la tentación de intentar romper sus filas o simplemente tocarlas. Pero este acto de irreverencia contra esta manifestación natural, puede tener terribles consecuencias. La hermandad tiene su propio sistema de seguridad para evitar que los extraños irrumpan entre ellas y rompan sus metódicas y estructuradas hileras."
Las larvas u orugas están cubiertas de unos pelillos urticantes que se desprenden con mucha facilidad y pueden flotar en el aire, por lo que, en contacto con oídos, nariz y garganta, pueden provocar irritación en estas zonas en los seres humanos y en otros animales, así como intensas reacciones alérgicas en algunas personas. La sustancia que le confiere esta capacidad urticante, que utilizan como método de defensa durante su peculiar estación de penitencia es la thaumatopina.

La thaumatopina es una toxina termolábil similar a la que presentan los pelos urticantes de las ortigas, cuya estructura proteica puede causar reacciones alérgicas, picazón, hinchazón en incluso ataques de asma. La dermatitis que causa también recibe el nombre de “dermatitis de la oruga”. Se trata de una proteína fabricada en unas glándulas asociadas a los pelos urticantes, formada por dos subunidades proteicas. Fue aislada en dicho estudio por distintas técnicas y en un experimento con cerdos, se observó que la proteína aislada producía la misma reacción alérgica que los pelos urticantes de la oruga, produciendo degranulación de los mastocitos y liberación de la histamina como respuesta. 

Detalle de los pelillos urticantes de la procesionaria del pino. Fuente

En niños y en mascotas puede resultar bastante peligroso el contacto con estos pelos urticantes, ya que pueden llegar a provocar un shock alérgico. Los pelillos se encuentran en un número variable, pero muy abundante en cada oruga y reciben el nombre de tricomas. Miden entre 100 y 200 micras y su particular estructura, con forma de arpón, produce que con el rascado penetren más profundos en la piel. Fruto del rascado también suelen producirse infecciones. Los síntomas persisten por unos cinco días más o menos, aunque el segundo y el tercero suelen ser los más dolorosos. Habitualmente afectan tanto a la piel como a las mucosas y pueden producir inflamación de los ojos, la lengua, la laringe y el esófago, que pueden provocar asfixia e incluso la muerte. En los perros, muy dados a lamer a las orugas como parte del juego y de su curiosidad, también puede producirse la necrosis de parte de este órgano. La búsqueda de imágenes en Google de mascotas afectadas por la procesionaria son realmente impactantes y prefiero no ponerlas aquí.

Pelos urticantes. Fuente

Pelillos urticantes de la procesionaria del pino. Fuente

"La procesión de esta Hermandad está formada por devotos caminantes que se aferran a su compañero anterior para no perder la fila ni el compás. Son un gran grupo de hermanos, tanto en el sentido literal de la palabra, como en el sentido de la hermandad que forman, viajando incansablemente hasta alcanzar su lugar de descanso. Todos llevan mucho tiempo preparándose para la procesión, podríamos decir que toda su vida, por lo que ni la lluvia ni otros animales suelen detener su marcha. Ellos no necesitan estar pendientes de los informes meteorológicos ni de las previsiones de expertos. Harán estación de penitencia cuando llegue su momento. No sabemos si las orugas recién nacidas piensan en el tiempo en el que participarán en la procesión, pero el caso es que el instinto es poderoso, y cuando crecen, llegado el momento, todas y cada una de ellas iniciará el camino, tras la oruga que los guía. Al año siguiente, una nueva generación reiniciará este ciclo sin fin y volverá a procesionar por nuestros campos."

