La siguiente lectura que he tenido el placer de terminar ha sido ¿Estamos solos? En busca de otras vidas en el cosmos, de Carlos Briones, en Editorial Crítica. Se trata de una verdadera obra de arte de libro, en el que su autor plantea en el título una pregunta que va respondiendo de manera rigurosa, completa y certera a lo largo de toda la obra. La pregunta inicial nos la hacemos los humanos desde que tenemos consciencia de vivir en nuestro planeta y mirar a las estrellas, pero solo en los últimos tiempos hemos desarrollado tecnología que posibilite la búsqueda de vida fuera de la Tierra.
El libro se divide en varios capítulos temáticos que nos preparan para embarcarnos en un viaje por el vasto espacio del conocimiento humano para responder a la cuestión de nuestra soledad cósmica. Comienza con unos preparativos para el viaje para continuar con varios conceptos importantes para comprender todo lo que viene después, como por ejemplo nuestro lugar en el universo, la definición de vida, el objeto de estudio de la astrobiología y diversas cuestiones de esta índole. A continuación se centra en la vida en nuestro planeta, haciendo un repaso por nuestros orígenes, por las características de la Tierra primitiva y por la increíble capacidad transformadora de la evolución, con mención especial aquí a la química prebiótica y a LUCA, nuestro último antepasado común universal.
Uno de los capítulos que mas me ha gustado ha sido el que se centra en los límites de la vida, comenzando con una visita a los organismos extremófilos de nuestra Tierra, viajando desde Yellowstone hasta río Tinto, en el que se nos descubre un mundo fascinante de seres que conviven con nosotros aunque viviendo de manera muy diferente a la nuestra. Se habla también, en el siguiente capítulo, de las zonas de habitabilidad y de los biomarcadores para localizar vida en el espacio, para pasar a desarrollar después el concepto de protección planetaria, que también me pareció muy interesante. El miedo a lo desconocido, el peligro de los patógenos y la ética de no contaminar allá donde nos lleve nuestra curiosidad son el eje central de este capítulo que termina recordando que vamos a volver a la Luna y vamos a llegar a Marte.
Este es un buen nexo de unión para hablar sobre nuestros vecinos del planeta solar y hay un capítulo entero dedicado a Marte, así como otro para las lunas de Júpiter. Meteoritos con restos biológicos, el polo norte marciano, la terraformación, satélites que pueden albergar vida y un montón de referencias a misiones espaciales son el interesante contenido que encontramos en estos dos capítulos. De aquí viajamos a Saturno y volvemos a acercarnos al Sol para que Carlos nos hable de Mercurio, de Venus, de los asteroides y de los meteoritos, para plantearnos de nuevo el origen de la vida.
Y el libro va terminando alejándonos una vez más, para llegar a Urano y los confines del Sistema Solar, con Neptuno, Plutón, el cinturón de Kuiper, la nube de Oort y los interesantes cometas, con mención especial a la sonda Rosetta. El penúltimo capítulo de hecho nos lleva fuera de la seguridad de nuestro sistema planetario para visitar algunos planetas extrasolares con interés para la vida. Y el colofón final lo pone un capítulo con un título que plantea otro interrogante ¿Otras vidas inteligentes? que también es uno de los más llamativos e interesantes de este libro, puesto que habla de la posibilidad de que haya más seres como nosotros, de la ecuación de Drake, del proyecto SETI, de la señal Wow!, de los discos de las Voyager y de los extraterrestres de ficción. Como pueden ver es un último capítulo interesantísimo que pone el colofón final a una verdadera maravilla de la divulgación.
Por si fuera poco, al final de cada capítulo encontramos unas páginas bajo el epígrafe Un café con... donde el autor comparte con nosotros una serie de entrevistas a científicos e investigadores con los que él mismo ha dialogado acerca del contenido tratado en cada sección. El impresionante elenco de investigadores que han colaborado con Carlos en esta sección son: Muriel Gargaud, Emmanuelle Javaux, Ricardo Amils, Víctor Parro, Michel Viso, José Antonio Rodríguez Manfredi, Olga Prieto Ballesteros, Jonathan I. Lumine, Joseph A. Nuth, Luisa Lara, Aki Roherge y David Dunér.
Y para ir concluyendo que decir de mi tocayo y amigo Carlos Briones no puedo decir nada sin que se note la gran admiración que siento por él, ya que es una gran inspiración para todos aquellos a los que nos fascina el mundo de la divulgación. Carlos es Doctor en Ciencias Químicas, especializado en Bioquímica y Biología Molecular, además de investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Astrobiología, donde dirige un grupo que investiga sobre el origen de las vida desde el año 2000. Como conferenciante y divulgador es un artista sobre el escenario y mezcla con maestría la ciencia con la poesía o el arte. Además es coautor de varios libros entre los que destacan Orígenes. El Universo, la vida, los humanos, que reseñé por aquí hace ya unos años. Además de todo esto, Carlos es una persona maravillosa, de esas que desprende alegría, buen humor y positividad, por lo que da gusto pasar un rato con él, charlando, riendo o simplemente escuchándolo hablar.
Termino esta mini-reseña haciendo una recomendación a esta entretenida, didáctica y amena lectura, que no dejará indiferente a ningún lector que tenga avidez de conocimiento por la vida más allá de nuestro planeta o por el origen de la vida en la Tierra y de todos aquellos que tengan interés por la astronomía, por la química, por la biología, por la ciencia en general y, en definitiva, por aprender más sobre el mundo en el que vivimos. Además, no hay que pensar en esta obra como una aburrida enciclopedia, sino como un libro donde el conocimiento y la ciencia se mezclan con el arte y con las reflexiones de un autor inspirado que va sembrando semillas de conocimiento y curiosidad en cada página que escribe. No lo dudéis, tenéis que leerlo.
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