PEZQUEÑINES NO GRACIAS, DEBES DEJARLOS CRECER

A muchos os sonará el título de este post a una cancioncilla pegadiza que escuchábamos en los anuncios de televisión hace ya unos añitos y que nos invitaba a no comer pescado si no tenían la talla adecuada. Era una campaña del FROM (Fondo de Regulación y Organización del Mercado de los Productos de la Pesca y Cultivos Marinos, un Organismo Autónomo, creado por Ley 33/1980, de 21 de junio y adscrito al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).
Simplemente lo traigo al blog porque me acordé cuando vi una de las campañas actuales, también muy curiosa, para que nos concienciemos de no comer 'pezqueñines'. Y ahora que estamos en veranito, no está de más, ya que más de uno nos hemos comido o nos comeremos, el típico 'pescaíto frito' o los espetos en playas, restaurantes y chiringuitos.
La campaña de la que hablo nos muestra las tallas mínimas de algunas de las especies de pescados más comunes en nuestra cocina, comparándola con el tamaño de algunos objetos cotidianos.

Así podemos ver que el boquerón, Engraulis encrasicolus, no debe ser más pequeño de unos 9 cm, pudiendo ser aproximadamente de la longitud de un billete de 5 euros (si, esos que se estropean tanto y se ponen tan sucios y feos).

La sardina, Sardina pilchardus, no debe ser inferior a 11 cm, aproximadamente la altura de una lata de resfresco típica.

Y la merluza, Merluccius merluccius, tiene que tener un tamaño mínimo de unos 20 cm, aproximadamente el diámetro de un plato normal.

Visto estos tres ejemplos, se me ocurre que a modo de juego podríamos comparar otras especies de pescado con objetos de la vida cotidiana, según sus tallas mínimas, dejando las comparaciones en los comentarios de este post.

Aquí os dejo un enlace a las tallas mínimas de las distintas especies (según los caladeros), establecidas por ley.

Y para terminar os dejo el vídeo de la cancioncilla de la que hablaba al principio: