El pasado sábado 11 de noviembre tuvo lugar el evento Noche de Monólogos Educativos organizados por la librería La Ahucema y el Excmo. Ayuntamiento de El Viso del Alcor (Sevilla), que nos ha brindado la oportunidad de actuar por primera vez en el Teatro Municipal Antonio Machado. Ya habíamos hecho anteriormente monólogos, pero en la librería y a un nivel más pequeño, así que dar el salto a un espacio más profesional y más grande no fue una decisión fácil, pero nos lanzamos y estamos muy contentos, puesto que de nuevo fue un placer y una experiencia increíble participar en estos monólogos.
Han sido muchos días de inseguridades, quebraderos de cabeza, venta de entradas, reestructuración del espectáculo, ensayos, preparación previa, conversaciones con diferentes personas implicadas, apariciones en medios de comunicación y coordinación entre nosotros, pero todo ha merecido mucho la pena. El mismo sábado a las cinco de la tarde estábamos todos en las instalaciones del teatro para ultimar todos los detalles, puesto que no es lo mismo actuar prácticamente en familia en la librería, que actuar a nivel casi profesional en un teatro, controlando los espacios, los micrófonos, las luces, el sonido y la música, los efectos, el atrezo, el vestuario, la dicción y proyección de la voz, la coordinación con los técnicos y responsables del teatro... Son muchos detalles que de otra manera no hay que tener en cuenta y que hacen de la preparación del evento algo mucho más complejo. En este lugar tenemos que dar las gracias también por su buen hacer y su predisposición a ayudar en todo aportando soluciones a cualquier problema que pudiera surgir, a Alfonso, hombre para todo en el Teatro, Carlos, el técnico de iluminación, efectos y sonido y Elena, que se encargó del público y las entradas.
A las 19:30 aproximadamente con los nervios a flor de piel, ya lo teníamos todo preparado y empezamos a sentir el clamor de la gente que empezaba a llenar el teatro. Y he dicho bien, llenar, porque el teatro, con más de doscientas localidades estaba prácticamente lleno. Ni en nuestros cálculos más optimistas pensamos que podríamos mover a tanta gente a que vinieran un sábado por la noche a escuchar nuestros monólogos relacionados con la educación. Dieron las ocho de la tarde y nos dispusimos a comenzar nuestras exposiciones humorísticas a todo el maravilloso público que ya esperaba expectante en el patio de butacas.
Cabe mencionar que por circunstancias no pudo acompañarnos el gran Anastasio Pineda, quien normalmente es el encargado de realizar unas maravillosas presentaciones cargadas de anécdotas y buen humor, pero le pondremos remedio la próxima vez que actuemos y volverá a acompañarnos para que estemos el grupo al completo. ¡Muchas gracias Anastasio por haber sido un más y haber estado en todo y para todo estos días, a pesar de no haber podido participar!
El papel de Anastasio lo tomó esta vez la artistaza Maribel Flores, que se encargó de hacer un mini-monólogo entre las actuaciones de cada uno de los demás, haciéndolo con su desparpajo y gracia habitual lo que le dio un muy buen ritmo al espectáculo. ¡Enhorabuena, Maribel, por ser la mejor maestra de ceremonias que podíamos tener ese día!
El primero de los monologuistas fue Diego Bueno, que con su enorme sentido del humor hizo una exposición sobre la percepción de la vida que tienen algunos compañeros de la Formación Profesional y nos contó una divertida historia sobre una propuesta para ser "gilipollas profesional". ¡Enhorabuena, Diego, no es fácil romper el hielo y tú lo conseguiste con creces sacando un montón de risas sinceras a nuestro público!
A continuación volvió a salir Maribel y de nuevo de forma muy divertida me hizo una presentación estupenda. De eso modo el siguiente en dar su monólogo fui yo mismo y lo hice siendo "muy Carlos Lobato", es decir, hablando de lo que me gusta de "biología friki", centrado esta vez en dibujos animados y películas.
De nuevo salió Maribel a presentar a la siguiente en entrar en escena, María Martínez, que armada con su rosco de Pasalabra y sus dotes de actriz de teatro consiguió sacar un montón de risas a todo el respetable. Su enumeración de los nombres del "comando Ye" fue simplemente apoteósica. ¡Enhorabuena, María, por ser tan especial y transmitir tanta comicidad y alegría en cada una de tus actuaciones!
Y de nuevo nuestra maestra de ceremonias salió a escena. No comentaré como fue variando su vestuario a medida que avanzaba la gala, porque también hay que ver cada uno de nosotros dio lo mejor de si mismo en este nuevo formato en el que nos estrenábamos. En esta ocasión presentó a nuestro compañero, el magnífico Ricardo Chaín, que es un animal escénico, que salió tranquilo, dominando todo el espacio y poco a poco fue creciendo hablando de la "vocación docente" haciendo reír a carcajadas a nuestro público. ¡Qué maravilla de espectáculo dio! ¡Enhorabuena, Ricardo, por contar tan bien las cosas, por tener un sentido del humor tan inteligente y a la vez poder llegar a tanta y tanta gente de una forma tan honesta y sincera! ¡Grande!
Para terminar hubo una pequeña sorpresa de todo el grupo para poder transmitirle al público la cantidad de leyes educativas que hemos sufrido - y estamos sufriendo - de una forma diferente e innovadora, como bien dijo nuestra presentadora. Tras este final se cerró el telón y nos despedimos saludando a nuestro querido público que nos regaló un inmenso aplauso fina y un feedback brutal de experiencias positivas y halagos centrados en lo importante que es el humor en cualquier momento de nuestras vidas y que nosotros habíamos conseguido transmitir esa alegría y ese buen humor durante las dos horas que duró el espectáculo.
Emocionados, nerviosos, contentos y con una mezcla de muchas emociones salimos a hablar con parte del público y dar muchos abrazos y besos. También disfrutamos mucho de ese momento que se alargó durante gran parte de la noche, primero comiendo muchos de nosotros con parte de nuestro público en un restaurante cercano y después ya con nuestras respectivas amistades hasta altas horas de la madrugada. Fue una jornada agotadora, pero muy, muy gratificante, que será difícil de olvidar, puesto que momentos tan bonitos como estos no se viven todos los días.
Para terminar solo me queda decir, bien fuerte, en mayúsculas y exclamando: ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS! Nos vemos en los próximos Monólogos Docentes...
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Relacionado:
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