El ciclo de vida de Thaumatopoea pityocampa es de tipo holometábolo, o lo que es lo mismo, con una metamorfosis completa que hace que el adulto y las larvas no se parezcan en nada. Las mariposas adultas se reproducen en verano y son de hábitos exclusivamente nocturnos, evitando de esta manera ser devoradas por las aves que cazan de día. Además, presentan un buen camuflaje en la rama de los árboles de los que se alimentan gracias a su color parduzco que las hacen invisibles a sus depredadores. La puesta es muy característica y fácilmente reconocible, ya que forma una espiral de unos 200 huevos, alrededor de una o dos acículas en la copa de los pinos. Aproximadamente a los 35 días nacen las orugas, entre los meses de septiembre a octubre, que comenzarán a comer vorazmente las hojas aciculares de las pináceas en la que nacieron. Las larvas pasan por cinco estados larvarios, lo que puede llevar hasta ocho o nueve meses, en las zonas más frías, hasta que llegan a ser de nuevo adultos reproductores.

Puesta de procesionaria del pino sobre acículas. Fuente

Las orugas son bastante sociales durante todas las fases larvarias, por lo que no es raro que se establezcan interacciones cooperativas entre ellas, sobre todo con sus hermanas de puesta. En este sentido si que se comportan como una verdadera hermandad. Las fases larvarias suelen nombrarse como L1, L2, L3, L4 y L5, según el tamaño y el estado de madurez de la oruga. La longitud de una oruga recién nacida, L1, es de aproximadamente 2,5 mm y al final de esta fase pueden alcanzar los 5-6 mm. Tienen manchas oscuras en la parte dorsal del abdomen y más claras en el tórax. La cabeza es negra al igual que en el resto de los estadios y suelen tener pocos pelillos todavía. La primera muda se produce entre los 8 y 12 días, pasando a L2 que durará unos 12 o 18 días aproximadamente. Estas orugas pueden alcanzar los 12 mm de longitud y ya son evidentes abundantes pelos de color anaranjado en el dorso y de color blanquecino en los laterarles. Entre los mechones de pelos aparecen unas pequeñas manchas negras que en estadios posteriores darán lugar a los pelos urticantes. La fase L3 dura unos 30 días y es cuando la larva adquiere su aspecto típico definitivo, que puede variar un poco en función de las condiciones climáticas de cada zona: en zonas más frías suelen tener colores más oscuros. Es en esta fase cuando se forman los tricomas urticantes que hemos mencionado anteriormente. En los estadios L4 y L5 aumenta el tamaño y el número de pelos urticantes. La fase L4 tiene una duración variable, dependiendo de la climatología, que puede llevar a que dure todo el invierno o apenas un mes, mientras que L5 suele durar unos 30 días, durante los cuales las orugas se alimentan vorazmente.

Ciclo vital de la procesionaria del pino. Fuente

Como curiosidad podemos mencionar que no suelen abandonar el mismo pino en que nacieron a no ser que agoten todas las acículas, o que llegue el momento de marchar en procesión para enterrarse. Los bolsones de seda son construidos desde el primer estadio larvario, con función de servir de refugio mientras no se están alimentando. Las bolsas que construyen las fases L1 y L2 suelen ser pequeñas, y solo a partir de L3 se observan construcciones más grandes y densas que les sirven para soportar los rigores de la época invernal. Estando todas resguardadas juntas consiguen mantener de forma más eficiente el calor corporal. Como hemos dicho antes, las larvas L5 son verdaderas máquinas de devorar acículas y tras unos 30 días de alimentación intensa, cuando se acerca el buen tiempo, normalmente entre los meses de febrero y abril, estas empiezan a descender de los pinos para formar sus características procesiones.

Bolsón de procesionaria del pino. Fuente

"Nuestra Semana Santa esta cargada de procesiones en las que los penitentes van con su rostro oculto y su cabeza gacha, absortos en sus pensamientos y rezos, al igual que las procesionarias, que también avanzan con sus cabezas bajas, protegidas por sus compañeras, como evitando ver y ser vistas, para pasar lo más desapercibidas que puedan. En nuestras procesiones humanas, el olor a incienso inunda el aire, y puede ayudar a orientarnos del lugar por el que va pasando la procesión. De la misma manera las orugas pueden seguir un rastro de feromonas dejados por otras orugas, y así no perderse de la fila, pero su principal estímulo son los pelos del abdomen de la oruga que va inmediatamente delante, de la misma manera que un nazareno enfrascado en sus rezos y concentrado en su estación de penitencia solo verá la capa o la túnica de su compañero anterior. En muchos sentidos se comportan nuestras protagonistas como nazarenos sin antifaz, con una mortal túnica de pelos urticantes."

