En esta época del año, en el mundo globalizado en el que vivimos, no es raro encontrarnos por la calle a multitud de niños, y no tan niños, disfrazados de vampiros y vampiras, uno de los monstruos más populares desde hace mucho tiempo.
Los vampiros son, según muchos mitos y leyendas, criaturas que se alimentan de la esencia vital de otros seres vivos, normalmente representada por su sangre, para poder mantenerse activos. En la cultura occidental, el prototipo de vampiro más extendido es el de origen eslavo, representado por un ser humano que ha vuelto de la muerte convertido en un depredador ávido de sangre, de piel pálida y con una terrible fotofobia. El Conde Drácula es el mejor representante de un tipo de ser siniestro, pero elegante, que ha sido representado en nuestra cultura popular multitud de veces. De esta manera podemos encontrar muchos ejemplos, como Lestat y los demás vampiros de las Crónicas Vampíricas, Draculaura de Monster High, el Conde Draco de Barrio Sésamo, el Conde Duckula, Mevis de Hotel Transilvania, Selene de Underworld, Blade de Marvel... y tantos más (aunque me cuesta incluir aquí a los vampiros-led de Crepúsculo).
Pero hoy no vengo aquí a hablar de ninguno de ellos en particular, sino a enumerar una serie de vampiros reales, que conviven con nosotros los humanos en nuestro mundo, y que en algunos casos pueden llegar a ser tan terroríficos y peligrosos como los vampiros de las leyendas.
Los vampiros son, según muchos mitos y leyendas, criaturas que se alimentan de la esencia vital de otros seres vivos, normalmente representada por su sangre, para poder mantenerse activos. En la cultura occidental, el prototipo de vampiro más extendido es el de origen eslavo, representado por un ser humano que ha vuelto de la muerte convertido en un depredador ávido de sangre, de piel pálida y con una terrible fotofobia. El Conde Drácula es el mejor representante de un tipo de ser siniestro, pero elegante, que ha sido representado en nuestra cultura popular multitud de veces. De esta manera podemos encontrar muchos ejemplos, como Lestat y los demás vampiros de las Crónicas Vampíricas, Draculaura de Monster High, el Conde Draco de Barrio Sésamo, el Conde Duckula, Mevis de Hotel Transilvania, Selene de Underworld, Blade de Marvel... y tantos más (aunque me cuesta incluir aquí a los vampiros-led de Crepúsculo).
Algunos vampiros conocidos |