Antes de que termine el año quiero publicar este post en el que desarrollo un poco la charla de 10 mintuos que di el pasado mes de noviembre en el evento Desgranando Ciencia 6, y que llevaba por título Hakuna Matata. Creo que por el título se puede deducir que hablé de El rey león, y es que no podía dejar pasar la oportunidad en este 2019 de dedicarle una charla a estos personajes entrañables. De hecho, el estreno de la película de acción real este pasado verano me dio la excusa perfecta. De hecho el verano pasado publiqué un post sobre las especies animales que allí aparecían. He de reconocer que yo le debo mucho a esta película como biólogo y como friki, ya que para mí ha sido durante mucho tiempo una de mis favoritas. Y por estos motivos, aproveché para hablar de la maravillosa fauna africana.
Vamos a empezar por el principio. La primera y mítica escena donde suena esta conocida canción que es "El ciclo de la vida", con esos coros africanos en idioma zulú, nos presenta a un montón de representantes de la fauna africana, pero la frase con la que muchos empiezan a tararear la canción es claramente ¡HAAAAAAY CIGÜEEEEEEEÑA!, pero no, tengo que decir que no hay cigüeñas... de hecho no aparece ninguna en todo el metraje de la película, ni de la original, ni de la nueva.
De lo que nos habla precisamente esa canción en sus coros, es de leones, bueno, de leones y leopardos, pero no de cigüeñas. Aunque se da la circunstancia paradójica de que en esos primeros minutos tampoco aparece ningún leopardo, lo más parecido que podemos ver son los propios leones protagonistas y un guepardo.
Mucha gente tiene tendencia a confundir a los guepardos con los leopardos y son muy diferentes entre sí. Los leopardos son mucho más grandes, pesados y robustos, mientras que los guepardos son más ágiles y rápidos, además de presentar un patrón de manchas mas punteadas. Las manchas de los leopardos son huecas y más grandes. Además, los guepardos cuentan con unas características lágrimas negras en su cara que no tienen los leopardos. Para que no se nos olvide esta diferencia y no volvamos a confundir a estos dos felinos podemos acordarnos de la famosa y maravillosa canción "Lágrimas negras", interpretada por Guepardo Valdés y Diego el Impala.
La broma de los nombres de los cantantes, es una tontería que también da pie para hablar de fauna. A Bebo Valdés le he cambiado el nombre de Guepardo Valdés, para jugar con el apodo de Diego el Cigala, al que bauticé como Diego el Impala, aunque bien podría haberle puesto también, que pegaba, Diego el Gacela. De hecho los impalas y las gacelas, a pesar de ser muy parecidos son especies diferentes. Los impalas son unos artiodáctilos pertenecientes a la especie Aepyceros melampus, y no tienen presencia en las películas, mientras que las gacelas pertenecen al género Gazella y si que se ven en varios momentos del metraje.
En solo 4 minutos y medio aproximadamente que dura el Ciclo de la vida, al inicio de la película, mientras que la letra de la canción habla de este Ciclo sin fin, se nos han presentado casi 30 especies diferentes de animales que conforma la red trófica de la sabana africana. ¿No os parece parece esto sublime? A mí me encanta que una película de animación (o de imagen real) pueda mostrar tanta variedad de fauna, de forma tan realista en tan poco tiempo. Y si alguien sigue insistiendo en que ha visto cigüeñas, no, insisto en que no las hay, lo más parecido es esta garza blanca, Ardea alba, que se ve posada en el colmillo del elefante que se acerca a la presentación de Simba.
Como decía al principio, El rey león siempre ha sido una de mis películas favoritas, y si le tengo que poner una pega, pequeñita aunque sea, es por ponerme tiquismiquis y repelente, y fijarme en los animales que aparecen y que no tenían que estar, como es el caso de las hormigas cortadoras de hojas que vemos en estos cuatro primeros minutos. Pensaba que esto lo arreglarían en la versión de 2019, pero que va, ahí estaba yo en el cine, flipando con las imágenes tan realistas de los animales cuando aparecieron de nuevo las hormigas... Este tipo de hormiga no se encuentra en África, siendo la localización habitual de la mayoría de especies de hormigas cortadoras, Sudamérica.
Pero las hormigas no son las únicas intrusas que se colaron en El rey león, sino que otro representante de la fauna sudamericana apareció en la película original. Y paradójicamente se trataba de los depredadores de las hormigas, los osos hormigueros gigantes del género Myrmecophaga, que pudimos ver en la cima de la torre de animales que hicieron en el divertido número musical de “Yo voy a ser el Rey león”. Afortunadamente en la nueva versión de 2019 eliminaron a los osos hormigueros. Por cierto en ese psicodélico número, es el único momento en el que se puede ver el leopardo del que hablaba la canción del principio.