La marcha con las cabezas pegadas unas a otras casi rozando el suelo se debe a que de esta manera protegen la parte cefálica del ataque de algunas aves, que, sabiendo del peligro de los pelillos del resto del cuerpo, no dudarán en picotear esta zona, más delicada y desprotegida. Incluso cuando se detienen se enroscan de manera que las cabezas no queden al descubierto.

Detalle de la cabeza de una oruga. Fuente

"Y llega el momento de la recogida, la procesión toca a su fin, y la Santa Hermandad de Nuestra Señora de la Procesionaria del Pino, llega al lugar elegido, la Sagrada Ermita del Enterramiento en el Suelo. La sabiduría y el instinto de la Oruga de Guía las ha llevado hasta allí sanas y salvas. Es posible que alguna haya quedado en el camino, pero la mayor parte de la Hermandad está lista para el reposo, tras la odisea que han vivido desde el inicio de su particular estación de penitencia".

Efectivamente nos vamos acercando al final del ciclo de vida de la procesionaria del pino, que terminará por enterrarse en el suelo, donde la larva L5 pasará a formar una pupa o crisálida. Esta estructura permitirá llevar a cabo las transformaciones que convertirán a la oruga en mariposa, es decir, la metamorfosis. Las pupas suelen ser de color amarillento, pero se van volviendo más oscuras, de tonos rojizos y marrones, conforme pasa el tiempo. Enterradas en el suelo, con la protección de la tierra, llegará el verano, y entonces las crisálidas eclosionarán, surgiendo las mariposas.

Pupas de Thaumatopoea pityocampa. Fuente

Los adultos de la procesionaria son lo que vulgarmente llamamos polillas, mariposas nocturnas de colores apagados, capaces de volar y libres de las ataduras de alimentarse como las larvas, pero con una vida efímera de apenas uno o dos días. Su único fin será encontrar pareja y aparearse, y en el caso de las hembras poner los huevos para que comience un nuevo ciclo y Thaumatopoea pityocampa vuelva a procesionar por nuestros campos. Las mariposas son poco llamativas y tienen alas delanteras de color marrón claro con manchas de marrón más oscuro, mientras que las alas traseras son de color más claro, casi blancas. Las hembras suelen ser significativamente más grandes que los machos.

Mariposa de la procesionaria del pino. Fuente


Pero en todo momento hemos hablado de la procesión por el campo, pero no es raro verlas por algunas calles de nuestros pueblos, sobre todo si están cerca de alguna zona rural donde haya vegetación afín a estas larvas. Suelen ser consideradas peligrosas tanto como plaga forestal, puesto que pueden defoliar intensamente a los pinos de los que se alimentan, com por el problema de salud que representan para las personas, especialmente los niños. Así que tenemos un doble enfoque como problema de salud pública y como plaga forestal. Aquí en nuestra comunidad, la Junta de Andalucía tiene establecido un Plan de lucha Integrada contra la procesionaria del pino, en el que se puede encontrar mucha más información interesante.

Orugas procesionando por una calle. Fuente
Plan de Lucha Integrada contra la procesionaria del pino de la Junta de Andalucía. Fuente

"La lluvia se convierte algunos años en el principal enemigo de las procesiones, haciendo que muchas de ellas se queden en los templos, o que realicen su estación a marcha rápida y forzada, para evitar que el líquido elemento estropee los elementos que componen los tronos y palios en los que desfilan las imágenes de cada hermandad. Para nuestra particular Hermandad de orugas existe una lluvia a la que también temen, una lluvia de piretroides e inhibidores de quitina, insecticidas en definitiva, que pueden terminar con esta procesión de la misma manera que un chaparrón primaveral lo hace con los desfiles de pasión humanos."

