Ayer, viernes 3 de noviembre, tuvo lugar la presentación de mi libro El arte de nombrar la vida en la Feria del Libro de Sevilla, en la Plaza Nueva. El acto comenzaba a las 18:00 y un poco antes, ya estaba yo por allí, acompañado por Macarena, esperando nervioso para dar comienzo la que ha sido mi primera participación en una feria del libro.
Había quedado con José María Arévalo, director de comunicación de la editorial Almuzara, y fue precisamente allí, frente al stand de mi editorial donde lo salude por primera vez en persona después de haber hablado con el por teléfono mil veces. Desde aquí agradezco a la editorial en general y a Pepe en particular por haber organizado esta presentación, que me ha hecho mucha ilusión. ¡Gracias!
Tras el saludo con Pepe, este me presento al encargado de la caseta de Almuzara en ese momento, José Carlos, que me confirmó que se había vendido algún ejemplar de mi libro durante la tarde. De ese modo, nos dirigimos al espacio Unía, donde tendría lugar la presentación y se nos unió también mi buen amigo Eugenio Manuel Fernández Aguilar, que había accedido a presentarme amablemente. Eugenio hizo una bonita y emotiva, a la par que divertida, presentación, pero desafortunadamente no pudo quedarse a continuación, puesto que tenía que volverse hacia tierras caditanas. De todas formas, el motivo de su rápida vuelta era motivo de alegría, puesto que iba a recoger un premio en reconocimiento a su trayectoria en la divulgación científica que le acababan de conceder. ¡Enhorabuena, Eugenio!
Tras un pequeño inconveniente por un desajuste en el tiempo de finalización de quienes estaban antes que yo, hubo un mínimo desencuentro que Pepe resolvió con la organización, y a las 18:10 aproximadamente estábamos comenzando. El primero en hablar fue Eugenio, seguido de Pepe, para después cederme la palabra y poder hacer una pequeña presentación de los diferentes capítulos de los que consta mi libro. Como siempre que hablo en público, me lo pase estupendamente y, espero que todos los asistentes allí presentes pasaran un ratillo agradable. Entre los asistentes, había algunas caras conocidas, además de Macarena y Pepe, también estaban Thuban, José Antonio, Aroa, Rafael, Elena y Joseba. ¡Muchas gracias a todos por vuestro apoyo!
Tras la charla y tras responder a algunas preguntas y agradecer a todos los que habían hecho posible aquello, me dirigí de nuevo al stand de Almuzara, donde pude firmar algunos ejemplares del libro. Aún aparecieron por la feria un par de personas muy queridas y conocidas por mí, como fueron Diego, mi compañero en los Monólogos educativos y su mujer, y mi amigo Daniel.
Tras terminar las firmas y las fotos con algunos de los visitantes nos fuimos a cenar algo Thuban, Dani, Tito, Aroa, Macarena y yo y terminamos en el restaurante El perro viejo, donde pudimos degustar una buena cena. Terminamos de cenar y fuimos a por el coche para volvernos a Arahal, cansado, pero satisfecho por haber cumplido un nuevo sueño divulgativo, como es el de presentar un libro en la feria del libro.
Desde aquí quiero reiterar mi agradecimiento a todos los que lo habéis hecho posible. ¡Mil gracias!
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