Tenía muchas dudas de como iban a resolver esa escena en la nueva película, puesto que en la original la imagen cambiaba incluso de color, y los animales tomaban una expresión como más divertida y caricaturesca, viéndose todo más como una parodia o un numero musical con animales. Pues en la versión de 2019, creo que lo han resuelto maravillosamente, puesto que han trasladado la canción a un abrevadero, donde Nala y Simba corretean junto a un montón de animales, y mientras cantan, se les unen más cachorros de diferentes especies. La representación de la gran cantidad de fauna que se congrega en estos lugares cuando el agua comienza a escasear en la sabana creo que ha sido uno de los grandes aciertos y cambios que ha habido en esta nueva película.
Y hablando de parodias, podemos fijarnos en la expresividad de los personajes, ya que la falta de ésta fue una de las cosas que más se le criticó a la versión live action. Mucha gente opinaba que tenían que haber humanizado a los personajes un poquito más, en vez de dejarlos tan realistas, pero sin expresión. Pues creo que no, que ha sido un acierto hacerlo así, porque si habéis visto Mowgly, de Netflix, habréis podido comprobar el desastre en el que se podía haber convertido El rey león si le hubieran puesto expresividad humana a los personajes. Y es que a mí el guión de esa película me gustó… pero es que tuve una sensación de incomodidad durante toda la película viendo la cara de los animales que no era normal. ¿De verdad queríamos estas caras para Simba, Timón, Pumba y todos los demás...?
Como decía antes, afortunadamente las poquitas cuestiones a las que se les podía poner pega en la película original han sido corregidas en la nueva versión, y una de ellas era la cuestión de a qué especie pertenecía Rafiki, el chamán. Una de las pistas más claras la encontramos en la cola de Rafiki, puesto que los mandriles no tienen.
Con el aspecto delgado y la cola, nuestro chamán parece más un babuino, mientras que por la coloración y el pelaje sería más un mandril. El hábitat en el que encontramos a Rafiki, la sabana, es propio de babuinos, Papio sp., y no de mandriles, Mandrilus sphinx, por lo que la respuesta más fácil a la pregunta que nos hacíamos es que Rafiki es un híbrido entre las dos especies y de ahí las características intermedias. De hecho el parentesco evolutivo entre las dos especies es bastante grande y durante mucho tiempo, los mandriles se clasificaron en el género Papio, de los babuinos. En la nueva película la cola ha desaparecido, pero el hábitat sigue siendo impropio de un mandril. Nos quedamos con la conclusión a la que llegó mi amigo Darkrosalina en su desaparecido blog, El jardín de Gaia, que decía que Rafiki es el resultado del apareamiento ocasional entre un mandril macho y una seductora hembra de babuino oliva. Su preferencia por la sabana quedaría explicada por que su madre lo crió en los terrenos abiertos propios de su especie. Esta condición híbrida lo incapacita para la reproducción, y de ahí la posible explicación de porqué ha decidido vivir en soledad, dedicándose a la vida contemplativa y sacerdotal ayudando a otros animales, oficiando bodas, bautizos y comuniones.
No sabemos si Rafiki oficiará también entierros, porque en el caso de los rinocerontes, y me pongo serio por un momento, nos encontramos con unos animales en peligro crítico de extinción. Es el caso del rinoceronte negro, Diceros bicornis. En las escenas iniciales de la presentación de Simba aparece un magnífico ejemplar, y más adelante hay otra imagen en la que se ve un rinoceronte, pero no he sido capaz de distinguir si es negro o blanco. Y es que la diferencia no está en el color, de hecho esta distinción se debe más a una confusión. El hocico del rinoceronte negro es puntiagudo, y el del blanco es ancho. Una teoría dice que, como en inglés ancho es wide, que se asemeja a white, se le dio este nombre a dicha especie, y por contraposición a los otros se les puso el nombre de black. Pero no está demostrado que esto sea así, al menos yo no he encontrado referencias fiables de este origen etimológico.
Los que verdaderamente dan nombre a este post y a la charla original son los personajes que cantan la alegre canción "Hakuna Matata", Timón y Pumba, un suricato, Suricata suricatta, y un facóquero, Phacochoerus africanus, respectivamente. Con ellos también podríamos tratar muchos temas, pero nos vamos a centrar en el problema dietético de Pumba. Su alimentación habitual incluye tallos de hierbas, y a veces tubérculos y raíces. Como podemos ver en la peli, a Pumba, al igual que a Timón, les encanta comer bichos. Esta especie es herbívora y no está adaptada fisiológicamente para una dieta rica en proteínas. Las proteínas son ricas en aminoácidos como la metionina y la cisteína, ricas en azufre, que en el intestino de Pumba quedan a merced de su microbiota, que producirá como desecho sulfuro de hidrógeno, un gas maloliente que huele a huevos podridos… Esta historia también era otra de las que podíamos leer en El jardín de Gaia.