Entre los métodos de control más usados para luchar contra la procesionaria del pino están los métodos químicos como los mencionados en el párrafo anterior: insecticidas como los piretroides, aplicados mediante fumigaciones, en algunos casos aéreas, que cada vez se consideran menos, por tener una baja efectividad, pero también son muy efectivos otros métodos como la eliminación de los bolsones cuando las orugas están recogidos en ellos, quemándolos después; o como las trampas de feromonas para atraer y atrapar a los machos adultos y evitar la fecundación y por lo tanto la generación del año siguiente.

Esquema de una trampa de feromonas para procesionaria. Fuente


En cualquier caso, lo más sensato es usar a las propias especies depredadoras como principales agentes para combatir a la procesionaria, como pueden ser los páridos, que se alimentan de las larvas incluso sacándolas del bolsón, y otras aves como cucos y críalos, o abubillas que son capaces de encontrar las pupas, desenterrarlas y comérselas. Y tampoco es cuestión de que acabemos con las procesionarias del pino sin ningún tipo de control, puesto que cada ser vivo tiene su puesto en las frágiles cadenas y redes tróficas de nuestros ecosistemas, y eliminar a uno de ellos es como romper un eslabón, que puede conllevar que la cadena completa quede inservible. La racionalidad y el sentido común deben primar, para actuar solo cuando haya riesgo y la procesionaria procesione por zonas habitadas o muy transitadas, como merenderos o zonas de descanso.

Algunos efectivos métodos de control contra la procesionaria. Fuente

"-¡Toooos por igual valientes...! ¡A esta es! Llevemos a nuestra hermandad a la gloria, con paso sereno pero con ritmo. Izquierda alante y derecha atrás... Poquito a poco... Cuidado ahí delante, que una oruga se nos queda atrás. Menos paso quiero señores... Venga que ya nos queda poco pa' llegar y recogernos, vamos a darle paso, que ya mismo estamos en el templo... ¡Ahí queoooo! Hemos llegado, ahora vamos a enterrarnos poquito a poco... Derecha alante e izquierda atrás, que ya mismo estamos viendo a nuestras mariposas revolotear y podremos gritarles: ¡AL CIELO CON ELLAS!"
Thaumatopoea pityocampa. Fuente

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Referencias:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/3087028
http://www.ufrgs.br/imunovet/molecular_immunology/chemicalcauses_arthropoda.html
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/6825799
http://lacienciadeamara.blogspot.com.es/2012/04/la-ultima-procesion.html
http://www.infoagro.com/forestales/procesionaria.htm
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21545979
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26568988
https://es.wikipedia.org/wiki/Thaumetopoea_pityocampa
https://en.wikipedia.org/wiki/Pine_processionary
http://waste.ideal.es/procesionaria.htm

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Entradas relacionadas:

- Semana Santa Biológica I.


1 comentario:

Javier Vidal dijo...

Querría consultarle una cosa: es un recuerdo infantil, por lo que tal vez me engañe la memoria. En una ocasión, observando una pequeña columna de procesionarias, mis hermanas y yo jugamos a fastidiarlas un poco. Usando una ramita apartamos a la oruga que iba en cabeza y toda la procesión continuó su avance con normalidad, como si la segunda en posición tomase el relevo de la que que habíamos retirado. La segunda parte de nuestro experimento fue apartar a la oruga que iba en posición final, y cual no sería nuestra sorpresa al observar que toda la columna comenzó a moverse de forma desorientada. Sacamos la extraña conclusión de que no era la primera la que guiaba sino la última la que "empujaba". ¿Es eso posible? Muchas gracias.

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