Con Zazú, teníamos otro problemilla, que han resuelto convenientemente en la nueva película, y es que en la original, ¡tenía dientes! El grupo de las aves ni tiene, ni necesita dientes, puesto que para eso la evolución los ha dotado con un pico córneo que sustituye las funciones de estos. En la nueva película además de ponerle el color correcto que le corresponde como toco, Tockus erythrorhynchus, ya no se ven los dientes, aunque entendemos que era para darle más expresividad en el dibujo animado.
Las versiones realistas de la película son realmente espectaculares, y uno de los mejores ejemplos lo tenemos en las hienas, que aunque han salido ganando en esta nueva versión, aun son presentadas como las malas de la película. Yo quiero romper una lanza a su favor y reivindicar el papel de las hienas, los buitres y otros carroñeros, como patrulla de limpieza de la sabana y otros ecosistemas, sin los cuales sería más difícil completar el ciclo de la vida del que hablábamos al principio del post.
Y voy a ir terminando ya con los leones, y aquí nos tenemos que detener a echar un vistazo a Scar y a Mufasa, hermanos, pero tan diferentes tanto en comportamiento como en apariencia. Lo primero que llama la atención es la diferencia en la coloración de las melenas, pero cualquiera que haya visto alguna vez una camada de gatitos verá que no es determinante. Es más concluyente fijarse en la corpulencia del animal y en la extensión de la melena, y la de Scar se extiende por el pecho y también por los codos de las patas delanteras. Esto es más típico de león asiático, Panthera leo persica, que africano, Panthera leo massaica.
Cuando se vieron los primeros carteles y trailers de la película se criticó que Scar no tuviera la melena oscura y fuera muy diferente al de dibujos animados, pero tras ver la película pudimos comprobar que habían respetado todos estos detalles. Pero siendo hermanos ¿cómo es posible que pertenezcan a dos subespecies diferentes? Si un león arábigo hubiera llegado a las llanuras del Serengeti y se hubiese hecho con un harén de leonas masai, tendríamos la explicación de porque Scar y Mufasa son hermanos, habiendo heredado Scar las características de su padre y Mufasa las de su madre. De nuevo recurro a la maravillosa teoría que Darkrosalina propuso cuando hicimos hace ya un montón de años la Semana temática de El rey león.
Pero una cuestión interesante ya que estamos hablando de la etología de los leones, es que un solo león macho es el que se aparea con todas las hembras de su harem… y no es por destrozar la historia, que nunca ha sido mi intención, pero tiene toda la pinta de que Nala sea hija de Mufasa también, aunque de diferente madre, por lo que Simba y Nala serían medio hermanos… Hace dos años hice también en Desgranando Ciencia una charla sobre Juego de Tronos, serie de la que me considero muy fan, por lo que quiero concluir haciendo un doble homenaje y diciendo que Simba y Nala son el Jaime y la Cersei Lannister de la sabana africana… y para más inri, el emblema de los Lannister es un león... Por cierto… por rematar ya la faena… Cuando Simba derrota a Scar, recupera el control y accede al poder, convirtiéndose en el Rey León, y por tanto en el macho alfa de su manada, ¿tendrá que aparearse con su madre…? ¿Y también con su suegra…? Dios, esto de saber ciencia es estupendo, pero a veces es terrible para ver películas…
A lo mejor vamos a tener que hacerle caso a Timón y Pumba, no darle tantas vueltas a las cosas y ponernos a cantar: ¡Hakuna Matata! ¡Muchas gracias!
Básicamente esto es lo que conté en mi charla de Desgranando Ciencia, o al menos lo que quise contar. En el siguiente vídeo se puede encontrar, en el momento 2:55:39, y sí, llevo un bastón, que me había prestado mi amigo Thuban, porque recién me había hecho el día antes el esguince y rotura chungos que aún arrastro mientras escribo estas líneas. Aún así disfruté muchísimo sobre ese escenario, como cada vez que cuentan conmigo, y es que la divulgación me encanta, y si encima es mezclando la biología con algunos de mis personajes de ficción favoritos, pues lo disfruto el doble.
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Post publicado originalmente como un hilo de Twitter:
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